Pedro Bolívar Reverte
Rebelión
La huelga de hambre que protagonizó Aminatou Haidar contra su expatriación a Tenerife y en defensa de los derechos del pueblo saharaui tuvo una amplia repercusión mediática, por razones obvias, pero generalmente esto no es así. La propia Aminatou ha estado varias veces en la llamada “cárcel negra” de El Aaiún sin que ni siquiera nos hayamos enterado. En una de ellas se declaró en huelga de hambre, que duró 50 días, en contra de las malas condiciones carcelarias y la restricción de visitas sin que la noticia nos llegara más que en algún corto periodístico.
El 18 de marzo, casi ayer mismo, cinco presos saharauis de la prisión de Salé (Rabat) han iniciado una huelga de hambre en defensa de mejoras en el trato. No parece que impresione a los grandes medios de comunicación de nuestro país ni a las agencias internacionales. Como no impresionó cuando el 9 de abril de 2009, los estudiantes saharauis Khalilina Aboulhassan, Brahim Baryaz y Alí Salem Ablagh se pusieron en huelga de hambre en la cárcel de Boulmaharez. Ni se difundió la noticia. La lista de presos saharauis en huelga de hambre sería interminable. En junio de 2008, 18 estudiantes. En marzo de 2008, 60 presos políticos. En septiembre de 2006, 34 presos políticos saharauis. En agosto 2005, 37 presos de la “cárcel negra”(El Aaiún), Ukacha (Casablanca) y Ait Mellu (Agadir). El 27 de agosto de 1984, fallece en la cárcel el estudiante saharaui en huelga de hambre indefinida Moulay Aboubakr Douraidi-. En la década de los 90 fallecieron por la misma causa los estudiantes Saida, Bal-haouari y Chebad.
La represión en Marruecos no afecta únicamente a los saharauis, incluye también a los ciudadanos marroquí. Las detenciones tras el atentado de Casablanca pasaron de las 8.000. Y no solo en Marruecos, en Egipto, donde llevan 27 años de vigencia de ley marcial -claro que debe tratarse de una ley marcial democrática-, puede haber entre 16.000 y 50.000 presos políticos, según Ayman Aqeel, director del centro Maat para los derechos legales y constitucionales (El Cairo), presos que han protagonizado numerosas huelgas de hambre, ¿alguien nos informó de esto?. Y no solo en países de la periferia económica, en 1981 Bobby Sands y 9 compañeros, fallecieron en las cárceles de Gran Bretaña en una huelga de hambre en la que reclamaban el estatus de preso político. Tuvo más eco en la prensa pero ninguna censura al gobierno. En España en los años 1981 y 1990 murieron por huelga de hambre Juan José Crespo Galende y Juan Manuel Sevillano, iniciada la huelga para denunciar el mal trato penitenciario, los fallecimientos pasaron inadvertidos para los medios.
En Chile, ese ejemplo de democracia que aún tiene una constitución de los tiempos de Pinochet, son también innumerables los casos de huelgas de hambre de presos de la etnia mapuche, destacando la activista por los derechos mapuches Patricia Troncoso Robles (dos huelgas de hambre).
Hace unos días (19 marzo), fallecía un ciudadano nigeriano de 29 años en el aeropuerto de Zurich, de la muy civilizada Suiza, al intentar embarcarlo a la fuerza en un avión con destino a Lagos tras haberle negado el asilo. El joven se encontraba sumamente debilitado por una larga huelga de hambre en protesta por el trato inhumano. La noticia aparece en algunos rincones de periódicos. La gravedad es incuestionable, podríamos estar hablando de un homicidio.
Si nos extendemos a la represión de la disidencia el relato sería interminable. Voy a atenerme a destacar que en esta Europa de tan alta superioridad moral ha habido cárceles secretas de la CIA para secuestrar y torturar clandestinamente a ciudadanos no americanos al menos en Lituania, Rumanía y Polonia, y a la dura represión de las recientes protestas en Copenhague o en Grecia. En España siguen las denuncias, año tras año, de AI sobre la existencia de torturas en comisarias sin que nadie se de por aludido y con casi nula difusión informativa.
Pero quiero detenerme algo más en un país presentado también como ejemplo de democracia por los medios de comunicación y persuasión, lugar preferido de nuestra particular derecha, tan incapaz de condenar aún hoy a la dictadura franquista como capaz de intentar que se condene a un juez por investigar los crímenes contra la humanidad de esa dictadura. Me estoy refiriendo a Colombia.
Triste historia la de un país con más de cien años de represión, que acarrea en su memoria colectiva con la “masacre de las bananeras”(Ciénaga 1928), tan sobrecogedoramente descrita por Garcia Marquez. Pueblo que depositó su confianza en Jorge Eliecer Gaitán y tuvo que asistir estupefacto a su asesinato poco antes de alcanzar la presidencia (1948). Solo quedó la esperanza y la resistencia. Resistencia que encarnaron los partidarios de Eliecer Gaitán tras su muerte hasta ser aniquilados. Que reencarnó en la Unión Patriótica (1985), diezmada en pocos años merced al asesinato de miles de sus militantes. Resistencia hoy de miles de sindicalistas, pobladores, organizaciones de derechos humanos o las guerrillas de las FARC o el ELN.
En Colombia, fueron asesinados en 2009 veintiocho sindicalistas. Entre 2002 y 2008 se produjeron, 1200 ejecuciones extrajudiciales. Hay 7.500 presos políticos. Existen casi tres millones de desplazamientos forzados (segundo país del mundo tras Sudán). En diciembre de 2009 se descubre una fosa común con 2000 cadáveres. Debe ser el único país del mundo donde se han hecho célebres dos conceptos: Los “falsos positivos”, o sea, personas asesinadas por los militares e identificadas cómo guerrilleros que después se demuestra que no lo son, y los NN, del latín nomen nescio, persona sin identificar, únicas letras en las placas que aparecen en la mayoría de cadáveres de las fosas comunes que se van descubriendo. El 19 de marzo asesinaron al periodista Clodomiro Castilla, acusador y testigo ante los tribunales de casos de para-política. Sin embargo, Colombia es presentada tanto por el PSOE como por el PP, al unísono de los grandes medios de comunicación y, no olvidemos, de persuasión, cómo un ejemplo de democracia en latinoamérica.
Mientras sucede todo lo anterior, la gran lupa está puesta sobre una pequeña isla del Caribe de 11 millones de habitantes que parece encarnar todos los males de este mundo. Cuba si es noticia. Con una continuidad apabullante, las grandes agencias de noticias del ámbito euro-USA, los periódicos más importantes, las televisiones públicas o privadas, radios, diarios digitales, nos relatan la maldad intrínseca del régimen cubano. Machaconamente, día tras día, nos presentan una Cuba trasnochada, dictatorial y sanguinaria.
No debería extrañarnos, llevan 50 años con lo mismo. Pero sí llama poderosamente la atención la virulencia de la actual campaña. Si la conectamos con las también continuas descalificaciones al presidente Chávez veremos que se trata de una gran ofensiva contra los países del ALBA, y entenderemos que los defensores del imperio están sumamente preocupados.
Tampoco es para menos, en poco más de un decenio han sucedido cambios importantísimos en toda el área de Latinoamerica y el Caribe. Cuba se ha abierto camino, gracias a su prestigio social y solidario, en el corazón de todos los pueblos americanos y cuenta con el respeto de la mayoría de sus gobiernos. Hasta tal punto es así que ha quedado sin efecto la exclusión de Cuba de la OEA (4 de junio 2009) a pesar de la oposición norteamericana. Se ha creado en la Cumbre de la Unidad América latina y el Caribe (Cancún 23-25 febrero 2010) un nuevo organismo de integración regional, ¡sin USA y con Cuba!. ¡Hasta ahí podíamos llegar!, porque antes ya se había creado el ALBA (2004), cooperación entre pueblos, la mayoría partidarios e impulsores del socialismo de siglo XXI (Bolivia, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Cuba, Ecuador, Venezuela, San Vicente y las Granadinas y Honduras hasta el golpe de estado), y en oposición al ALCA preconizado por los USA.
Previamente, los pueblos latinoamericanos fueron conquistando democráticamente la mayoría de gobiernos de la región, encabezados por gobiernos declaradamente partidarios del socialismo del siglo XXI, cómo Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua; gobiernos de izquierda y declaradamente patriotas (independientes de USA), cómo Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay; o gobiernos de izquierda cómo El Salvador o Guatemala.
Desde el inicio de esa eclosión democrática de los pueblos, los USA pusieron toda su fuerza imperial contra ese proceso, desde el apoyo al fracasado golpe de estado en Venezuela hasta su participación en el de Honduras, hoy por hoy aún triunfante. En el último año sus movimientos de cerco a los países del ALBA son muy manifiestos: Reactivación de la IV flota para Latinoamérica y el Caribe; siete bases nuevas en Colombia. dos en Panamá y la ampliación de la existente en Aruba (isla autónoma dependiente de Holanda y frente a las costas venezolanas); el citado golpe de estado en Honduras y la ocupación militar de Haití.
La actual campaña mediática de desprestigio hay que enmarcarla en esta ofensiva contra el ALBA. Se trata de un verdadero bombardeo mediático que facilite la posterior irrupción de medidas más expeditivas, incluidos los golpes de estado, enfrentamientos entre estados sudamericanos, invasión, huelgas subvencionadas, caos, etcétera, tal como nos tienen acostumbrados los EEUU.
Los grandes medios defienden al imperio y, como él, justifican lo injustificable y mienten o deforman la realidad según interese, aunque esas acciones puedan conducir a verdaderos baños de sangre. Así actuaron en Chile, Argentina, Brasil........ cuando preparaban las dictaduras.
Curiosamente, la coartada es la misma desde hace más de cien años, la defensa de la democracia. Creérsela es no entender nada de lo que ocurre en este mundo. Pero creérsela desde España es una completa estupidez. ¿O no fueron los EEUU quienes reconocieron a Franco cuándo más aislado internacionalmente estaba (1951), ayudando a su supervivencia durante otro cuarto de siglo?. Apostaban tanto por la democracia como en la noche del intento de golpe de estado del 23F (1981), cuándo al preguntarle los periodistas al general Alexander Haig, a la sazón secretario de estado USA, qué opinaba sobre el golpe de estado en España, decía: Es un asunto interno de los españoles. ¡Que espléndida defensa de la democracia frente al golpe de estado! No conviene olvidarnos de estas cosas, ni tampoco de que los USA defienden solo y únicamente sus propios intereses imperiales.
Así que enfrentar la campaña anticubana y contra los países del ALBA y expresar nuestra solidaridad es una tarea primordial de todas las gentes demócratas y de izquierda de esta tierra, y es al mismo tiempo, una defensa de la independencia de nuestro propio país.
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