El manejo discrecional de recursos que han hecho ambos gobernadores que concluirán su gestión próximamente ha conmocionado a la opinión pública nacional, tras ser exhibidas las sumas millonarias de dinero proveniente del erario utilizadas en beneficio personal y de empresarios prestanombres.
Acento veintiuno exhibió en sus ediciones 3, 4 y 5 la fortuna del mandatario estatal Mario Marín Torres, que asciende a más de 15 mil millones de pesos, y ha dado un puntual seguimiento a diversas inversiones inmobiliarias y financieras.La mayoría de los casos tiene sus orígenes en manejos financieros tales como fondos de inversión, mercado de capitales, cambio de divisas, banca de inversión, financiamientos corporativos e inversión en mercados globales con cifras tasadas en cientos de millones de pesos y de dólares, y que aparecen a nombre de sociedades fantasma y de particulares cuyo común denominador es laCasa de Bolsa Vector SA de CV.Autoridades financieras de Estados Unidos detectaron lo anterior tras investigar a la subsidiaria Vectormex International Inc, que realiza operaciones en ese país.Esto forma parte de una amplia investigación derivada del análisis financiero de la calificadora internacional Standard and Poor`s (S&P) que reportó serias irregularidades de la Casa de Bolsa Vector en los últimos dos años.
Standard and Poor?s detectó que a pesar de que las condiciones en los mercados internacionales eran desfavorables la Casa de Bolsa Vector continuaba en franco crecimiento.Standard and Poor?s calificó como injustificado el crecimiento ya que otras financieras internacionales reportaban serias pérdidas, mientras que Casa de Bolsa Vector registró un aumento en sus activos del 4.3 y 6.7 por ciento durante el año 2009, en comparación con el año anterior.De acuerdo con ese análisis Vector aparecía como una empresa con alta volatilidad en años recientes, resultado de sus ingresos y gastos no recurrentes por litigios judiciales y operaciones extraordinarias.Sin embargo, autoridades estadounidenses y mexicanas detectaron que su base de capital (clientes) no creció de forma importante los últimos años, pero a diferencia de otras Casas de Bolsa reportó altos ingresos que se ubicaron en el 61.4 por ciento al cierre de febrero de 2010.
Eso contrastó de manera radical con la mayoría de Casas de Bolsa calificadas por Standard and Poor?s que presentaron ingresos promedio en la industria de tan sólo un 26.7 por ciento durante el mismo periodo.Esto último encendió las alertas de autoridades de inteligencia financiera de México y Estados Unidos, ya que de forma extraña Casa de Bolsa Vector mantuvo un retorno de ingresos a sus clientes de tan sólo el 15.6 por ciento al cierre del primer trimestre de 2010.Esa tasa de retorno difícilmente resultaría atractiva para conseguir un aumento significativo de accionistas, pues el promedio de las demás Casas de Bolsa, con un consumo de capital similar al de Vector, sostuvieron en el mismo periodo un 31.2 por ciento de retorno.De acuerdo con ese comparativo, los inversionistas de Vector inyectaron el doble de dinero en esa Casa de Bolsa, en comparación con su competencia, algo ilógico ya que aparentemente estuvieron dispuestos a perder la mitad del retorno de sus ingresos que en los mercados financieros se explicaría únicamente en los casos de lavado de dinero.En estricto sentido financiero sólo esta práctica justificaría invertir millonarias cantidades de dinero y sacrificar la mitad de sus ganancias, sobre todo existiendo otras opciones que ofrecen el doble de rendimiento, como explica el analista financiero Steven Paul Phillips a Acento veintiuno."Cuando se trata de borrar el rastro de dinero público, no es necesario perseguir grandes utilidades", señala Phillips.
EL INICIO DE LA HISTORIA Casa de Bolsa Vector, que era propiedad del empresario Alfonso Romo Garza, inexplicablemente recibió durante las gestiones de Mario Marín Torres, en Puebla, y Ulises Ruiz en Oaxaca, constantes inversiones tasadas en cientos de millones de pesos provenientes del erario.
En el año 2007, el gobierno poblano recibió un excedente de 9 mil millones de pesos por encima de lo presupuestado, derivado de ingresos petroleros que Marín Torres invirtió en su mayoría de manera irregular en Casa de Bolsa Vector.Al mismo tiempo, sospechosamente ingresó como parte del Consejo de Administración y Consejero Propietario de la empresa Gerardo María Pérez Salazar, secretario de Finanzas de la administración estatal de Puebla.Desde entonces, las cantidades canalizadas por el gobierno de Puebla a Vector rebasaron los 15 mil millones de pesos, que finalmente terminaron en cuentas de sociedades fantasmas y en manos de particulares mediante la alquimia financiera de esa casa de bolsa.A pesar de que en el mercado financiero existían mejores opciones, como el caso de Ixe que ofrecía utilidades sobre el 31.2 por ciento, a Marín Torres no le interesaron las pérdidas que alcanzaron cientos de millones de pesos al recibir solo de Vector el 15.6 por ciento, que representa la mitad de utilidades que inexplicablemente dejó de recibir.Entre las graves irregularidades que arrojan estas multimillonarias inversiones están los más de 15 mil millones de pesos que no aparecen en las arcas del gobierno de Puebla ni en los balances financieros de Casa de Bolsa Vector, pues tales ingresos figuran a nombre de particulares al frente de sociedades anónimas y financieras, así como en inversiones en el sector inmobiliario, turístico y aeroportuario en dos continentes.Marín Torres avaló las millonarias inversiones en Vector, que en realidad sirvieron como pago para obtener un puesto en el Consejo de Administración y de esa forma operar el desvío de recursos de las arcas del gobierno estatal que provenían de excedentes de participaciones federales para fortalecer rubros de salud, educación, desarrollo social y otros.Ese dinero nunca se destinó a esas áreas ya que se empleó para la compra accionaria en Vector, confirmó a Acento veintiuno un director de área de la Secretaría de Finanzas del estado de Puebla, quien pidió el anonimato hasta la salida del actual gobierno.
Esa fuente aseguró que las cuentas e inversiones que canalizó el gobierno de Mario Marín las operó Margarita Rojas Palacios, administradora general de Vector y pareja sentimental de Gerardo Pérez Salazar, ahora convertido en principal accionista de esa Casa de Bolsa."En realidad existe un faltante a lo largo del sexenio, que rebasa los 15 mil millones de pesos, que ya no se encuentran en ninguna Casa de Bolsa ni en inversiones a nombre del gobierno poblano, y que durante todo el sexenio de Marín Torres se fueron de manera paulatina canalizando y triangulando en inversiones de supuesto alto riesgo, que al final lograron desaparecer esta millonaria suma", reveló el funcionario entrevistado.Para sustentar lo anterior entregó una copia detallada y expedida por la Condusef, que acredita a los principales accionistas de Casa de Bolsa Vectorregistrados ante la Secretaría de Hacienda con la clave 013026.
En ese documento se destaca como consejero propietario Gerardo María Pérez Salazar, hecho que coincide con la declaración del secretario de Finanzas, durante su comparecencia ante el Congreso local.El funcionario Gerardo María Pérez Salazar admitió que la Secretaría a su cargo invirtió de manera directa en Casa de Bolsa Vector recursos millonarios propiedad de todos los poblanos, lo cual justificó, con el argumento de que Vector ofrecía una tasa "más alta de rendimiento en comparación con otras casas de bolsa".El titular de Finanzas mintió a los diputados del Congreso poblano ya que el dictamen de la calificadora S&P del pasado 22 de julio de 2010, exhibe que Vector pagaba un rendimiento 50 por ciento menor al de cualquiera de sus competidores.
Las operaciones realizadas por el secretario de Finanzas de Puebla de manera recurrente en la Casa de Bolsa, configuran los delitos de peculado, lavado de dinero y malversación de fondos. Acento veintiuno incluye en su edición el documento que S&P le otorgó a Vector en julio pasado.
Asimismo autoridades de inteligencia financiera detectaron sumas millonarias provenientes del gobierno de Oaxaca a cargo de Ulises Ruiz Ortiz, que utilizó un esquema financiero similar al de Marín Torres.El mandatario oaxaqueño canalizó los excedentes de aportaciones federales para rubros del desarrollo social hacia inversiones que no están registradas en las arcas o libros del gobierno del estado.La cifra que Ulises Ruiz Ortiz desvió hacia la Casa de Bolsa Vector asciende a 16 mil 500 millones de pesos.
Esas operaciones en su mayoría terminaron en manos de particulares y sociedades financieras que a su vez invirtieron en el sector inmobiliario en diversos países para borrar los rastros.En el siguiente reportaje, Acento veintiuno presentará el resultado de investigaciones de parte de autoridades de estadounidenses a operaciones financieras e inmobiliarias realizadas por Vectormex Internacional Inc. en más de cinco países que han sido señaladas como propiedad del dúo Mario Marín Torres y Ulises Ruiz Ortiz.
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