Por: Edna Lorena Fuerte
Cd. Juárez, Chihuahua, México
Es innegable que la Seguridad Nacional es una prioridad de todo Estado Nación, sin embargo, las circunstancias actuales no dejan muy claro cuál es el sentido y extensión de este concepto, hasta dónde va y de dónde viene.
Desde el inicio de este sexenio, el Gobierno Federal puso en el centro de sus acciones a la Seguridad Nacional, con el argumento de su defensa a ultranza. Entonces se inició la guerra sin cuartel en contra del crimen organizado, principalmente del narcotráfico.
El saldo de esta lucha ha merecido diversos análisis, algunos de apoyo, otros detractores y otros más de preocupación, de entre éstos últimos rescatamos la idea de los costos, pues es indudable que el Estado tendrá que afrontarlos, pero no como la entelequia que evocamos, sino como los individuos e instituciones que lo forman.
Las familias que velan a sus muertos, las corporaciones que pierden miembros, los medios de comunicación con sus periodistas desaparecidos; sin duda la lucha será larga y sus costos altos, y no por ello dejará de afrontarse, pero tampoco debe dejarse de lado el análisis de los efectos.
Parece que la máxima de Maquiavelo sigue aquí abriendo camino, el fin nos queda claro a todos y no es cuestionable, pero los medios para llegar a él no deben desatenderse, mucho menos cuando los resultados tangibles de la operación no se verán "ni hoy, ni mañana".
Entonces hay que ser cuidadosos con los costos y los mecanismos cotidianos, y pensar en el concepto de Seguridad Nacional de la manera más amplia, en donde quepa la defensa de los intereses individuales y colectivos en equilibrio y equidad.
Si al final de la guerra, considerando que ese final exista y no sea un proceso constante en la vida de las naciones, el objetivo se alcanza con creces, sería terrible tener que poner en la balanza el triunfo y el recuento de los costos, y darnos cuenta de que hemos salido perdiendo.
Una estrategia de estado debe considerar todas las variables y no cerrase a rectificaciones y replanteamientos, mucho menos cuando está en juego la seguridad y bienestar de los ciudadanos, tanto a nivel macro, en tanto país copado por las mafias del narco, como en el día a día de las ciudades mexicanas que son escenario de los enfrentamientos de esta guerra.
Soy Edna Lorena Fuerte y mi correo es ednalorenafuerte@gmail.com, para sus comentarios. Gracias.
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