Julio Hernández López
Tal como es obligado en toda creación gordillista, el llamado cuarto Congreso Nacional de Educación fue un descarado acto de simulación. Alrededor de 4 mil personas de todo el país fueron reunidas los pasados 21 y 22 en Tonatico, estado de México, para darle marco de presunta participación democrática a conclusiones previamente establecidas por la elite sindical.
La farsa comenzó con un "comité evaluador" que seleccionó de entre unas 34 mil ponencias las que a su juicio merecían ser llevadas al escenario de mala teatralidad de un "congreso" nacional (fueron dos, en realidad: el cuarto sobre educación y el segundo de "padres y maestros") en el que no hubo auténtica discusión ni análisis, más interesados los organizadores en hacer que el tiempo corriera en asuntos protocolarios que en verdaderas sesiones de trabajo, la vista puesta más bien en evitar posibles protestas públicas de los opositores al charrismo de la profesora Elgang Ster (el juego de palabras, al estilo Chicago, es una cortesía de Jaime Muñoz, el notable articulista de La Opinión Milenio, de Torreón, Coahuila).
Los dos días de reunión se consumieron en inaugurar y clausurar el supuesto congreso. El primer día, los viajeros fueron instalados en el centro deportivo de Tonatico, tres horas antes de que llegaran Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo, quienes consumieron casi una hora y media en la ceremonia de elogios mutuos y compromisos a cuenta de favores intercambiados. De allí fueron llevados a una comida en el hotel Marriot y en la hacienda San Diego, donde luego hubo largas filas para el registro y la emisión de credenciales de los delegados. Enseguida se acomodaron en las "mesas" donde, luego de la toma de fotografías que daban testimonio de que se estaba "trabajando", fueron planteados los temas de discusión, proceso que duró no más de una hora, pues había llegado el momento de la cena y el fin del primer día de actividades.
En el segundo día hubo desayuno, reinstalación de las míticas mesas de trabajo, presentación de un "documento prelaborado de sistematización" que sobre las ponencias redactó la cúpula del SNTE y, una hora después, el "debate y análisis" terminó. Los delegados fueron llevados al centro deportivo de Tonatico, donde, a las 12.30 horas, comenzó la ceremonia de clausura en la que ¡se leyó una relatoría de las 'conclusiones de las mesas de trabajo'!
En realidad, el "congreso" sirvió de escenografía para los discursos inaugurales de Calderón y Gordillo. Los delegados fueron circunscritos a la trascendente tarea de desayunar, comer, cenar, dormir y hacer como que comenzaban a discutir lo que ya estaba impreso y empastado. Pero de lo que se trataba era de preservar el poder, pues el "congreso" sienta las bases para las próximas elecciones sindicales. Y, desde luego, el escenario de simulación sirvió para que Felipe y Elba Esther confirmaran en público sus amoríos políticos (que procrearon, entre otras linduras, las del 2 de julio de 2006) y sentaran las bases de una "reforma educativa" que, como las modificaciones a la Ley del ISSSTE, ha sido pensada en función de los intereses del grupo que domina al SNTE y, en especial, de su democrática y honesta dirigente, la vicepresidenta B Gordillo (el A es Mouriño).
Astillas
En el feudo de Carlos Herrera Arluce, quien ha sido el jefe de jefes de Gómez Palacio, Durango, una de las ciudades que conurbadas forman la Comarca Lagunera, Felipe Calderón se mostró subrayadamente enérgico (con golpes de dedo en el atril) en defensa de la cruzada militar contra el narcotráfico, que el Congreso federal le ha pedido constreñir a lo civil. Herrera Arluce fue atacado en días pasados por pistoleros que dispararon contra su camioneta blindada. La larga hegemonía del priísta Herrera Arluce (dos veces presidente municipal de Gómez Palacio, precandidato a gobernador, padre de la diputada federal Leticia Herrera) pretende ser ocupada por una nueva clase empresarial y política panista, en la que destacan personajes emparentados políticamente -compadrazgos- con el nuevo poder federal o prestadores de servicios legislativos que ahora buscan la corresponsalía diplomática mexicana en las oficinas centrales del Hola! No es a la lucha contra el narcotráfico a lo que se oponen ciudadanos e incluso diputados y senadores, sino al uso del Ejército en tareas que no le competen y que acabarán desgastando y comprometiendo a las fuerzas armadas, y al uso de la violencia institucional para instalar nuevos gerentes de la riqueza ilegal. Por lo demás, mal hace el Presidente LegaL (PLL) al tachar casi de traidores a la patria a quienes no piensan como él. Los heroísmos a cuenta de muertes ajenas no son signo de valentía ni es republicano el azuzar a los "ciudadanos" para que le digan a los legisladores del PRD y el PRI lo mucho que han sufrido a causa del narco, porque en esa división social alentada por Los Pinos (y, desde antes, en la campaña presidencial) bien podrían toparse los panistas con el rosario de reclamos por lo que están haciendo en terrenos oscuros en aquella región lagunera... Rocío Hernández Maldonado es voluntaria del Jardín Botánico de la UNAM, en especial de la Unidad de Propagación de Cactáceas y, con esa autoridad que este tecleador le reconoce, protesta porque aquí se ha escrito sobre Manuel Espino asociándolo con tales especies vegetales en cuyo nombre ella se permite hablar: "Así como la (...) ingada niega ser la madre de políticos y ex presidentes, las cactáceas reniegan de cualquier parentesco y similitud que se haga entre ellas y Manuel Espino; ya no lo hagas, Julio, por favor. Sería conveniente intentar la analogía con las espinas de los pescados que se encuentran en los basureros, quizás ellas no tengan quién las defienda ante tremenda ofensa". Tiene razón Rocío: perdón, cactáceas...Y, mientras la fiscalía Televisa de delitos electorales sigue ignorando las acusaciones de Espino (de pescado) contra Mouriño-Los Pinos, ¡feliz fin de semana, sin deditos golpeadores!
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