Ruth Fernández
UNIÓN. Trabajadores en lucha de Barcelona han sumados sus fuerzas./Martín Vega
Mucho ha pasado desde que el 1 de mayo de 1886, las protestas de más 340.000 obreros estadounidenses y las muertes causadas por la represión policial dieran origen a la celebración del Día Internacional del Trabajo. Se han obtenido importantes logros. Pero otras conquistas empiezan a perderse. La jornada de ocho horas, que figuraba como principal reivindicación que dio origen a las protestas estadounidenses, se incumple hoy reiteradamente. Y nuevas realidades sociales y económicas hacen aumentar la precariedad en los puestos de trabajo y la calidad de vida. Conflictos ante los que los sindicatos tradicionales no parecen encontrar respuesta. Cada vez más, colectivos como jóvenes precarios, inmigrantes sin papeles o víctimas de la especulación apenas se sienten representados por los discursos del primero de mayo. De ahí, con ánimos de recuperar la combatividad perdida y denunciar las nuevas lógicas de explotación, surge el May Day o primero de mayo alternativo. La primera convocatoria fue en Milán en 2001. En 2006 se celebró en 12 ciudades. En Barcelona, una de las ciudades donde más impulso ha tomado esta iniciativa, se pretende este año superar las dificultades de visibilidad social. Para 2007 la convocatoria ha sido impulsada por trabajadores en lucha de diferentes empresas cuyas demandas se ven constreñidas por las grandes centrales sindicales. Desde estas “empresas en lucha” se llama a todo tipo de colectivos a sumarse a las peticiones del May Day, como la aplicación completa e inmediata de la directiva europea sobre trabajo temporal, la libertad de movimiento y derechos sociales o el cierre de los centros de detención de inmigrantes. Participan en ellas también colectivos como Papeles para Todos o V de Vivienda, impulsores también del May Day barcelonés. Se trata, explican, de sumar fuerzas. Para V de Vivienda, el May Day supone una ocasión excepcional para expresar su indignación contra la subida de precios de los pisos en contraposición a los salarios laborales.
En Andalucía, tras el éxito de participación de anteriores ediciones en Sevilla, el May Day de 2007 se traslada a Málaga, donde se realizarán acciones de calle y manifestaciones, así como proyecciones y un concierto reivindicativo. El objetivo, lograr “cinco días de lucha y ‘creacción’ colectiva contra la precariedad, la especulación, por la vivienda y nuevos derechos laborales y sociales” en los que se espera reunir a los “precarios rebeldes de toda Andalucía” del 28 de abril al 1 de mayo.
Para esa fecha, también el colectivo MayDay Madrid ha llamado a salir a las calles “por un primero de mayo diferente”. “Necesitamos dotarnos de un 1 de mayo no para los empleos de ayer, sino para las precariedades de hoy”, señalan.
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