Gloria Muñoz Ramírez
Nuevamente son los pueblos originarios de América Latina los que resienten y resisten los embates neoliberales. El pueblo u'wa, en Colombia, enfrenta hoy los proyectos de exploración y explotación petrolera que atentan contra sus territorios ancestrales.
La postura de los u'wa es clara: "como pueblo indígena autóctono y milenario tenemos derecho a la libre autodeterminación, por tanto, vetamos de plano el proyecto petrolero Siriri y Catleya, y todo proyecto de explotación de recursos naturales renovables y no renovables que se piense ejecutar en nuestro territorio sagrado, Kerachikara".
El pueblo u'wa no reivindica la autodeterminación como independencia de Colombia, sino como derecho pleno del ejercicio de su autonomía dentro del ámbito nacional. "Si no existe la facultad de elección y decisión, no puede concebirse la libre determinación (...) Una cosa es definir a priori y arbitrariamente que para los indígenas la libre determinación es sólo 'interna' y otra es decir que el derecho a la libre determinación puede ejercerse internamente, como régimen de autonomía aceptado libremente por las partes", explican los u'wa. No hay propósito separatista, enfatizan, pero sí el reclamo de autonomía. El pretexto del "peligro" separatista, afirman, "es inadmisible e injusto". (Cualquier semejanza con la realidad mexicana no es mera coincidencia.)
A través de la organización indígena Asou´wa trascendió que desde el 17 de enero pasado, 150 tractomulas ingresaron al territorio del pueblo u´wa para transportar el equipo que perforará, en tierras de su propiedad, el pozo Gibraltar 3. Ante esta situación, los u'was organizan ya la resistencia, acompañados de un grupo de ambientalistas que rechazan la decisión gubernamental y exigen suspender las actividades de perforación.
El territorio ancestral u'wa es reconocido formalmente desde 1802 por la Cédula Real, expedida por la corona española y entregada a la "nación Tuneba" (o pueblo u'wa, en el lenguaje jurídico y político actual). Esos derechos se confirmaron en leyes posteriores, que les confieren a este pueblo el derecho a su tierra ancestral, incluidos el suelo y subsuelo, de acuerdo con información proporcionada por Asou'wa.
Para poder llevar a cabo las actividades petroleras dentro de este territorio, se ha denunciado que el gobierno colombiano intimida a las comunidades indígenas locales de Cubará y a sus vecinos campesinos, utilizando aviones y helicópteros, que desde el 16 de enero están sobrevolando las tierras u'wa, además de las campañas en medios de comunicación, en las que se equiparan los intereses de las empresas petroleras con los intereses de la nación, desapareciendo, obviamente, los derechos de los indígenas, la autonomía de los pueblos y la diversidad cultural de Colombia.
El progreso, por así decirlo, no llegará a los pueblos de la mano de las multinacionales petroleras. De continuar los proyectos de exploración y explotación de los recursos naturales del subsuelo "se atentará contra la vida física y cultural de los u'wa y se les condenará a desaparecer como cultura, como pueblo..."
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