Por Alvaro Cepeda Neri
Prólogo Político
I.- Los trabajadores de las organizaciones contrarias a las siglas de la CTM y sus filiales como el STIR (la primera dirigida por Gamboa Pascoe y la segunda por Ricardo Acedo Samaniego, dos títeres, otra vez, manejados y controlados por el calderonismo), salieron a protestar para demandar a lo que tienen derecho y que es obligación gubernamental atender y resolver.
II.- Esas exigencias son: aumento general de emergencia de los salarios, control de precios a 34 artículos de la canasta básica, programa de apoyo a la producción de granos básicos, aplicación de la ley a los especuladores, programa de recuperación salarial y del empleo y renegociación del capítulo agropecuario del TLC. No se trata, dicen, de pedir favores, sino demandar el cumplimiento constitucional.
III.- La manifestación, minimizada o casi ignorada por los medios electrónicos, pero cuyos testimonios están en la prensa escrita, ha sido la primera contra el calderonismo. éste que no tiene oídos para la oposición, a la que desprecia y subestima, se la ha pasado congraciándose con los militares, para tener de su parte no a una fuerza legitimadora, pero sí puede ser virulentamente represiva.
IV.- El caso es que los obreros organizados en la oposición, al recoger las inconformidades nacionales, se decidieron a ganar la calle para recordarle a Calderón sus demandas, en el contexto de los derechos de petición, de manifestación y laborales (artículos: 8, 9 y 123 de la Constitución Política) y, sin embargo, los calderonistas no se dieron por enterados, además de que nada les importa.
V.- A la mejor el calderonismo apuesta a que en nuestra sociedad, al parecer, la rebelión del pueblo es ya cosa del pasado y a festejar con los bicentenarios de la Independencia y la Revolución, cuando masivamente se fue levantando la nación para, finalmente, deshacerse violentamente de quienes gobernaban como si nada pasara en la población o ésta estuviera totalmente sometida e indiferente.
VI.- A la mejor y los calderonistas tienen dones de adivinos y saben lo que puede pasar o no pasar en el presente y el futuro inmediato. Y que sea verdad que en nuestro país no hay sociedad civil en constante alerta para defender sus intereses, por lo cual los gobernantes nada temen y se comportan sin ocuparse de atender y resolver los problemas que agitan o al menos inquietan a los gobernados.
VII.- Tan así que Calderón por medio de su vocero y secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, en respuesta a las demandas laborales, les dijo que no se pueden solucionar, pero callando el aumento de diez veces más el salario mínimo a las Fuerzas Armadas. Fue un monólogo el que sostuvieron los representantes sindicales con el funcionario de marras, y por eso advierten que protestarán.
VIII.- El como si nada pasara en las filas de los trabajadores, refleja que la derecha-panista-calderonista continuará, como el foxismo, poniéndose de parte de los patrones-empresarios para que la macroeconomía siga concentrando la riqueza en un multimillonario, Slim, y 300 ó 500 millonarios, mientras el empobrecimiento masivo sigue poniendo en una alternativa a la nación.
IX.- Esa alternativa consiste en que los obreros del país opten por sobrevivir en la pobreza y la miseria o de una vez por todas salir de sus lugares de trabajo para manifestarse con toda la fuerza sus 36 millones de obreros. Si no hay sociedad civil, entonces no habrá protestas multitudinarias. Si la hay, como lo parece, entonces, pues, en breve tendremos un paro nacional.
X.- Ejercer la democracia directa o sea cuando los ciudadanos deciden actuar, por su cuenta y riesgo, es la única manera que parecen atender y entender las élites económicas que se enriquecen con la explotación de los trabajadores, como quienes integran las cúpulas políticas en la democracia indirecta. Nuestros representantes ni oyen ni ven lo obvio: se gesta una rebelión nacional y los festejos de los centenarios, en lugar de fiesta, se pueden convertir en drama social y funerales.
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