domingo, diciembre 17, 2006

Que la prensa mexicana eche sus barbas a remojar

Estados Unidos, entre el imperio y la república

La presidencia de George W. Bush ha abierto muchas heridas en Estados Unidos. Para el escritor estadunidense Gore Vidal no hay duda: "Si el pueblo hubiera tenido una prensa libre y medios de comunicación alertas, Bush ni siquiera hubiera sido elegido". En una entrevista especial para La Jornada, Vidal arremetió contra la administración que gobierna su país, que ha mantenido el régimen totalitario establecido desde la Segunda Guerra Mundial con Harry S. Truman.

La guerra de Bush en Irak ha costado mucho a Estados Unidos. No sólo se trata de las pérdidas humanas y económicas que conllevan una operación bélica de esa magnitud y la pérdida de liderazgo ante el chasco en que se ha convertido esta campaña. Como señala Vidal, uno de los más duros críticos de Bush en su país, los medios de comunicación estadunidenses le han hecho el juego en temas tan importantes como el conflicto en el Medio Oriente o los atentados contra las libertades individuales por normas como la llamada Ley Patriota, con lo cual han violado derechos humanos de los ciudadanos.

Ciertamente, la actuación de la prensa en estos años ha sido infame. Basta con tomar varios ejemplos de la cobertura del conflicto iraquí. En los días posteriores a la invasión, en los medios internacionales se auguraba una catástrofe para Estados Unidos y para los iraquíes. Muchos de esos medios cumplen con su trabajo y han reportado las atrocidades cometidas por el país invasor y sus aliados y por la resistencia y los distintos grupos guerrilleros que operan ahí. Sin embargo, la prensa estadunidense se ha limitado a avalar las acciones de Washingon, ocultando información importante a sus lectores.

De acuerdo con varios informes, incluso del Pentágono, la parte visible del iceberg que encontramos en la prensa oficial, como los atentados contra los civiles, representa sólo 30 por ciento del total de los ataques. Estos reportes agregan que los medios estadunidenses ha omitido reportar cifras como los 650 mil civiles muertos desde el comienzo de la invasión.

Como consecuencia, el pueblo estadunidense ha vivido la guerra de Irak desinformado. "La mayoría desconoce la historia, la geografía, la religión y lo que pasa en el mundo", aseguró Vidal.

Esto no va a cambiar hasta que "los medios se interesen más en la república y menos por las ganancias", afirmó.

Esta manipulación y desinformación no es nueva. La imagen del ex presidente Harry S. Truman es un buen ejemplo de ello: para los estadunidenses, este político fue afable y bonachón, pero "fue él quien terminó con la república y nos colocó en esta ola de conquista".

El escritor denunció que, desde entonces, la política exterior estadunidense se ha convertido en el mal del mundo. "El Memorando 68 de 1950 resolvía estar perennemente en guerra contra alguien". En esos años fue el comunismo, ahora la guerra contra el terrorismo. El fin es el mismo: la dominación del imperio.

La situación en ese país es peor aún si se considera que sus instituciones principales experimentan severas crisis. El colegio electoral, por ejemplo, permitió en 2000 el fraude que llevó a la presidencia a Bush, en perjuicio de Al Gore. Esto, agregó Vidal, ha convertido a Estados Unidos "en una nación bananera sin plátanos que vender. Ese es nuestro mayor problema ahora".

Estados Unidos parece entrar en una nueva etapa, la derrota republicana en los comicios de noviembre pasado, la abrupta caída de popularidad del presidente y una nueva generación de políticos de los dos partidos­ podría asegurar el fin de la era Bush. Sin embargo, para recuperar la república se necesita mucho más. Para empezar, una prensa libre que no le haga el juego a los poderes vigentes. Después de todo, como subrayó Vidal, no se puede levantar un imperio y una república al mismo tiempo.

Que la prensa mexicana eche sus barbas a remojar y reflexione si quiere seguir siendo corresponsable de la crisis política y económica de nuestro país. Hasta ahora seguimos fielmente sus pasos: fraude, prensa cómplice del gobierno, ocultamiento a la población de lo que realmente sucede... lo cual indica que probablemente terminaremos en el desastre en el que están los Estados Unidos.

Parafraseando a Gore Vidal en: "Si el pueblo hubiera tenido una prensa libre y medios de comunicación alertas, Bush ni siquiera hubiera sido elegido", podríamos decir: "Si el pueblo hubiera tenido una prensa libre y medios de comunicación alertas, el fraude no se hubiera cometido y Calderón no estaría usurpando el poder".

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