Alberto Híjar
Queda claro el horror capitalista en esta fase donde el imperialismo cohabita con el Imperio. En efecto, el imperialismo colonialista y expansionista resulta ahora cobijado por el Imperio como gobierno mundial a cargo del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de Comercio y sus regionales.
Esta dialéctica alcanza tal rapacidad que tiene al mundo al borde del colapso con resonancias inimaginables para el universo entero con todo y la humanidad amenazada. Nunca antes como ahora queda clara la causa profunda de tanta desgracia. El capitalismo en crisis permanente se vale de todos sus recursos para mantener la ley de la máxima ganancia y la ley del valor que ha reducido todo a mercancías. No es que sean rateros los capitalistas, es que el sistema todo exige mayor explotación y paliativos económico-políticos en beneficio de los grandes consorcios. La soberanía de los estados-nación ha desaparecido entre tratados de libre comercio y toda clase de acuerdos y convenios financieros entre los grandes consorcios, los gobiernos, los funcionarios, los banqueros. Que todos ganen y mucho no es más que la prueba de su eficacia. Cuando mucho, la afectación de la tierra y sus trabajadores es un daño colateral, necesario, ciertamente indeseable pero inevitable. No hay marcha atrás, los populismos son cosa del pasado y lo que queda de ellos habrá de incorporarse a la acumulación capitalista o morirá.
Todo esto exige fuerza y violencia, la de uso exclusivo de los Estados. Netanyahu lo ha dicho y califica de terroristas a quienes llevaban ayuda a los habitantes de la Franja de Gaza. El ejército israelí es garantía de exterminio de los palestinos que ni Estado tienen. El Premio Nobel de la Paz recomienda investigar, el presidente de la ONU se muestra prudente, no vaya a ser que los internacionalistas solidarios fueran un peligro para el sionismo y por tanto, para el mundo que los apoya.
La seguridad de los Estados llega así a su límite histórico al legitimar la violencia extrema. Liquidar con un decreto fuera de la ley al SME, es una necesidad de Estado, equiparable a tolerar a la canadiense Minera San Javier en San Luis Potosí pese a los dictámenes en contra de la explotación minera. Los de Atenco han de seguir encarcelados, Nacho del Valle con sentencia de 112 años para escarmentar a quienes se atrevan a echar abajo los negocios de miles de millones que implican la construcción del aeropuerto internacional. Ejércitos y policías son la última instancia de Estado y si en su accionar delinquen, habrá que entender que son humanos y yerran con tal de combatir a quienes disputan el enriquecimiento ilícito a los funcionarios, los de seguridad incluidos.
Imperio-imperialismo conducen al límite la justicia. Al Estado le preocupa la legalidad y exige reformas para volver legal lo que apenas ayer no lo era hasta ser delito. Pero como la violencia de Estado es el argumento supremo, los excesos ilegales habría que dispensarlos en aras del propio Estado. A quienes critican e investigan las vías de resistencia hay que contenerlas, tal como ocurre ahora con Laura Castellanos, entrevistadora de Marcos y autora de una historia de las organizaciones populares armadas en México. Se metieron a su casa, hurgaron y robaron sus apuntes, la intimidan con vigilantes espantosos. Es un aviso, a otras y otros periodistas honrados les ha ido peor, México ya figura entre los tres primeros lugares peligrosos para ejercer el periodismo. El terror de Estado crece y se fortalece y es cada vez más cínico y ostentoso. Agonizan los huelguistas de hambre del SME luego de 40 largos días en que sólo prueban miel y suero y los señores ministros de la Suprema Corte dizque de Justicia no se enteran de la existencia de la figura legal del patrón sustituto que obligaría a la Comisión Federal de Electricidad a reconocer a la más combativa organización de trabajadores dignos.
A un año de los niños incendiados, todo lo que hay son invitaciones de Calderón y su esposa a conversar. Del ataque paramilitar toleradísimo por el gobierno federal y el de Oaxaca, nada. El 8 de junio va otra caravana de representantes de organizaciones de la resistencia popular contra el Estado opresor y criminal. Dijo el senador Jiménez Macías que son caravanas promovidas por extranjeros y por tanto está bien que las masacren. Ya veremos el 9 si esta es la línea oficial o si logra llegar el consuelo y la ayuda al legítimo y ejemplar Municipio Autónomo de San Juan Copala. Ya veremos si la huelga de hambre del SME conmueve a los señores magistrados y a los gerentes a cargo de la Secretaría del Trabajo.
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