Rómulo Pardo Silva
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Es el Tiempo en que domina un imperio mundial con fuerzas aliadas locales y millones de consumistas manipulados. Los movimientos políticos por un orden nuevo o por cambios más o menos profundos deben tener presente, al actuar, equivocarse, triunfar y perder, que están rodeados de enemigos hipócritas y cínicos.
El motor real del demofascismo son los ricos. Su personalidad son los bienes y servicios que consumen y para conservarla van a agredir siempre en cualquier lugar del mundo.
Esa clase conspira para derribar todo gobierno independiente y uno es el ecuatoriano. Sus planes de golpes de estado han sido denunciados en Latinoamérica por Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Paraguay.
En Honduras expulsaron a Zelaya y su golpe fue reconocido por gobiernos demofascistas mediante la fórmula de blanquearlo con una elección.
El ataque a Ecuador es diario igual que a Cuba, Irak, Afganistán, Pakistán, los palestinos, los pobres del mundo, el clima, la biosfera, los recursos, el medio físico.
El sistema capitalista es totalitario.
Se prepara militarmente contra Irán y Corea del Norte, con el posible empleo de armas nucleares, contra Rusia y China que aceptaron subordinarse al menos en la etapa, y contra el Tercer Mundo cuando sus crisis lo colapsen.
Una atmósfera demofascista rodea a los pueblos. La prensa de los capitalistas impone la violencia de su censura a la información. Las iglesias son órganos integrados al poder. Los ejércitos democráticos con armas nucleares y convencionales colosales están dirigidos políticamente por los empresarios. Y una masa ciudadana consumista es indiferente al demofascismo si puede seguir comprando chucherías.
El golpe fallido en Ecuador es una oportunidad más para desvelar la comedia democrática global y la falsedad de sus actores.
¿Rafael Correa y el pueblo en movimiento de Ecuador apoyados por los capitalistas norteamericanos, colombianos, brasileros, chilenos, argentinos, españoles? ¿Discursos en defensa de la legalidad de criminales de los años setenta y ochenta?
Inventan olvidos con bastante éxito.
Según el periodista Jean-Guy Allard un informe oficial del Ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, difundido en octubre 2008 reveló “que diplomáticos estadounidenses se dedicaban a corromper a la policía y las fuerzas armadas”, que unidades de la policía “mantienen una dependencia económica informal con Estados Unidos, para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y operaciones”. En respuesta la embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Heather Hodges, declaró “Nosotros trabajamos con el gobierno de Ecuador, con los militares y con la policía para fines muy importantes para la seguridad”.
Estados Unidos financia agrupaciones sociales que piden la salida de Correa.
La lenta acción del ejército ecuatoriano terminó con dos uniformados leales muertos y ninguno golpista.
El presidente norteamericano no habló personalmente como lo hizo para felicitar al colombiano Santos por la muerte del segundo jefe de las FARC.
Los antiimperialistas cubanos pueden decir que no pisan en un campo lleno de víboras; pero los integrantes del socialismo del siglo 21 no.
Venezuela puede aprobar la legislación necesaria a su proceso en el tiempo que falta hasta diciembre y golpear a la burguesía con la legalidad. No esperar a ser golpeada.
Correa puede aprovechar el momento de la derrota de la oposición.
Los ricos del mundo están unidos y una vez que se ha entrado a combatir por la justica se van estrechando las alternativas a seguir.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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