Nos envía Mary:
Este es el título del nuevo himno de alabanza de los fascíficos a su santo actualmente preferido: OSAMA, porque les está concediendo un antiguo deseo: ser un estado de la Unión Americana.
1 Desde el siglo XIX, recién concluida (de la peor manera) la guerra por la independencia, los fascíficos de entonces querían para México un gobierno conservador y un pueblo agachón. En su lucha, intentaron coronar en dos ocasiones a un emperador: Agustín de Iturbide (el patrono más admirado de los frascíficos mexicanos) y Maximiliano de Hapsburgo (un pobre iluso que se topó con el indio Juárez).
2 Otro, que no se coronó como emperador, pero que fungió como tal, fue Porfirio Díaz. En su reinado proliferaron las ansias y expresiones más afrancesadas: lo francés era lo máximo. Pero los fascíficos porfiristas tenían, al mismo tiempo, un ojo al gato (lo francés) y otro al garabato (o sea, lo gringo).
3 Algunos hombres prominentes se disfrazaron entonces de jefes revolucionarios y se institucionalizaron luego como gobernantes. Como tales, tuvieron algunos aciertos y muchos desaciertos. En esa época quesque eramos muy nacionalistas; lo mexicano, muy acá.
4 Algunos descendientes de las elites revolucionarias, que no el mero pueblo, acabaron de deslumbrarse con el “american way of life” a raíz de que los gringos lograron hacer creer que ellos eran los que, solititos, le habían dado en toda la madre a Hitler.
5 Y desde esos años no ha cesado de crecer en cantidad y en intensidad el deseo de los fascíficos de que México sea anexado a los Estados Unidos como estado, como colonia, como sea, pues
6 Por eso hoy cantan gozosos, porque osama, este ex(?)-amigo del sucio bush ha amenazado con atacar tanto a Canadá como a Venezuela, como a México, y…
7 Puesto que México no está preparado (a decir de los noticiosos) para repeler un ataque, una invasión ya veremos como los gringos se aprestan a defendernos y, de paso, a
8 Apropiarse, de nuestro petróleo primero y finalmente de todo el territorio y así completar el despojo del siglo XIX que Santa Ana (otro que se creyó emperador) tuvo a bien permitirles a los gringos.
9 ¿Seremos colonia, seremos estado de Estados Unidos? Oh, ¡qué importa!, seremos ciudadanos de la nación más rica más poderosa y más odiada del mundo, y por eso
10 ¡Fascíficos mexicanos, uníos! Y cantad ¡Hosanna, Osama, Hosanna!
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