viernes, mayo 11, 2007

¿Somos el eslabón débil de la integración latinoamericana y el Caribe? (Argentina)

Guillermo F. Parodi
Rebelión

Frente al triunfo de la derecha en Francia, explicado claramente por el temor de los burgueses franceses al desborde de la inmigración que Sarkozy supo reprimir de manera contundente, no hay más esperanza para los altermundistas que Latinoamérica. Y fundamentalmente las esperanzas se cifran en el movimiento racional y humanista que se está expresando a través del ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas), sus aliados y simpatizantes. Y,… ¿quién es el pilar del ALBA? Naturalmente que Hugo Chávez y el pueblo bolivariano, que amén de no estar solo tiene un mentor, el Comandante Fidel Castro Ruz.

A Venezuela y Cuba los acompañan ya: Bolivia, Nicaragua y Ecuador. El ALBA no es solo un mercado es una verdadera unión. No se basa en la competencia sino en la complementación y en la solidaridad. No se queda en el comercio sino que además se lanza a la creación del Banco del Sur para liberarse de las nefastas influencias de los organismos multilaterales creados en Bretton Woods. Tiene también sus simpatizantes: Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que ya se están beneficiando de sus principios, y que, pasito a pasito, a través de la entrada de Venezuela al MERCOSUR muestran su “animus societatis”.

Pero hoy nos surge una terrible preocupación. Esa preocupación se llama Argentina. ¿Será el eslabón débil de la integración?

Hay amigos y enemigos de la integración. Un enemigo es el gobierno de los EE UU que vio su plan hegemónico del ALCA sucumbir en la Cumbre de Mar del Plata. No se rindió, es cierto, sigue con las propuestas más peligrosas pero más factibles de los acuerdos bilaterales. Perú con Alan García está deseoso de firmar un TLC con los EE UU y Uruguay está cerca aunque su gobierno está un poco limitado por pertenecer al MERCOSUR.

No sé que tan pertinente sea agregar en este espacio que el pasado 25 de abril la Sra. Fernández de Kirschner estuvo en México y se reunió con Carlos Slim (el 2o. hombre más rico del mundo) y Emilio Azcárraga (Televisa), fuerzas oligarcas del país, y después expresó en el Senado que "llegó la hora de aprovechar la 'la oportunidad histórica' para profundizar la relación bilateral" cuestión que no dejó de extrañar a los mexicanos, cuando el gobierno es espurio, aliado a las fuerzas de ultraderecha internacionales, simpatizante de los TLC, y público denostador de los gobiernos sudamericanos que luchan por liberarse de la dependencia de Estados Unidos.

Pero hablar de los EE UU y hablar del Israel no es muy diferente. Existe un término utilizado en Argentina en la época de Menem para caracterizar su relación con los EE UU que suena mal pero es “vox populi”, es el término “relaciones carnales”. Lo que es bueno para Israel es bueno para los EE UU, es una frase que el lobby israelí consiguió imponer en las mentes estadounidenses.

Por alguna oscura razón de Estado o personal el matrimonio Kirchner se ha hecho filo-sionista. Por allí salió que era por la complementariedad de las economías argentina e israelí, aunque no es un argumento convincente ya que muchos países satisfacen esa condición y no implican una enemistad transitiva, como la que está sufriendo EE UU por el apoyo fuera de toda razón práctica a las agresiones a Palestina, al Líbano y a la inducida agresión a Irak.

El periplo de la Senadora Nacional Cristina Fernández de Kirchner, con publicitadas reuniones con entidades sionistas, e incluso habiendo llegado a manifestar su interés en reconciliar a Hugo Chávez con esa comunidad muestra, sin ambages, una voluntad fuerte de ganar los favores del Estado de Israel.

Además Argentina se está comprometiendo en demasía con la alianza evidente con Israel a través de decisiones políticas respecto de temas legales por los ataques a la Embajada de Israel y a la AMIA, que pueden constituirse en un “casus beli” de Israel contra Irán. Argentina no puede ni debe implicarse en una acción de esa envergadura a través de juicios de dudosa validez, ya que cualquier especialista descartaría los aportes de servicios de inteligencia extranjeros como la Mossad, el FBI y la CIA, que evidentemente no son neutrales.

Israel es un país muy especial, tan especial que hace lo que quiere. El derecho internacional no se le aplica. Su historia reciente, es muy dolorosa. Pero no muy dolorosa para Israel, es dolorosa para todas sus víctimas empezando por los palestinos, siguiendo con los libaneses, luego con los iraquíes y la lista se puede extender a todos los Estados que se atrevieron a enfrentarlos. Oscura es también la creación del Estado cuyos “padres fundadores” eran verdaderos terroristas, que se destacaron con el asesinato del conde Folke Bernadotte enviado de las NN UU para tratar de contener la primera guerra árabe israelí (1948). Oscura es también la violación de la soberanía argentina cuando agentes israelíes secuestraron a Eichmann en Argentina [1] y lo llevaron a Israel para ahorcarlo. No respetan nada, es cierto, no existe el derecho aplicable para ellos, solo su prepotencia.

Las Resoluciones de la ONU no tienen importancia, no cumplieron con 65 resoluciones del Consejo de Seguridad [2] y 32 veces se ampararon en el veto de los EE UU desde 1982 [3].

El tema del lobby israelí en los EE UU fue tratado por muchos calificados estudiosos. Existen dos artículos contundentes escritos por intelectuales de valía académica, que muestran que darle paso al lobby israelí es más peligroso de lo que puede pensarse. Me refiero al Debate entre James Petras y Norman Finkelstein, El lobby de Israel en USA [4] y al seminal El Lobby israelí y la política exterior estadounidense, de John J. Mearsheimer y Stephen M. Walt [3]. La lectura atenta de ambos documentos muestra que en los EE UU el lobby llega incluso a hacer actuar a países como los EE UU, potencia hegemónica bélica y económica indiscutida, en contra de los intereses de su propio pueblo. Si a los EE UU les hacen eso, ¿qué no le hará el lobby a Argentina?

Los ciudadanos informados bien sabemos que la guerra con Irak no fue solo por el petróleo, fue fundamentalmente porque al lobby le molestaba un país que defendía a los palestinos [4]. Este dato es fundamental.

Como indujeron a los EE UU a atacar a Irak, qué les costaría enfrentar a Argentina con Venezuela. ¿Por qué Venezuela? Porque Venezuela juega un papel importantísimo no solo en Sudamérica y el Caribe, sino a nivel mundial, por ser el país líder de una transformación revolucionaria y no violenta. Venezuela además en un alarde de valentía y lucidez condenó las matanzas de inocentes en el Líbano. Venezuela además tiene acuerdos con Irán (que el lobby está queriendo eliminar), país demonizado por enriquecer uranio para fines pacíficos, que aunque fuéramos mal pensados podríamos citar al jefe de los servicios de inteligencia norteamericanos Michael McConnell, que declaró que Irán, si lo quisiera, solo podría fabricar una bomba nuclear en 2015 [abc].

Las Instituciones argentinas son débiles. No son como las de los EE UU que pese a tener a un demente como presidente siguen funcionando. Argentina es vulnerable. Argentina fue y es un bocado preciado para los sionistas. La historia presenta a Argentina y a Uganda como candidatos desechados para establecer el Estado de Israel.

Las señales son inequívocas. Las causas de los atentados de la Embajada Israelí y de la AMIA, se sustentan en informes de la Mossad , el FBI y la CIA. ¿Qué? Sí, absolutamente cierto. Ningún niño con alguna formación aceptaría tamaño disparate jurídico. Pero la Argentina de Kirchner sí. Argentina toleró además que agentes de la Mossad atacaran a funcionarios de la embajada de Irán montados en veloces motocicletas. Un funcionario de la embajada iraní fue atacado por un par de motociclistas el día siguiente al atentado (¿qué pruebas podrían tener?) y recibió cinco balazos, le salvaron la vida con una delicada operación y su postoperatorio lo pasó en un avión rumbo a su país. O sea Argentina sabe y tolera que agentes extranjeros y peor aún de un país que no respeta leyes realicen incursiones armadas en sus tierras.

En ese contexto, si admitimos a un lobby israelí sin límites de dinero y ambiciones afianzado en Argentina. ¿Impedirá la tan ansiada construcción de la Patria Grande de Simón Bolívar? Con toda seguridad, sí. ¿Conseguirá o no que Argentina ataque a Venezuela por ser un país molesto para Israel? Si no ponemos ningún freno: ¡la razón y la experiencia dicen que sí!

Los ciudadanos de a pié, y los ciudadanos que nos jugamos gritamos ¡NUNCA!

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