Los abogados de Zedillo presentaron una moción para que se deseche la demanda presentada en su contra ante una corte federal en Hartford. En la moción, Zedillo, quien trabaja en Yale en materia internacional, rechazó las acusaciones de que sea responsable por la matanza que un grupo paramilitar cometió en Acteal, señlándose que Zedillo pretendió encubrir el crimen.
Los díez demandantes mexicanos, en su demanda de septiembre contra Zedillo, lo acusan de crímenes en contra de la humanidad y, además de las penas señaladas por la ley, exigen una indemnización por 50 millones de dólares para las familias de los muertos.
La matanza de Acteal de septiempre de 1997 fue una de las secuelas trágicas de la Rebelión que inició en Chiapas el Frente Zapatista de Liberación Nacional, contra el queZedillo reaccionó
siempre con una gran agresividad.
Agresividad que fue uno de los motivos de la derrota del PRI en las urnas en el año 2000, ya que la habilidosa demagogia de Vicente Fox, el siguiente presidente, convenció a muchos de que él haría una paz justa con el FZLN. Naturalmente todo resultó en una sarta de mentiras que perjudicaron definitivamente al Estados mexicano.
La matanza de Acteal duró varias horas y los agresores asesinaron a 45 personas, incluidos niños de dos meses. En otro rasgo de retórica inaceptable Zedillo censuró la matanza queduró varias horas y en la que los agresores asesinaron a 45 personas, incluidos niños de dos meses.
Tras la matanza, otra vez demagógicamente, Zedillo censuró a los responsables y los describió como criminales, además de que exhortó a las autoridades defensoras de los derechos humanos a que investigaran los hechos. Todo sin ningún resultado, no obstante que Zedillo se comprometió a encontrar y castigar a los responsables.
No es inútil recordar que el crímen forzó la renuncia del entonces secretario de Gobernación Emilio Chuayfett, del Gobernador de Chiapas Julio César Ruiz Fierro, al mismo tiempo que Zedillo habría conspirado con el entonces Procurador General de la República Jorge Madrazo, para ocultar la identidad de los responsables. Esta conmoción política en México fue sin duda uno de los motivos principales de la derrota de Zedillo y del PRI en las elecciones del año 2000.
La acusación es tan seria que, aparte de las proclamaciones de inocencia de Ernesto Zedillo, y de su argumento en el sentido de que no puede ser detenido y procesado en EstadosUnidos por hechos ocurridos durante su presidencia en México, la verdad es que la acusación es extraordinariamente grave, y que ya hay periódicos en Estados Unidos que hablan de “Ernesto Zedillo: el genocida invisible”, y de otros que hablan del doble discurso de Zedillo no solamente respecto a Acteal sino respecto al EZLN.
Desde luego hay quienesrecuerdan que en el momento en que Zedillo denuncia la identidad del subcomandante Marcos lo denuncia por crímenes de guerra ante el ministerio público exigiendo su detención y consignación, lo cual le mereció muy durosartículos de la prensa mexicana, que hablaron de la contradicción profunda entre el hecho del levantamiento de un guerrillero por motivos sociales y la denuncia ante el ministerio público de la misma persona por supuestos delitos del orden común.
Ahora esos supuestos delitos del orden común se han convertido, en la misma persona que los señaló en 1997, el presidente Ernesto Zedillo, en delitos de lesa humanidad, según la denuncia que han hecho los familiares de los indígenas masacrados en Acteal. Si los tribunales estadounidenses se apegan a derecho, la situación del expresidente Zedillo resulta extraordinariamente delicada, ya que precisamente los crímenes de lesa humanidad son considerados por la “justicia” en cualquier parte entre los más delicados y merecedores de las penas más duras.
Hace pocos días, el 22 de diciembre del presente año, en el catorce aniversario de la matanza de Acteal, el Obispo Raúl Vera López definió esa tragedia como una “provocada por la guerra de baja intensidad que utilizó como estrategia contrainsurgente el gobierno mexicano, quien tenía como principales actores a los grupos paramilitares, armados y pagados por él mismo y entrenados por el Ejército Mexicano…”.
Nos dice además el obispo Vera: “Para colmo de esa ignominia, el Gobierno mexicano estaba sentado en diálogo con los representantes del EZLN, junto con la mediación de Don Samuel Ruiz y la CONAI, en San Andrés Larrainzar, elaborando los acuerdos de paz. Mientras el Presidente Zedillo hacía la desecha de tender una mano a los insurrectos en los diálogos de San Andrés, mientras con la otra mano organizaba muerte y destrucción para las comunidades indígenas de Chiapas”.
La demanda civil presentada en contra de Zedillo fue un muy duro golpe a la reputación del ex mandatario mexicano. Medios de comunicación estadunidenses, como The Washington Post, CNN y YaleDaily News, difundieron la noticia. La Universidad de Yale, de la que Ernesto Zedillo es director de su Centro de Estudios sobre la Globalización y responsable del seminario Debatiendo la globalización, se localiza en Connecticut, donde fue presentado el requerimiento judicial, precisamente en el lugar de la presentacdion de la demanda (nos recuerda Luis Hernández Navarro).
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