Jean-Yves Urfie
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
El terremoto de Haiti del pasado 12 de enero ha sido una afortunada oportunidad de negocios para algunos. La empresa transnacional Monsanto ofrece a los agricultores del país el regalo mortal de 475 semillas modificadas genéticamente (MG), además de los abonos y pesticidas que van asociadas a ellas, los cuales distribuirá gratis el proyecto WINNER con el respaldo de la embajada estadounidense en Haití. ¿Saben los haitianos que Monsanto fabricaba el defoliante “agente naranja” con el que los aviones estadounidenses rociaron Vietnam durante la guerra envenenando así tanto a los soldados estadounidenses como a los civiles vietnamitas?
¿Saben los haitianos que en muchos países se han declarado peligrosas estas semillas? Suelen llegar en paquetes junto con un herbicida de Monsanto llamado “Roundup” que contiene glifosato. En mi nativa Brittany ya ha contaminado el agua para el consumo. Pero Monsanto insiste en que su producto es biodegradable. Altos cargos en contra del fraude lo han denunciado por ello en Lyon.
Una antigua empleada de Monsanto, Linda Fischer, acaba de ser nombrada presidenta de la Agencia de Protección del Medio Ambiente estadounidense (EPA, en sus siglas en inglés), que controla las cuestiones medioambientales. Es como encargar al gato que cuide del bienestar de los ratones.
Monsanto ya ha empezado a distribuir sus semillas de maíz MG en torno a Gonaïves, Kenscoff, Pétionville, Cabaret, Arcahaie, Croix-des-Bouquets y Mirebalais. En Haití pronto sólo habrá semillas de Monsanto. Entonces será el fin de la independencia de los agricultores. Monsanto invirtió recientemente 550 millones de dólares en Brasil para fabricar el herbicida Roundup en el estado de Bahia en el noreste del país. Pero parece que el país está luchando en contra de la empresa.
Monsanto está haciendo publicidad de la donación de sus semillas como un generoso regalo. Pero los agricultores haitianos que las quieran utilizar para futuras cosechas tendrán que pagar royalties a Monsanto. El representante de Monsanto en Haití es Jean-Robert Estimé, que fue ministro de Exteriores bajo la dictadura durante 29 años de la familia Duvalier.
El padre Jean-Yves Urfie es miembro de la Orden del Espíritu Santo y ex profesor de química en el Collège Saint Martial, Port-au-Prince, Haití.
Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=19113
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