Sarukhán reconoce que se solicitó apoyo contra el narco; niega que sea otro plan Colombia
México debe involucrarse en el proyecto de una policía hemisférica, asegura Jerry Weller
ANDREA BECERRIL
Austin, Texas, 9 de junio. El embajador de México ante Estados Unidos, Arturo Sarukhán, confirmó que el gobierno de Felipe Calderón negocia con la administración de Geroge W. Bush el incremento de la asistencia y apoyo de Washington para el combate al narcotráfico, pero rechazó que se trate de un plan similar al que se aplicó en Colombia.
Mientras, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Silvestre Reyes, reiteró a los diputados y senadores mexicanos -durante una reunión a puerta cerrada- que hubo una petición concreta del gobierno de Calderón para un mayor respaldo en la lucha contra el crimen organizado, y luego, en conferencia de prensa, precisó que Estados Unidos puede proporcionar a México equipo "tanto militar como para las agencias de las fuerzas del orden, además de capacitar a cuerpos policiacos y brindar tecnología en materia de comunicaciones".
Antes, durante la inauguración de la 46 Reunión Interparlamentaria, el representante republicano por Illinois, Jerry Weller, señaló que deben donarse a México "mejores aeronaves y todos los instrumentos necesarios" para vencer el tráfico de drogas, ya que también están en riesgo las instituciones y la seguridad de Estados Unidos.
Pedirán cuentas
Por la mañana, el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, quien sólo asistió a la apertura del encuentro, advirtió que por medio de la Comisión Permanente le demandarán a Calderón información precisa y clara sobre las negociaciones con Estados Unidos, ya que si bien se requiere una estrategia conjunta y mayor cooperación para enfrentar el problema, ésta no puede fundarse en la pérdida de la soberanía nacional.
Los perredistas Raymundo Cárdenas y Tomás Torres difirieron de la versión del embajador Sarukhán, ya que consideraron que si bien la presencia militar estadunidense en territorio mexicano está desechada, se pretende poner en marcha una "réplica" del plan Colombia, como lo demuestra la "donación de equipo para la intercepción y el espionaje telefónico" que le hizo George W. Bush a Calderón Hinojosa.
El diputado Cárdenas hizo notar que hay indicios de capacitación a militares, a integrantes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y de los demás organismos del ramo, sin que se haya informado de ello al Congreso.
En entrevista, el embajador Sarukhán no quiso dar más detalles del asunto, ya que, argumentó, debe haber "cierto grado de discreción" en ese tipo de negociaciones, que no pueden ser ventiladas en los medios ni dar indicios al crimen organizado "del tipo de estrategias que estamos llevando a cabo para confrontarlos".
La revelación que un día antes formuló el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Silvestre Reyes, en el sentido de que analizan la petición que dos o tres meses antes formulara "la administración de Calderón" de mayor respaldo para poder enfrentar al narcotráfico y en general al crimen organizado, generó polémica y desplazó a los demás temas durante la 46 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos.
Luego de la inauguración, el embajador Sarukhán sostuvo que es "absolutamente falso" que "el esquema de cooperación internacional que estamos articulando se asemeje al plan Colombia", ya que éste "tenía un componente de presencia militar estadunidense, factor que "de ninguna manera se ha contemplado en el diálogo que estamos llevando a cabo" con la administración Bush.
Ante la insistencia de los reporteros, señaló que entre lo negociado está mayor capacitación para los cuerpos policiacos, transferencia de recursos, intercambio de información de inteligencia en tiempo real, con el propósito de ayudar a que las autoridades mexicanas, con plena soberanía, hagan su trabajo, pero, agregó, "no voy a dar detalles de un proceso que apenas se ha iniciado".
Pero no sólo los reporteros, también los legisladores y el propio Beltrones preguntaron a Sarukhán por las revelaciones del congresista estadunidense, y al parecer no los convenció de que no se trata de una réplica del plan Colombia, ya que el presidente del Senado decidió llevar el tema a la Comisión Permanente.
Sobre todo después de que el representante Weller planteó en su discurso, en la ceremonia inaugural, que el gobierno de Calderón "está peleando una valerosa batalla y tiene nuestro compromiso para ayudar". Consideró que Estados Unidos debe proporcionar "aeronaves modernas" a México y todos los instrumentos para enfrentar a los narcotraficantes.
Weller consideró también que el gobierno mexicano debería involucrarse en el proyecto de una policía hemisférica. Recordó que en El Salvador funciona ya la ILEA (International Law Enforcement Academy), en la que "comparten conocimientos los cuerpos policiacos del continente americano sobre bandas criminales dedicadas a la droga, el contrabando y el terrorismo".
En la ILEA, indicó, se dan cursos de ocho semanas a elementos policiacos de toda la región, los cuales tienen la oportunidad de conocerse, intercambiar números telefónicos y generar "una red de policía a policía, como alguna vez la llamó un director de la FBI". Sería importante, insistió, que México envíe a la ILEA a sus mandos policiacos.
El tema de seguridad pública se trató por la tarde, y ahí el representante Silvestre Reyes trató de salvar la situación, luego de haber descubierto la negociación hasta ahora mantenida en secreto, y sostuvo que sus declaraciones de un día antes fueron "mal reportadas", ya que no se refirió a un plan Colombia para México.
Sin embargo, de acuerdo con versiones de varios de los asistentes, entre ellos el diputado priísta Edmundo Ramírez y los perredistas Cárdenas y Torres, el representante Reyes confirmó a la delegación mexicana que el gobierno de Calderón solicitó "tanto a nivel del Ejecutivo, como del Congreso de Estados Unidos", mayor respaldo para combatir al narcotráfico.
Ello motivó que otros representantes de la delegación de Estados Unidos, como los republicanos Brian Bilbray y Michael MacCaul, preguntaran a los mexicanos qué hacía falta para detener a la delincuencia organizada y ver la forma de tramitar la ayuda.
La senadora priísta Rosario Green, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, los frenó, al aclarar que los legisladores mexicanos no habían ido a solicitar ningún apoyo.
El otro tema que se discutió en esa parte de la reunión fue la petición de la delegación mexicana a su contraparte estadunidense para encontrar mecanismos que ayuden a detener la venta de armas a narcotraficantes.
Silvestre Reyes les contestó que no se trata de armas producidas en Estados Unidos, ya que los rifles "cuernos de chivo" que emplean los narcotraficantes provienen de Rusia, y los adquieren en el mercado negro. En la conferencia de prensa final sostuvo que analizarán ese punto.
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