Se agudiza campaña de hostigamiento y represión contra magisterio disidente

Denuncian amenazas, sanciones y descuentos por participar en marchas y paros
Continúa plantón de docentes de la sección 16 de Jalisco contra la Ley del ISSSTE

LAURA POY SOLANO

Entre decenas de tiendas de campaña e improvisados cuartos de madera y lámina de cartón, que lentamente se integran al fraccionamiento Lomas del ISSSTE, como denomina el magisterio disidente al plantón que instalaron desde el pasado 7 de mayo frente a la sede central del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), maestros de la sección 16 de Jalisco afirman que la campaña de "represión y hostigamiento" se ha agudizado en todo el país, después de la aprobación de la nueva legislación, porque los "charros no tienen ni argumentos para ir a defender la ley a las escuelas, ni mucho menos para convencer a la base magisterial".

Casi en la periferia del barrio, muy cerca del Monumento a la Revolución, los de Jalisco, como se les identifica en el plantón, habitan la "casa colorada", carpa recubierta de plástico de un rojo intenso que anuncia en una gran manta: "Jalisco, sección 16. Bases Magisteriales".

En su interior, Moisés Guerrero, Adolfo Rivera y Margarita Morales, integrantes de la delegación representativa de la entidad, afirman que, lo mismo que en otras regiones del norte del país, en Jalisco "ahora no sólo amenazan con sanciones administrativas y descuentos por asistir a marchas y paros, también han comenzado las llamadas a casas de los profesores para advertirte que o le paras o te atienes a las consecuencias".

En el Bajío, reconocen, levantar el movimiento para exigir la derogación de la nueva Ley del ISSSTE "no ha sido fácil. Nos enfrentamos a un sistema de presión y hostigamiento bien organizado por los incondicionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que comienza desde el director de la escuela hasta el jefe de sección y de ahí para arriba. Además, todos los gastos de volantes, mantas y para venir hasta la capital corren por nuestra cuenta, pero ni así lograron parar que poco más de 6 mil profesores se ampararan, aunque de nuestro bolsillos salió para pagar los amparos y hasta el flete para entregarlos en tiempo y forma".

La estrategia de desinformación y desmovilización de las bases magisteriales para evitar que protesten contra la Ley del ISSSTE, aseguran, "corre por todo el país. A las dirigencias seccionales incluso les llegó la orden de muy arriba, con un mensaje de Elba Esther Gordillo, de que cuidadito si se amparaba alguno, pero muchos charros lo hicieron, porque saben que la ley va a agarrar parejo y no se salvan ni aunque sean institucionales".

El mayor problema que enfrentamos, destacan, es la falta de información, "porque en Jalisco se ha hecho un esfuerzo muy grande para recorrer todos los municipios de la entidad, pues de 126 ya llevamos 115, y ahí donde vamos impulsamos círculos de estudio y lectura de la nueva ley para que los profesores se den cuenta que está en riesgo no sólo su pensión, sino su futuro".

Sin embargo, enfatizan, "nos ha sorprendido mucho que por todos lados hay profesores que refutan los argumentos de los charros, pues incluso hasta los institucionales reconocen que no han leído a fondo la nueva norma, y que muchas cosas aún no les quedan claras, pero desde las estructuras del SNTE continúa una campaña para desinformar y confundir al magisterio".

Como para la mayoría de las delegaciones representativas de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Nuevo León, Chihuahua y Zacatecas que permanecen en el plantón, la jornada de lucha, reconocen, "aún es larga, pero ya nos estamos preparando para venir a las audiencias constitucionales de octubre y solicitar el amparo definitivo. Ahora somos poquitos, porque venimos en grupos de 10 o 15 maestros que nos turnamos cada semana, pero la inconformidad y el malestar sigue creciendo en las escuelas y eso ya no lo para nadie, sólo la derogación de la ley".

Desde la explanada del Monumento a la Revolución, Lomas del ISSSTE luce tranquila, la mayoría de sus habitantes ha regresado a sus comunidades para dar paso a nuevos inquilinos. A ellos, afirman los profesores, les tocará continuar con la "construcción" del barrio, que crece y se achica conforme la marea del magisterio va y viene.