domingo, enero 17, 2010
La misteriosa cuenta bancaria del gobernador Adame
La PGR ha recabado más indicios de que el gobernador de Morelos, el panista Marco Antonio Adame, pudiera estar implicado en la protección de los hermanos Beltrán Leyva. Sin embargo, la dependencia no ha abierto ninguna investigación sobre una cuenta bancaria que, a nombre del mandatario, traía registrada en su teléfono BlackBerry el exsecretario de Seguridad Pública del estado Luis Ángel Cabeza de Vaca, al ser detenido bajo la acusación de recibir sobornos del cártel.
CUERNAVACA, MOR.- La Procuraduría General de la República (PGR) ha robustecido los indicios de que el actual gobernador de Morelos, el panista Marco Antonio Adame Castillo, está involucrado con la red de funcionarios locales encarcelados bajo la acusación de proteger al poderoso cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
Después de que Mónica Dalila Rama –esposa de Luis Ángel Cabeza de Vaca, exsecretario de Seguridad Pública del estado de Morelos privado de su libertad por esta causa– manifestó que su marido no había hecho más que acatar las “instrucciones” del gobernador, la PGR, además de registrar el monto de los pagos que el entonces jefe policiaco presuntamente recibía, descubrió que éste portaba un número de cuenta bancaria a nombre del gobernador.
De acuerdo con el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/166/2009 –al que este semanario tuvo acceso–, en su calidad de secretario de Seguridad Pública de Morelos, Cabeza de Vaca Rodríguez recibía del capo Arturo Beltrán Leyva pagos por alrededor de 20 mil dólares a cambio de protección, e inclusive policías a su cargo estaban asociados con narcotraficantes en la persecución de algunos delincuentes.
Entre las pertenencias decomisadas a Cabeza de Vaca durante su detención, ocurrida el 15 de mayo de 2009, elementos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) hallaron un teléfono móvil BlackBerry que contenía nombres, claves o apodos de presuntos operadores del cártel de los hermanos Beltrán Leyva y de gente que, al parecer, estaba relacionada con ellos.
En esa lista aparecieron los nombres del secretario de Gobierno, Jorge Morales Barud, y del gobernador Marco Antonio Adame, sólo que en el apartado de “notas” dedicado al mandatario se añadió: “Banamex, suc 107 cuenta 8100148”.
Una vez obtenido el dato del expediente, Proceso pudo confirmar que, hasta el cierre de esta edición –el viernes 8 de enero de 2010–, dicha cuenta, a nombre de Marco Antonio Adame Castillo, seguía abierta y que la sucursal de Banamex que la expidió se encuentra a dos cuadras del Palacio de Gobierno.
A lo largo del expediente de 12 volúmenes y miles de hojas con declaraciones ministeriales y pruebas documentales sobre la infiltración del cártel de los hermanos Beltrán Leyva en el gobierno de Morelos no surgió de nuevo el nombre de Marco Antonio Adame, pero tampoco se ha trazado una línea de investigación sobre esa cuenta bancaria.
Los fajos de billetes
El papel que presuntamente jugaba el secretario de Seguridad Pública de Morelos, Luis Ángel Cabeza de Vaca, dentro de la red de protección de los hermanos Beltrán Leyva era clave. Conforme a las investigaciones de la PGR, de él dependía que numerosos mandos medios y policías del estado trabajaran para el cártel sin problemas.
El 16 de mayo de 2009, Mario González Gaspar, alias El Negro, uno de los policías municipales de Cuernavaca detenido por trabajar para los hermanos Beltrán Leyva, relató cómo llevó a Cabeza de Vaca a recibir sus pagos –calculados en alrededor de 20 mil dólares– en varias ocasiones.
El dinero, testimonió, se lo entregaban en efectivo dentro de bolsas de plástico o cajas de cartón.
Además, aseguró que las policías estatal y municipal estaban al servicio de La Empresa, como le llaman al cártel sus miembros, y que los uniformados, junto con operadores de los hermanos Beltrán Leyva, levantaban retenes y patrullaban las calles buscando movimientos extraños del Ejército o de narcomenudistas de otra organización que estuvieran invadiendo su territorio.
En una ampliación de su testimonio ante la SIEDO, el expolicía González Gaspar reveló que, al menos tres veces, condujo a Cabeza de Vaca a una casa de seguridad y a otros dos sitios de Cuernavaca para que recibiera de los narcos los fajos de billetes.
La primera vez, recordó, fue a mediados de 2008. Uno de los contadores del cártel, conocido como El Nemo, llamó por teléfono para ordenarle que llevara a Cabeza de Vaca a una residencia ubicada en los alrededores de la calle Alta Tensión casi esquina con Río Mayo, en la colonia Vista Hermosa.
El expolicía no recordó el número de la casa, pero comentó que tenía un portón de madera que se abrió en cuanto arribaron. Cabeza de Vaca bajó rápidamente de la camioneta Mitsubishi en que viajaban y entró solo. Unos cinco minutos después salió con una bolsa de plástico repleta de dólares.
El Nemo le ordenó que regresara a Cabeza de Vaca al sitio en que lo había recogido, donde ya lo esperaba una patrulla con sus escoltas. Según el expolicía municipal, en el trayecto no cruzaron palabra.
La segunda ocasión en que, según Mario González Gaspar, atestiguó el pago por sus servicios al cártel, fue en octubre de 2008. Entonces trasladó al jefe policiaco desde el puente de Tabachines –al sur de Cuernavaca– a una ciclopista ubicada en la avenida Río Mayo. Ahí los esperaba El Nemo, quien le entregó a Cabeza de Vaca una bolsa de plástico con dinero.
La tercera vez fue el 10 o 12 de diciembre de 2008. El Nemo le indicó que debía recoger a Cabeza de Vaca en los alrededores del parque Siqueiros. A bordo de un automóvil Bora lo llevó de nuevo a la ciclopista de la avenida Río Mayo. González Gaspar señaló que entonces El Nemo entregó el dinero a Cabeza de Vaca en una caja de cartón que tenía la leyenda Nextel.
La detención
El 5 de mayo de 2009, decenas de policías federales se desplegaron en torno a las colonias Reforma y Vista Hermosa –dos de las más lujosas de la capital morelense– para desmantelar una célula de los hermanos Beltrán Leyva. Al entonces secretario de Seguridad Pública, Cabeza de Vaca, no se le avisó del operativo.
Los agentes catearon una residencia ubicada a 80 metros del terreno en que se asienta la Casa de Gobierno de Morelos, que habita Marco Antonio Adame. Entre la puerta del domicilio de los narcotraficantes cateado y la de aquélla por la cual entra y sale todos los días el gobernador hay una distancia de 300 metros. El presunto cabecilla de la célula desmantelada era Alberto Pineda Villa, alias El Borrado.
Ese día, el entonces aún secretario de Seguridad Pública no sabía qué responder a los reporteros que le pedían información sobre la presencia de policías federales. No tenía idea de lo que estaba sucediendo. Cabeza de Vaca estuvo esa jornada ocupado en una comida con los delegados de la PGR y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en una casa de Chiconcuac.
Dicha reunión fue organizada por Daniel Bado, subalterno de Cabeza de Vaca, con todo sigilo y en un sitio discreto, es decir, según consta en los mensajes del celular del secretario de Seguridad Pública, donde no pudieran ser vistos.
En ese mismo mes de mayo el secretario de Seguridad Pública de Morelos fue destituido y detenido por la PGR acusado de tener vínculos con los hermanos Beltrán Leyva. Un grupo de policías ya habían confesado acerca de los sobornos al funcionario y la red de protección a los narcotraficantes.
El 15 de mayo de 2009, Cabeza de Vaca había llegado a sus oficinas, como de costumbre, alrededor de las 9:00 horas. Tras sostener una reunión con los uniformados, su secretaria le avisó que debía trasladarse de inmediato a la Casa de Gobierno. Ahí, en una breve charla privada, el gobernador Marco Antonio Adame le anunció su cese, de acuerdo con una crónica publicada por la revista local Sin Línea.
A las 14:15 horas, el propio mandatario morelense y su secretario de Gobierno, Jorge Morales Barud, anunciaron que Cabeza de Vaca no sería ya parte del gabinete.
“Me voy con buen sabor de boca”, dijo Cabeza de Vaca a sus elementos, quienes lo despidieron con aplausos. Mientras sacaba sus pertenencias de su despacho, su esposa, Mónica Dalila Rama, le mandaba mensajes a su teléfono pidiéndole que se comunicara, que ya no soportaba más la angustia. En uno de ellos le escribió: “¿Estás con el góber?”.
Pero esa noche Cabeza de Vaca ya no durmió en casa. Agentes de la SIEDO lo aprehendieron en Cuernavaca alrededor de las 20:40 horas. Actualmente está preso en Nayarit, procesado por su presunta colaboración con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
Ante las historias publicadas que vinculaban al exjefe policiaco con los Beltrán Leyva, su esposa difundió un desplegado dirigido al gobernador Marco Antonio Adame en el que subrayaba que su esposo no hizo más que acatar sus instrucciones.
En uno de sus párrafos le decía:
“Cuando fui enterada de la detención de mi esposo, Luis Ángel Cabeza de Vaca, en la primera persona que pensé fue en usted, en su protección, en su sabiduría como nuestro líder, pero fundamentalmente en esa solidaridad que, por amistad y humanidad, toda persona debe mostrar ante sus congéneres en los momentos de desgracia. Me es difícil y doloroso aceptar que no fue así.”
Y, en la misma tesitura, agregaba:
“Como político sabe perfectamente qué cantidad de mentiras e infamias se cometen cuando los asuntos jurídicos se mediatizan (sic) y politizan. No tengo duda alguna que usted sabe de la inocencia de Luis, y lo sabe porque lo conoce; no intente hacernos creer que no es así. Sin embargo, esto no es lo grave, lo grave es su pasividad, el que se quede callado e indiferente, abandonando a su suerte a un amigo y colaborador que lo único que tuvo para con usted fue respeto, disciplina y acatamiento irrestricto a sus instrucciones.”
Cabeza de Vaca fue uno de los servidores públicos que pasó de un periodo de gobierno a otro en Morelos. Durante el sexenio de Sergio Estrada Cajigal se desempeñó como secretario de Seguridad Pública, y, a su llegada, el nuevo mandatario Marco Antonio Adame lo ratificó en el puesto.
Los Halcones en acción
En su confesión, el expolicía municipal Mario González Gaspar, alias El Negro, detalló cómo fue que los hermanos Beltrán Leyva trabajaron de manera coordinada con las policías estatal y municipal para detener no sólo a narcomenudistas de otras organizaciones, sino también a secuestradores, asaltantes, violadores y bandas de robacoches.
Señaló que antes de realizar ese tipo de operativos en Morelos se robaban 30 o 40 automóviles a la semana, y que después la cifra disminuyó, lo mismo que los robos a comercios y asaltos a personas en las calles.
“Esto era parte de un plan para que no se calentara el estado y la organización pudiera trabajar”, comentó El Negro, quien recibía del cártel 2 mil dólares mensuales, el triple de su salario como policía.
Sobre este tipo de intervenciones relató que en una ocasión, cuando él y sus compañeros patrullaban en la colonia Flores Magón, detectaron un auto Tsuru con tres sospechosos. Al detenerlos para revisión, les encontraron varias llaves de Tsuru, por lo cual los trasladaron a las oficinas de la Policía Ministerial de Cuernavaca.
Al interrogarlos, confesaron que había otros individuos involucrados en el robo de autos en Cuernavaca que venían de Chilpancingo, Guerrero, y que estaban refugiados en la colonia Santa Marta. Las autoridades localizaron así un lote bardeado dentro del cual había más autos robados. Los responsables de los hurtos fueron detenidos.
Así trabajaban Los Halcones –grupo de policías y narcotraficantes asociados–, quienes detectaban delincuentes y los entregaban a las autoridades.
Silencio gubernamental
En el teléfono decomisado a Cabeza de Vaca también aparecieron el domicilio particular del gobernador de Morelos (calle Actores 111 casa 8, Lomas de Atzingo, Fraccionamiento La Joya) y dos números telefónicos.
En su última declaración patrimonial, correspondiente al ejercicio fiscal 2008 y publicada en 2009, el mandatario morelense asentó que tenía una cuenta de cheques en Banamex que fue abierta en 2006.
Como ese número de cuenta y el saldo están clasificados como “información reservada” en apego a la Ley de Transparencia y a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, Proceso solicitó a la Dirección de Comunicación Social del Gobierno de Morelos confirmar si el número de cuenta encontrado por la PGR (el 8100148) en el teléfono móvil de Cabeza de Vaca corresponde a la cuenta de cheques registrada en la última declaración patrimonial de Marco Antonio Adame o informar si se trata de otra. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta por parte del gobierno de Morelos.
Cabe añadir que, de acuerdo con las políticas de Banamex, para abrir una cuenta bancaria o de cheques es necesario que el interesado presente una credencial con fotografía y un comprobante de domicilio. Bajo ninguna circunstancia está permitido poner la cuenta a nombre de una persona diferente a la que se presenta en ventanilla…
En cuanto al proceso que ha seguido Cabeza de Vaca, el expediente registra que, en julio de 2009, como parte de la estrategia para recuperar su libertad, el exsecretario de Seguridad Pública solicitó que el gobernador compareciera como testigo.
En su calidad de mandatario, Adame aprovechó la opción legal de responder sólo por escrito a las preguntas del abogado defensor de Cabeza de Vaca, Guillermo Pasquel. La revista Sólo para Abogados publicó el interrogatorio completo.
La siguiente fue una de las preguntas al gobernador:
–¿Qué referencias profesionales y personales tiene del suscrito Luis Ángel Cabeza de Vaca?
Y la respuesta del mandatario fue:
–El C. Luis Ángel Cabeza de Vaca Rodríguez se desempeñó como secretario de Seguridad Pública del día 2 de octubre del año 2006 al día 15 de mayo de 2009, fecha en que presentó su renuncia al cargo. Durante su gestión mantuvo con el suscrito una relación estrictamente institucional.
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