Rómulo
Pardo Silva
Israel
sufrió otra derrota militar. La situación mundial lo trabó y no pudo ejecutar su
plan de invasión terrestre de Gaza. Tel Aviv tuvo que devolver a casa los
reservistas que llamó. Los palestinos celebran, los israelíes no.
De mil misiles con tecnología
iraní de Hamás Israel solo pudo interceptar 310 y va a tener que repensar su Cúpula
de Hierro. El acuerdo de tregua es débil pero integra oficialmente en el
conflicto como parte propalestina a Mursi y los Hermanos Musulmanes egipcios,
que distan del general Mubarak. Netanyahu despidió al general que le servía
como asesor militar.
El fenómeno de parálisis afecta a
todo el bloque liderado por Estados Unidos, como ejemplos Siria e Irán.
Washington retira tres barcos de guerra de las proximidades de Irán y vacila en
usar el modelo libio contra Damasco.
Es probable que el freno principal
de los políticos y militares de las transnacionales centrales y sus seguidores sea
la crisis económica. La Unión Europea está en recesión con riesgo de desintegración,
Estados Unidos enfrenta el abismo fiscal, en los
últimos 20 años la tasa media de crecimiento anual en Japón no llega al 1%.
Hay análisis negativos sobre el futuro
de esos países. El inversionista británico Jeremy Grantham, uno de los
financistas más influyentes del mundo según Bloomberg, cree que en los próximos
40 años si no suceden desastres el crecimiento económico de EE.UU. será menos
del 1% al año, en cuatro años más la primera potencia económica será China,
según el informe "Preparativos para un Oriente Medio sin Israel" de
la Comunidad de Inteligencia norteamericana y Henry Kissinger “En diez años no
habrá más Israel” porque Washington ya no cuenta con los recursos militares y
financieros "para continuar apoyando al país frente a los deseos de sus
más de mil millones de vecinos" musulmanes.
En esas circunstancias adversas una
alternativa del poder dominante es romper las reglas que le impiden ganar y recurrir
a la violencia hitleriana para establecer la dictadura mundial que le permita
gobernar en el tiempo del colapso. El irrespeto a la legalidad internacional ya
es común, el bloqueo a Cuba, los ataques a Yugoslavia, Irak, Libia, la
injerencia para derribar el régimen de Siria.
El presupuesto, la tecnología y el
despliegue militar del Pentágono tiene lejos el primer lugar, el Parlamento Europeo ha aprobado una
resolución diciendo que la Unión Europea no debe convertir la recesión en un
pretexto para abandonar los gastos militares, se arman Japón, Alemania,
Corea del Sur, Arabia Saudita, Catar, Taiwan…
Pero India, China, Irán, Rusia se
preparan para responder a un ataque.
El gasto en armamento después de
la caída de la URSS al contrario de lo que se dijo no ha dejado de crecer.
Hay dos respuestas necesarias para
mantener la paz: Moscú y Beijing no deben permitir que se rompa el equilibrio
nuclear y convencional a favor de Occidente. Se debe levantar una propuesta
mundial por una política ecológicamente sustentable y solidaria que se oponga al
ecofascismo del imperio.
Lo primero ya tiene resultados
visibles, lo segundo aunque es urgente no logra un desarrollo que permita el
optimismo.
En Estados Unidos donde en tiendas
se pueden comprar armas automáticas crece el odio interno, un sector «blanco, anglosajón y protestante» se enfurece porque el voto latino
y afroamericano es decisivo. También en Europa gana fuerza el fascismo.
Esta lucha política es una tarea
inédita en la historia porque está en juego la vida humana y no humana.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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