El costo anual representa 4% del PIB mundial, señala
Propone remuneración adicional por "trabajo riesgoso"
CAROLINA GOMEZ MENA
El organismo llamó a los gobiernos a dejar atrás los discursos y garantizar la seguridad en las empresas. La imagen, en las obras del segundo piso, en Periférico Foto: José Carlo González
Los accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo a escala global tienen un costo 20 veces superior a la ayuda oficial para el desarrollo, es decir, casi 4 por ciento del producto interno bruto mundial, indicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el informe Lugares de trabajo seguros y sanos: hacer realidad el trabajo decente, el organismo puntualiza que cada año mueren 2.2 millones de personas por enfermedades y percances relacionadas con el trabajo. La cifra es 10 por ciento superior a los cálculos que había realizado previamente.
En tanto, unos 270 millones de trabajadores sufren lesiones graves no mortales y otros 160 millones desarrollan padecimientos de corta o larga duración por causas relacionadas con su actividad laboral.
No obstante, la OIT subraya que en los años recientes ha habido mejoras en este aspecto en naciones como Tailandia, donde la tasa de accidentes se redujo de 40 a 29 por cada mil trabajadores entre 1997 y 2004.
Los percances siguen ocurriendo pese a que la mayoría son prevenibles y a la existencia de una gran cantidad de normas internacionales para enfrentar esta situación, señala el organismo en su informe, elaborado para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo el próximo 28 de abril.
Un empleo sólo puede ser decente si también es seguro y sano, refiere la OIT, organización que encabeza también una campaña de promoción en favor del trabajo digno y bien remunerado.
Beneficios del trabajo seguro
En 2007 el lema del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo será Lugares de trabajo seguros y sanos.
En este contexto, el organismo dependiente de la ONU insiste que gobiernos, empleadores y trabajadores deben asimilar los beneficios que conlleva para empresas y naciones realizar actividades laborales "seguras, sanas y decentes".
Reitera que la seguridad y la salud en el trabajo está estrechamente ligada a la protección y al diálogo social satisfactorio, y añade que la supervisión es clave para hacer efectiva una política mundial de seguridad en los centros laborales.
También alerta sobre la relación que tienen el empleo informal, la terciarización del trabajo y los contratos de corta duración con la merma de la seguridad y salud en los centros laborales, y manifiesta que en sectores se presentan las tasas más elevadas de accidentes.
La OIT asegura que, en general, los trabajadores con menores remuneraciones están más expuestos a riesgos, y precisa que lo óptimo sería que el empleador elimine el peligro de las actividades que realizan las personas. Ante esta situación, sugiere que los trabajadores reciban al menos una "compensación por condiciones de trabajo inseguras" y que se les brinde información sobre las prácticas que pueden aplicar para reducir el riesgo, además de sus derechos laborales.
El organismo reitera que la "educación, la formación y la información son fundamentales para promover la seguridad y la salud en el trabajo", e insta a gobiernos y empleadores a "pasar de la teoría a la práctica", porque ese es el "paso decisivo a la hora de hacer de los lugares de trabajo entornos más seguros".
La avaricia es la razón por la cual las empresas exponen la vida de los trabajadores, no hay de otra.
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