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jueves, marzo 22, 2012

Isla Bermeja, en el limbo 22 mil millones de barriles de petróleo

Debido a que no se ha encontrado la isla Bermeja que marcaría las fronteras marítimas entre México y Estados Unidos, el país ya no dispondrá de un aproximado de 22 mil millones de barriles de petróleo, ahora en manos de Estados Unidos. A pesar de ello, ni el Ejecutivo federal ni los funcionarios que firmaron los acuerdos sobre la delimitación de las fronteras marítimas han comparecido ante autoridades legislativas. En 2008, un exfuncionario de la SRE señaló ante senadores que encontró la isla hundida; sin embargo, no se le pidieron datos precisos ni detalles sobre la expedición. En riesgo, el futuro del petróleo mexicano, considera excónsul mexicano experto en el tema.


Han pasado casi 40 meses desde que terminó el plazo que dio el Senado de la República -mediante un Punto De Acuerdo, firmado el 21 de octubre de 2008-, para que el Ejecutivo federal informara detalladamente en qué situación se encontraba la isla Bermeja, por medio de las secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores (SRE) y Marina (Semar).
En el primera parte del Punto de Acuerdo se solicita al Ejecutivo que “explique puntualmente el misterio que se guarda sobre la inmersión sospechosa de la isla Bermeja, que estuvo localizada en el Golfo de México, latitud 22° 33’ Norte y longitud 91° 22’ Oeste, y en la que se localizaron más de 22 mil 500 millones de barriles de hidrocarburo en sus alrededores, por existir sospecha en que funcionarios mexicanos contaban con información privilegiada sobre la riqueza que se encuentra en su fondo marino”.
El plazo que otorgaron los senadores fue de 30 días a partir de la firma del Punto de Acuerdo. A dos años y cuatro meses de que terminó dicho plazo, el Ejecutivo federal no ha dado ninguna respuesta.
El documento firmado por seis senadores panistas −Luis Coppola Joffroy, Humberto Andrade Quezada, Sebastián Calderón Centeno, Juan Bueno Torio, Felipe González González y Jaime Díaz Ochoa− exige a la Semar que inspeccione, de nueva cuenta, la zona en que se ubicó la isla Bermeja.
También recomienda que se utilicen instrumentos de alta tecnología con la finalidad de conocer el estado y grado de deterioro geológico del lugar donde se localizaba la isla, “ya que existen sospechas sobradas que su inmersión fue provocada por la influencia del hombre” (sic).
En su edición de julio de 2005, Contralínea entrevistó al investigador Fabio Barbosa Cano, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); entonces explicaba la importancia de la localización de la isla: “Nos permitiría arrojar la frontera de México más al Norte y conquistar una mayor parte para el interés mexicano frente a Estados Unidos, que quería arrojar su frontera más al Sur con base en las islas Dernier”. Es decir, los yacimientos petroleros más importantes estarían del lado mexicano.

Los responsables

El 9 de junio de 2000, el gobierno mexicano firmó con el de Estados Unidos el Tratado sobre la Delimitación de la Plataforma Continental en la región occidental del Golfo de México, más allá de las 200 millas náuticas. Éste fue aprobado por el Senado el 28 de noviembre de ese año, y hasta el 17 de enero de 2001 entró en vigor.
En su artículo 4, el tratado prevé una moratoria, la cual indica que, debido a que existen posibles yacimientos de petróleo y gas natural en la zona, ambos países no podrán autorizar ni permitir la perforación y explotación de petróleo y gas en un periodo de 10 años, el cual comenzó con la entrada en vigor del tratado y terminó en enero de 2011.
No obstante, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó –en respuesta a la solicitud de información 0000500037011, presentada por el ciudadano David Óscar Velázquez Coria– que “la moratoria sobre la perforación o la explotación petrolera o de gas natural en la plataforma continental dentro de una milla náutica, cuatro décimas (1.4) del límite establecido por ambos Estados, prevista en el artículo VI (1) del Tratado de 2000, se prorrogó hasta el 17 de enero de 2014, sin perjuicio de otra renovación, de conformidad con lo establecido en el artículo IV (3) del Tratado de 2000”.
También conocido como el Tratado Clinton-Zedillo- fue signado por la excanciller de México, Rosario Green Macías, y la exsecrataria de Estado de Estados Unidos, Madeleine K Albright, representantes de México y Estados Unidos, respectivamente.
Pero el negociador principal del Tratado fue Juan Rebolledo Gout, quien fuera secretario particular del expresidente Carlos Salinas de Gortari, y nombrado subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte a la llegada de Ernesto Zedillo Ponce de León a la Presidencia; hoy funge como vicepresidente de Relaciones Exteriores de la minera Grupo México, propiedad del empresario Germán Larrea Mota.
Así consta en el acta del Senado para analizar las fronteras marítimas entre México y Estados Unidos, del 15 de noviembre de 2000.
Ese día se reunieron en el piso cinco de la Torre del Caballito, aproximadamente a las 13:00 horas, los senadores Silvia Hernández Enríquez, Óscar Cantón Zetina, Laura Alicia Garza Galindo y Luis Aldana Prieto, del Partido Revolucionario Institucional; Jorge Nordhausen González, Adalberto Madero Quiroga y Luis Rico Samaniego, del Partido Acción Nacional (PAN), con parte del equipo negociador del Tratado.
Además, Rebolledo Gout, “eje y cabeza del equipo negociador por parte del Ejecutivo federal”, como lo mencionó la senadora Hernández Enríquez; el contralmirante Santos Gómez Leyva, jefe de la Sección 111 de la Armada de México; José Antonio Ceballos, director general de Exploración y Producción de Petróleos Mexicanos; el embajador Jorge Palacios; Guadalupe López Chávez, directora general de Geografía del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y Juventino Martínez, geógrafo del Inegi. A los nueve días de esa reunión, el Senado aprobó el Tratado.
“Quienes tienen la respuesta sobre el caso de la isla Bermeja son Juan Rebolledo Gout, en su carácter de jefe negociador por parte de México, en el Tratado que se firmó en 2000; y quien era en ese entonces el consultor jurídico de la SRE, Miguel Ángel González Félix”, dice a Contralínea Humberto Hernández Haddad, excónsul de México en Texas y experto en el tema.
Miguel Ángel González Félix fue consultor jurídico de la SRE en el sexenio de Zedillo, lo cual le permitió presidir las negociaciones del Tratado Clinton-Zedillo, en 2000. Una vez terminado el sexenio y ya con el PAN en el poder pasó a ser coordinador de Asuntos Internacionales y Agregadurías de la Procuraduría General de la República. Actualmente está casado con Ana María Salazar Slack, quien trabajó en el Pentágono como subsecretaria adjunta de Defensa para Política y Apoyo Antidrogas del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
En el Octavo Foro de la Reforma Energética, realizado el 5 de junio de 2008 y presidido por el exsecretario de Gobernación Francisco Labastida Ochoa-, González Félix señaló que había encontrado la isla Bermeja.
“Respecto a la isla Bermeja […] quiero comentarles que la Semar y el Inegi estuvieron con Global Telecommunications System, donde podría haber estado la isla Bermeja, y en efecto se encontró el promontorio; pero éste se encontró, más o menos, abajo del mar, en esta altura, 40 o 50 metros.”
A pesar de ello, nadie le pidió una explicación sobre cómo llegó a la isla, las coordenadas donde la encontró, el mecanismo técnico que utilizó o evidencias que demostraran el hallazgo.
En dicho foro también expresó que al ya no estar sobre la superficie, la Bermeja no puede ser considerada una isla. Por lo tanto, no podría ser tomada en cuenta para definir las fronteras marítimas de México.
Fue hasta cuatro meses después cuando los senadores que presentaron el Punto de Acuerdo para que compareciera el Ejecutivo federal, a través de sus secretarías de Estado, explicaron “que un fenómeno natural de tal magnitud no puede pasar desapercibido, más aún cuando se han considerado que alrededor de la misma [isla Bermeja] se encuentran vastos recursos petroleros por el orden de 22 mil 500 millones de barriles de crudo” (sic).
También señalaron que “existe un secuestro de una porción insular de nuestro México, secuestro que autoridades de alto nivel en sexenios pasados conocieron y que ocultaron la información de los verdaderos responsables de esa mutilación por voraces malos funcionarios de antaño. Hoy más que nunca necesitamos conocer con puntual exactitud qué sucedió con este hecho tan lamentable, sin rasgarnos las vestiduras”.
Hernández Haddad coincide con los senadores y agrega que Rebolledo Gout y González Félix, además de ser figuras clave en la negociación, “deberán aportar la información técnica precisa sobre qué pasó con la isla Bermeja y las causas de su supuesto hundimiento. En este tema se juega el futuro del petróleo mexicano que alimentará la economía nacional del siglo XXI”.


Expediciones
El 5 de septiembre de 1997 se realizó una expedición por parte de la Semar en busca de la isla Bermeja. El buque oceanográfico Onjuku no la encontró, tal y como lo reportó el contralmirante Néstor Yee Amador, en ese entonces director general de Oceanografía Naval de la Semar.

Leer articulo completo AQUI.


TEXTOS RELACIONADOS:

jueves, agosto 27, 2009

Medidas de emergencia


Indice Político
No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución.
-Gilbert Keith Chesterton-

ANTE EL INMINENTE incendio del país, urge llamar a los bomberos para evitar una desgracia que luego habremos de lamentar. La sequía, las amenazas sanitarias, el desempleo, los recortes presupuestales a municipios y gobiernos estatales… todo está a punto de hacer explosión. Y en Los Pinos, para no variar, reinan la indolencia y la pasividad ante los retos, tal vez porque ahí siguen suponiendo que haiga sido como haiga sido las cosas les están saliendo bien.Por fortuna no todo es pasividad e indolencia. Un grupo interdisciplinario de estudiantes y estudiosos, al que coordina el académico Juan Ramón Jiménez, catedrático de la Facultad de Contaduría de la UNAM, ha puesto manos a la obra y en diez puntos ha condensado las medidas preventivas que debieran adoptarse para evitar que el país arda en llamas de inconformidad social.
El primero de ellos se refiere a la política fiscal, habida cuenta de que sólo a través de ella se puede redistribuir la riqueza.Es necesario gravar a la riqueza extrema, poniéndole techo al enriquecimiento de tan sólo 300 familias en todo el territorio nacional. Gravar las utilidades excesivas (como las que Wall Mart genera, abusando de sus proveedores y trabajadores), así como con el establecimiento de un Tobin tax –impuesto sobre el flujo transfronterizo de capitales—, abocado también a detener la especulación en las AFORES, la que se lleva a cabo con el peso mexicano e, incluso, con la tierra, sea rural o urbana (un predial progresivo) así como de impuestos verdes a las empresas contaminadoras, excluyendo por supuesto las geniales “ideotas” de gavar con IVA a comida y medicinas.El segundo punto se refiere a la política monetaria. Sugieren los especialistas controlar la usura bancaria con topes bien claros a las tasas de interés activas que promueven la inflación real; expandir la oferta monetaria; control del Estado sobre el oro y la plata; perseguir a los especuladores del peso mexicano en el Chicago Mercantile Exchange; detener el señoreaje del USD sobre el MXN. Buscar una nueva alternativa de valor del peso mexicano en base al tradicional patrón bimetálico, la libra esterlina, el franco suizo, el yen japonés, el euro y el dólar. Tareas, todas ellas, que ni por asomo adoptaría el actual Banco de México encabezado por Guillermo Ortiz, quien está más que alineado con los grandes intereses de los grupo oligárquicos que, reitero la frase de AMLO, son “la mafia que mantiene secuestrado al país”.Punto estratégico, el tercero, se refiere a la política laboral donde, cual primera exigencia se plantea la rendición de cuentas de los líderes sindicales a sus agremiados y a la opinión pública en general, instalar el Seguro de Desempleo Amplio, indexar el salario mínimo al de los Estados Unidos para detener la emigración y aumentar el poder de compra; aumentar las prestaciones constitucionales de seguridad en la vivienda, la salud y la educación.Esta serie de sugerencias del grupo comandado por el maestro Juan Ramón Jiménez hace hincapié en el apartado seguridad nacional, presentado como el cuarto a abordar urgentemente, habida cuenta de la obligación primordial del Estado que es la de proveer de las mínimas garantías a los contribuyentes. Sugieren, así, una seria reestructuración de las policías, la instalación de la Guardia Nacional, control cuadra por cuadra de los extranjeros en el país, vigilancia excesiva de los litorales de México y, en especial, detener el saqueo del Mar de Cortés. Hacer “aparecer” la Isla Bermeja e iniciar las negociaciones de los Hoyos de la Dona Oriental con Cuba y Estados Unidos.Asimismo, defender de las constantes agresiones a las comunidades mexicanas en los Estados Unidos, buscando el status de refugiado económico, pues el modelo neoliberal fue diseñado por el Consenso de Washington, y en base a las ideas económicas de la Universidad de Chicago, sin las salvaguardas necesarias para apoyar a la gente desplazada por las privatizaciones de las empresas del Estado. De esa misma universidad deben salir las ideas para compensar esos nefastos procesos de globalización que sólo han generado pobres por doquier.Son estas las primeras cuatro áreas a abordar con seriedad para evitar que el país se incendie, sin esperar sentados –cual sucede en Los Pinos—, a que aparezcan las primeras llamas de inconformidad social.

Índice Flamígero: Antes de festejar su cumpleaños el sábado anterior, Felipe Calderón entabló una conversación telefónica con José Hernández, el astronauta “mexicano” que ayer debió haber partido a la Estación Espacial Internacional a bordo del Discovery. Y nada, que para no variar la misión a la estratósfera se “saló”. Fue reprogramada, debido a las condiciones climatológicas imperantes en la península de Florida. De esa salazón pueden dar cuenta atletas, equipos de fútbol, que han visto frustradas sus ansias de triunfo tras cruzar palabras con el ocupante de Los Pinos.

www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com / www.twitter.com/pacorodriguez

lunes, febrero 23, 2009

Problema de México


1) ¿Puede desaparecer una Isla?
R En México sí. Han desaparecido a la Isla Bermeja, ubicada a 100 millas al Norte de Yucatán y Campeche.

2) ¿Y quiénes la desaparecieron?
R En México, los legisladores tienen este poder, y en el caso de la Isla Bermeja, aquellos que participaron en la elaboración del Tratado Clinton-Zedillo, en el cual México y EU pactaron sus fronteras marítimas en el Golfo de México, en ceremonia celebrada en Washington el 09-06-2000; en complicidad con el contralmirante Néstor E. Yee Amador, director general de Oceanografía Naval; y desde luego, hubo mucho más cómplices en nuestro país.

3) ¿Y para qué desaparecieron la Isla Bermeja?
R Para que México pierda los derechos de explotar los yacimientos petrolíferos inmensos que alojan aproximadamente 22,600 millones de barriles de petróleo.
4) ¿Y cómo sabemos que la Isla Bermeja existió, o existe?
R Porque su existencia está debidamente registrada desde el año 1864 en la Carta Etnográfica de México, también en el libro Islas mexicanas editado por la SEP, que en su página 110 la ubica a 22º 33’ latitud Norte, y a 91º 22’ del Oeste; también algunas agencias federales de EU, entre ellas la CIA, reportan su existencia, e incluso una Agencia de Viajes de EU ofrece viajes a nuestra Isla Bermeja.

5) ¿Y no hubo legisladores mexicanos que se opusieran a esta desaparición?
R Sí, el finado Senador José Angel Conchello se opuso con todas sus fuerzas a este despojo a la Nación Mexicana, pero murió en un extraño accidente carretero, nunca investigado, en el año 1998.

6) ¿Y qué pasó con las minutas del Congreso, en donde consta el debate sobre este tratado?
R Desaparecieron también, aunque esto es un acto ilícito más, incluso desaparecieron los nombres de los legisladores mexicanos que participaron en este asunto.

7) ¿Y en qué me afecta a mí, como individuo, que esta Isla esté desaparecida?
R Actualmente, en México, el 40% del presupuesto del gobierno se compone de ingresos derivados del Petróleo y que Hacienda le quita a PEMEX; entonces tú pierdes todo lo que nuestro país, a través de PEMEX, obtendría de ganancias por la explotación de esa inmensa Dona petrolífera; pero no sólo tú pierdes esto, sino tus hijos, nietos, familiares, y toda tu descendencia.

8) ¿Y este despojo a todos los mexicanos es un hecho consumado e irreversible?
R No, porque la Isla Bermeja allí está, y puedes contratar un viaje a ella en la mencionada Agencia de Viajes
que está en EU, por lo que el tratado Clinton-Zedillo debe anularse para hacer uno nuevo, corregido, y midiendo nuestros derechos en un radio de 200 millas alrededor de NUESTRA ISLA BERMEJA.

9) ¿Y dónde puedo saber más sobre este tema?
R En cualquier buscador, teclea... Isla Bermeja ... y vas a encontrar cosas impresionantes!!

10) ¿Y qué puedo hacer?
R Mucho, empieza por divulgar este despojo, continúa informándote al respecto, y únete a todos los que amamos a nuestra Patria Mexicana, y no nos dejamos engañar por el poder mediático. Pueden verificar su existencia en el Google Herat con buscar Isla Bermeja, si dan doble click en la etiqueta de la isla encontraran más información.

jueves, febrero 12, 2009

México: EEUU desaparece Isla Bermeja sin dejar rastro

Por: Pueblahoy/RNW

Isla Bermeja

A la Isla Bermeja la desaparecieron del mapa

12 de febrero 2009. - El partido opositor mexicano izquierdista, Convergencia, ha pedido explicaciones sobre la misteriosa desaparición del islote Bermeja. El gobierno en sus diferentes niveles, ha tratado de ignorar u ocultar que que pasó con la isla, situada en el Golfo de México, precisamente en el “hoyo de dona”, un punto clave que daba a México un mayor control sobre este yacimiento petrolero, informó el oceanólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Jesús Antonio Rojas Méndez.

A fines de los años noventa, todavía aparecía oficialmente en las cartas marítimas, pero ahora no aparece más por ningún sitio. Sobre su desaparición corren muchos rumores.

Algunos mexicanos sostienen que debido a los intereses del petróleo, la CIA la dinamitó.

Alrededor de Bermeja hay grandes yacimientos de petróleo. Cuando la isla todavía figuraba en los mapas, era parte de México, pero ahora eso pertenece al pasado. En el año 2000, México y EEUU, plantearon una moratoria de las prospecciones petrolíferas en el Golfo de México, el cual venció en 2001.

En su visita rauda a Puebla, Rojas Méndez explicó en entrevista exclusiva que para tener una magnitud de la pérdida que sufrió nuestro país, con la desaparición de dicha isla, se dejaron de obtener 22 mil 500 millones de barriles, que a valores “conservadores” respecto a la paridad del dólar, significan unos 1.3 trillones de dólares, El Producto Interno Bruto (PIB) de México es de medio trillón, el PIB de Estados Unidos es de diez trillones, sin duda es una pérdida patrimonial de grandes proporciones.

La isla se encontraba a cien millas náuticas de las costas de Yucatán y Campeche, enfrente de Sisal, al desaparecer, México dejó de dominar esa parte del golfo, dejando en ventaja al vecino país del norte.

“Algunos especialistas mencionan que un territorio de esa magnitud solo pudo desaparecer con una bomba de hidrógeno, otros lo atribuyen a un fenómeno natural, aunque lo más seguro es que su desaparición fue por la intervención del hombre”, expresó.

El oceanólgo expuso que esta no es una historia reciente, data de varios años atrás. Desde 1997 salió a la luz la ausencia de la isla y fueron pocas las voces que reclamaron, entre ellos el senador panista José Angel Concello Dávila, el cual fue de los primeros en oponerse al tratado que dividía los límites en cada nación sobre el Golfo de México, en ese entonces presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, advertía de los trabajos de perforación a cargo de la empresa Reading and Bates Corp, lo cual confirmaba su sopecha de negociaciones ocultas con respecto al petróleo.

El 4 de agosto de 1998 el senador murió en un accidente automovilístico. Antes del accidente sus compañeros lo ridiculizaron y se burlaron de él, su investigación petrolera se perdió por completo.

martes, diciembre 02, 2008

A México se le perdió una isla

Se llama Bermeja y es una isla que diversos mapas ubican a más de 100 kilómetros al norte del estado mexicano de Yucatán. El problema es que desapareció y ahora los diputados de México quieren encontrarla.

La ubicación de la isla es crucial desde el punto de vista estratégico para el país dado que se encuentra en el Golfo de México en una zona conocida como "Hoyos de Dona", en los que se presume existen yacimientos de petróleo y gas.

La Comisión de Marina de la Cámara de Diputados de México informó el martes que varios legisladores se trasladarán al sitio donde alguna vez estuvo la isla, si consiguen el apoyo de un buque de investigación oceanográfica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Los diputados mexicanos se suman así a una petición de los senadores para que el gobierno de Felipe Calderón presente un informe sobre lo que ellos consideran la "extraña desaparición" de la isla.

La isla misteriosa

La historia -que parece salida de una aventura de ciencia ficción- empieza en el siglo XVI, cuando Bermeja apareció por primera vez en los mapas como un punto en el mar. Su presencia cartográfica se mantuvo hasta 1946 en un libro editado por el gobierno.

Pero a finales de la década de los '90, cuando México negociaba con Estados Unidos un acuerdo para marcar la frontera marítima entre ambos países, Bermeja dejó de ser visible.

En ese año el Ministerio de Marina mexicano envío un buque oceanográfico a corroborar la existencia de la isla, pero el almirante a cargo del navío reportó que no habían encontrado nada.

Si Bermeja hubiera estado ahí, dicen los expertos, a México le hubiera tocado una mayor cantidad de espacio marítimo que la que recibió con la firma del acuerdo.

Los diputados mexicanos señalaron que la isla pudo haber desaparecido por una de dos razones: una es que se encuentra sumergida por los efectos de la naturaleza, y la otra es que fue hundida intencionalmente.

Pero en lo que se buscan explicaciones, la UNAM aún tiene que confirmar si le prestarán el buque oceanográfico Puma a los diputados y quién quita que cuando vayan al lugar en el que los antiguos mapas mostraban a Bermeja, se la encuentren.

lunes, diciembre 01, 2008

La Isla Bermeja borrada del mapa

La Isla Bermeja borrada del mapa
Autor: Nydia Egremy

Algunos políticos dicen que la Isla Bermeja, ubicada en el Golfo de México, fue “rebanada” o “hundida por un maremoto”. A pesar de ser estratégica para la soberanía mexicana, su desaparición no ha tenido explicación científica, tampoco se ha utilizado alta tecnología para descubrir qué pasó con el referente geográfico
La Isla Bermeja existió. No es un mito. Nadie protestó por su desaparición en mapas y atlas en el siglo XX, por lo que se presume que nunca estuvo poblada. Su última aparición en la cartografía nacional se dio en el Atlas Geográfico de la República Mexicana, de la Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos de la Secretaría de Agricultura y Fomento. Éste se elaboró en cooperación con el Instituto Geológico de México y data de 1919-1921.
Pese a su desvanecimiento documental, permanece su significado: era un referente geográfico que daba a México la posesión de más de la mitad del Polígono Occidental (u Hoyo de Dona) que comparte con Estados Unidos en el Golfo de México. Al borrarla del mapa, durante la delimitación de las donas, se permitió que Estados Unidos duplicara su extensión en esa zona marítima, cuyo potencial petrolero aún es inexplorado.
La polémica sobre su existencia, desaparición o hundimiento oscila entre las referencias históricas y la desinformación. Al salir a la luz su importancia estratégica –que Contralínea señaló en julio de 2005–, los mexicanos tuvieron información que puso en relieve la escasa transparencia sobre la forma en que negociaron los senadores de la República el Tratado sobre la Delimitación de la Plataforma Continental en la Región Occidental del Golfo de México más allá de las 200 Millas Náuticas con el gobierno de Estados Unidos.
El antecedente inmediato de ese documento internacional data del 4 de mayo de 1978, cuando Estados Unidos y México firmaron el Tratado sobre Límites Marítimos, que quedó sujeto a ratificación del Senado y cuyo canje de instrumentos de ratificación “se efectuará en Washington tan pronto como sea posible”. Para la elaboración de ese instrumento ya no se consideró la ubicación.
Fue hasta el 9 de julio de 2000 cuando en Washington, DC, se firmó, ad referéndum, el Tratado sobre la Delimitación de la Plataforma Continental en la Región Occidental del Golfo de México más allá de las 200 Millas Náuticas con el gobierno de Estados Unidos. Ese Tratado fue ratificado por el Senado el 28 de noviembre de 2000, apenas dos días antes de que Vicente Fox Quesada asumiera la Presidencia de México. El decreto promulgatorio se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 16 de enero de 2001. El 13 de febrero de ese año se publicó, en la ciudad de México, el decreto de ese Tratado; lo firmaron Fox Quesada y Jorge Castañeda Gutman.
El artículo IV del Tratado apunta que, ante la posible existencia de yacimientos de petróleo o gas natural en esa zona no se autoriza ni permite “la perforación o la explotación petrolera o de gas natural en la plataforma continental dentro de una milla náutica, cuatro décimas del límite establecido en el artículo I”.
Derechos históricos
Ante versiones de que la Isla Bermeja no es una isla, sino un islote o peñasco, Manuel Becerra Ramírez, especialista en derecho internacional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refiere que, de acuerdo con la Tercera Conferencia sobre Derechos del Mar de Naciones Unidas, una isla es “todo aquel espacio terrestre sobre el agua, o en el agua, susceptible de ser habitado por el ser humano”.
El académico agrega que una isla también tiene litorales y zona económica exclusiva, por lo que su territorio se agranda: ésa es otra diferencia con los peñascos e islotes. Indica que, en caso de que la Isla Bermeja hubiese desaparecido por causas naturales, –hundimiento o crecida de las aguas marinas–, se debe recurrir al derecho internacional, sus antecedentes en torno a casos semejantes, para resolver esta cuestión de límites.
Cabe citar que los preceptos de la Tercera Conferencia sobre Derechos del Mar, llamada la Constitución del Mar y que firmaron por México José López Portillo y Jorge Castañeda padre, no se consideran obligatorios por parte del gobierno estadunidense. No obstante que representantes de Estados Unidos asistieron a esas negociaciones, no son parte de ese instrumento. Este hecho es parte de la política estadunidense de no reconocer el arbitraje internacional, en este caso, la jurisdicción del Tribunal Internacional de Derecho del Mar.
Con esos antecedentes, sólo le queda a México el camino de la negociación en materia de yacimientos fronterizos, señala Becerra, que estima viable recurrir a una norma del derecho internacional que establece la obligación para los Estados de no afectar los recursos que comparten con otros. “Eso ya ocurre en materia de petróleo”, y sería factible que México apelara a esa disciplina durante la próxima negociación de la Dona Oriental.
Con relación al escenario que habrá en México al fin de la moratoria en 2011, Fabio Barbosa, historiador y experto en reservas petroleras del Instituto de Investigaciones Económicas, dice: “Ya lo dije desde el 5 de julio: no va a pasar nada, porque la señora (Rosario) Green aceptó, siendo canciller de Ernesto Zedillo, que a México le tocara ese territorio en la zona occidental que fisiográficamente se divide en dos zonas: la primera, con profundidades de 1 mil 200 metros y hasta 1 mil 400 metros, y la segunda, que es la que le tocó a México, ubicada a profundidades desde 3 mil metros. Lo que ahí va a ocurrir es que permanecerá intacta hasta que exista la tecnología para explorarla”.
El especialista subraya que el problema existe en la zona que está entre los 122 y 200 kilómetros de la costa. ¿Por qué pasó eso? Pregunta Barbosa y responde enseguida: “porque Green aceptó el método de delimitación propuesto por Estados Unidos, el de la línea equidistante. La equidistancia puede no ser un método equitativo de distribución territorial, de manera que si se hubiera seguido otro método, como el estudio de los sedimentos y del talud, se hubiera hecho una distribución de los recursos, no del espacio geográfico”.
El 26 de mayo de 2003, durante la moratoria que establece el tratado bilateral con Estados Unidos, el gobierno mexicano instaló el Comité de Delimitación de Zonas Marítimas Mexicanas. Esta instancia tiene la responsabilidad de realizar estudios técnicos que el país presentaría ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para delimitar el Polígono Oriental. El Comité es coordinado por la Secretaría de Marina y participan el Inegi y las secretarías de Gobernación; Relaciones Exteriores; Energía; Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; Medio Ambiente y Recursos Naturales. La comisión debía, entre otros temas, “verificar la cartografía en la cual serán presentadas las áreas correspondientes a cada país ante la ONU, y presentar un catálogo definitivo de las islas mexicanas, así como conducir las negociaciones internacionales con Cuba y Estados Unidos para delimitar el control de cada país en el Polígono.
Sin embargo, el 28 de abril de 2004, el Senado mexicano apoyó un punto de acuerdo considerando que “la posesión del petróleo del Golfo de México es del mayor interés estratégico para los Estados Unidos de América”, y que el petróleo mexicano que existe en el subsuelo marítimo del país “corre el riesgo de ser explotado por compañías norteamericanas si no se toman medidas oportunas y adecuadas para la protección de los yacimientos” en el Polígono Occidental.
La Secretaría de Energía –bajo la responsabilidad de Felipe Calderón Hinojosa– “proporcionaría información detallada sobre el proceso de negociación entre México y Estados Unidos para la explotación de los yacimientos petrolíferos transfronterizos ubicados en el polígono occidental, conforme al tratado bilateral”, asimismo, pidió “información detallada” sobre el proceso de negociación entre México, Estados Unidos y Cuba para la delimitación y explotación de esos yacimientos ubicados en el polígono oriental.
Más aún, en su segundo apartado, el punto de acuerdo solicitó a la Secretaría de Marina “información detallada sobre el avance de los trabajos del Comité de Delimitación de Zonas Marítimas Mexicanas relativos al proceso de delimitación de límites de la plataforma continental con Estados Unidos, Cuba, Guatemala, Belice y Honduras”.
Hasta ahora, la respuesta de ambas secretarías y el catálogo definitivo de las islas mexicanas que correspondía elaborar al citado comité, en el que habría de conocerse la definitiva situación o destino de la Isla Bermeja, permanecen ocultos. Fabio Barbosa dice que, ahora que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2009 concedió un incremento para la Secretaría de Marina (Semar), esa dependencia podría emprender una búsqueda de la Isla Bermeja.
De acuerdo con ese Presupuesto, la Semar pasó de recibir 15 mil 757 millones 281 mil 110 pesos a 16 mil 059 millones 281 mil 110 pesos, con lo que también estaría en disponibilidad de difundir el catálogo de islas ya actualizado.
Al respecto, el actual presidente de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados, el legislador Elías Cárdenas, asegura que la ubicación de la Isla Bermeja se marca en el libro Cartografía histórica de las islas mexicanas –editado por la Secretaría de Gobernación, impreso en los Talleres Gráficos de la Nación y producido por Ediciones Tlacuilo, SA de CV, en abril de 1992–, en una serie de mapas, desde los más antiguos hasta los más recientes.
Esos mapas –realizados a lo largo de la historia por navegantes y geógrafos españoles, italianos, franceses, británicos y algunos mexicanos– presentan algunas diferencias de criterio en cuanto a la ubicación de las islas mexicanas, “tal vez por ser un territorio muy bajo, con lo que algunas pueden aparecer o desaparecer”, apunta el legislador del Partido Convergencia. Aún cuando la Isla Bermeja se hubiera hundido en el mar, es viable un reclamo de los derechos históricos de México en cuanto a su territorio en esa zona, para revisar el Tratado que se firmó con Estados Unidos.
La Isla Bermeja fue un referente para los navegantes y expedicionarios del siglo XVII al XX. A pesar de que su tecnología de navegación no era siquiera aproximada a la que actualmente existe, siempre se le representa en dimensiones significativas respecto al arrecife Alacranes. Contralínea encontró rastros documentales de la Isla Bermeja en la primera edición y la reimpresión de julio de 1988 del Atlas cartográfico histórico del INEGI, de octubre de 1985, cuyo registro ISBN es 968-892-5. En sus páginas 50 y 51, el mapa Americae Sive Novi Orbis Nova Descripto, de 68 por 46 centímetros, elaborado por Abrahams Ortelio en 1854, presenta la Isla justo al oeste de la península de Yucatán.
Una segunda representación aparece en las páginas 54 y 55 del citado Atlas, bajo el título Amerique Septentrionale, que elaboró H. Iaillot, en 1694; el original se encuentra en la Biblioteca Nacional de París, Francia. Otro retrato más de la Isla Bermeja aparece en el titulado America Septentrionalis, elaborado por Ionoaes Iansonius, con la anotación “1658?” (sic); el original reposa en la Biblioteca Naziolane Braidense de Milán.
Tras la Isla Bermeja
Conforme a la notificación 30272 de la embajada de Japón en México, el 22 de septiembre de 1993, los gobiernos de México y Japón intercambiaron notas que constituían un acuerdo sobre “cooperación económica para la ejecución del proyecto para rehabilitar el Centro Regional de Investigación Pesquera de Ciudad del Carmen” que se estableció el 28 de enero de ese año.
Ese acuerdo estableció una “donación” que debía ser utilizada por el gobierno mexicano, “apropiada y exclusivamente” para la adquisición de productos japoneses o mexicanos para la ejecución del proyecto de rehabilitación del citado Centro Regional. La única descripción de la naturaleza de la “donación” se encuentra en el inciso “a” del acuerdo, que habla de “productos y servicios necesarios para la reparación del buque de investigación pesquera Onjuku”.
El acuerdo agrega en su segundo punto que no obstante lo estipulado en el numeral uno, “la donación podrá ser utilizada cuando los dos gobiernos lo estimen necesario, para la adquisición de los productos y equipos mencionados” en otros numerales, “cuyo país de origen no sea Japón ni México.
Casi cuatro años después de que el gobierno mexicano recibiera esa donación, el 23 de septiembre de 1977, en el oficio 3010 de la Dirección de Oceanografía Naval de la Dirección de Oceanografía se establece que “el contralmirante C.G. Dem. Dtor. Néstor Yee Amador presentó un informe por escrito al C. Almirante C.G. Dem. Subsecretario de Marina que respondía a la instrucción que recibió mediante el oficio No. 372/97 de ese año, girado por la Comandancia del Buque Oceanográfico H.04 Onjuku” (sic).
La misión que emprendió el 5 de septiembre el contralmirante Yee Amador era “certificar la existencia de la Isla Bermeja y del Banco Arias”, bajo estas coordenadas: latitud 22° (grados) 33’ (minutos), longitud 91° 22W y latitud 24° 05’, con longitud 89° 40’. Esa mañana, a las 7:00 horas, el Onjuku arribó al sitio preestablecido y, conforme al informe, “al efectuar en el área un patrón de búsqueda de 382.5 mn cuadradas (sic) –este dato aparece con lápiz sobre la escritura a máquina del original–, con barrido hidroacústico”, obtuvo un resultado negativo.
El numeral V del informe destaca que en el reconocimiento del área de la situación latitud 24° 05’ y longitud 89° 40’, “la capacidad de la ecosonda que es de 1.5’ (borroso en la copia) metros de detección, fue insuficiente para registrar las grandes profundidades marcadas en la carta SM -900 Canal de Yucatán proximidades, editada en 1997 y actualizada en 1994 (sic)”. La lectura de ese último párrafo es significativa, pues se admite que la tecnología del Onjuku no era capaz de realizar una tarea efectiva como la que se le encomendó.
Ese informe de tres hojas escritas a máquina, se acompaña de dos diagramas: el primero que indica la zona de existencia probable de la Isla Bermeja y otro más con la zona de existencia probable del Banco Arias. Estos documentos, obtenidos por el académico Fabio Barbosa, son copias borrosas e incompletas del informe de la operación de búsqueda del Onjuku, de hace 11 años. Sin embargo, los antecedentes del buque indican claramente que no era el tipo de navío adecuado para tal misión.
Existen buques oceanográficos como el Sarmiento de Gamboa, de bandera española, que en 2004 fue utilizado para ensayos de validación y aceptación de las ecosondas de multihaz, además de que está provisto de equipos de comunicación de banda ancha que permite trabajar a equipos de investigación en tierra y embarcados.
¿Por qué en México no se ha llevado a cabo una investigación científica con ese tipo de buques? Hasta ahora no hay respuesta oficial y, precisamente por ello, el diputado Elías Cárdenas y su jefe de bancada, Alejandro Chanona, solicitaron al director de Protocolo de la UNAM, el 3 de noviembre de 2008, que se explore “la posibilidad de programar un viaje en el buque oceanográfico El Puma –de esa casa de estudios– “al sitio donde señala nuestra cartografía náutica la localización de la Isla Bermeja”.
Ambos legisladores desconocen que el buque escuela El Puma navega por aguas del Océano Pacífico y que es el buque-escuela Justo Sierra el que se asienta en aguas del Golfo de México con actividades estrictamente académicas. Sin embargo, el 25 de junio de 2006, las autoridades universitarias anunciaron una inversión de 30 millones de pesos para incorporar instrumentos científicos y de navegación de frontera para actualizar las investigaciones oceanográficas en el Golfo de México. Fue entonces también cuando se cambió su puerto de origen, de Tuxpan a Coatzacoalcos.

viernes, octubre 17, 2008

Isla desaparecida

1) ¿Puede desaparecer una Isla? En México Si, han desaparecido a la Isla Bermeja, ubicada a 100 millas al Norte de Yucatán y Campeche.

2) ¿Y quienes la desaparecieron? En México los legisladores tienen este poder, y en el caso de la Isla Bermeja , aquellos que participaron en la elaboración del Tratado Clinton-Zedillo, en el cual México y USA pactaron sus fronteras marítimas en el Golfo de México, en ceremonia celebrada en Washington el 9-6-2000; en complicidad con el contralmirante Néstor E. Yee Amador, director general de Oceanografía Naval; y desde luego, hubo mucho mas cómplices en nuestro país.

3) ¿Y para que 'desaparecieron' la Isla Bermeja ? Para que México pierda los derechos de explotar los yacimientos petrolíferos inmensos que alojan aproximadamente 22,600 millones de barriles de petróleo.

4) ¿Y cómo sabemos que la Isla Bermeja existió, o existe? Porque su existencia está debidamente registrada desde el año 1864 en la Carta Etnográfica de México, también en el libro 'Islas mexicanas' editado por la SEP, que en su página 110 la ubica a 22º 33' latitud Norte, y a
91º 22' del Oeste; también algunas agencias federales de USA, entre ellas la CIA reportan su existencia, e incluso una Agencia de Viajes de USA ofrece viajes a nuestra Isla Bermeja.

5) ¿Y no hubo legisladores mexicanos que se opusieran a esta 'desaparición'? Sí, el finado Senador del PAN José Ángel Conchello, se opuso con todas sus fuerzas a este despojo a la Nación Mexicana , pero murió en un extraño accidente carretero, nunca investigado, en el año 1998.

6) ¿Y que pasó con las minutas del Congreso, en donde consta el debate sobre este tratado? Desaparecieron también, aunque esto es un acto ilícito más, incluso, desaparecieron los nombres de los legisladores mexicanos que participaron en este asunto.

7) ¿Y en que me afecta a mí, como individuo, que esta Isla esté desaparecida? Actualmente en México el 40% del presupuesto del gobierno se compone de ingresos derivados del Petróleo y que Hacienda le quita a PEMEX; entonces tú pierdes todo lo que nuestro país, a través de PEMEX, obtendría de ganancias por la explotación de esa inmensa 'Dona petrolífera'; pero no sólo tú pierdes esto, sino tus hijos, nietos, familiares, y toda tu descendencia.

8) ¿Y este despojo a todos los mexicanos es un hecho consumado e irreversible? No, porque la Isla Bermeja allí está, y puedes contratar un viaje a ella en la mencionada Agencia de Viajes que está en USA, por lo que, el tratado Clinton-Zedillo debe anularse para hacer uno nuevo, corregido, y midiendo nuestros derechos en un radio de 200 millas alrededor de NUESTRA ISLA BERMEJA.

9) ¿Y haría esto el Gobierno actual?

10) ¿Y donde puedo saber mas sobre este tema? En los siguientes links:
http://www.poresto.net/index.php?option=com_content&task=view&id=24942&Itemid=37
http://www.contralinea.com.mx/archivo/2005/julio/htm/lglobal/isla_bermeja.htm
http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2008/2008prim/cartas7/mexico-290708.asp

11) ¿Y que puedo hacer? Mucho, empieza por divulgar este despojo, continúa informándote al respecto, y únete a todos los que amamos a nuestra Patria Mexicana, y no nos dejamos engañar por el poder mediático.