Julio Hernández López
Las verdaderas cámaras de legislar han entrado en acción. Patrióticas, han puesto en pantallas de alta definición una telenovela cívica en la que las amplias masas politizadas del país se manifiestan, casi insurrectas, por la permanencia de los héroes preciosos de la película electoral de 2006, los benignos y abnegados consejeros electorales en riesgo de ser dejados sin chamba por maquinaciones de pérfidos partidos y lidercillos de bancadas legislativas que no representan a nadie (al menos, en términos de rating; en cambio, Ugalde, ¡ah!, casi un Pedro Infante académico y democrático en tiempo triple a).
El auténtico poder legislativo ha decidido, además, declarar inservibles las discusiones recientes habidas en los recintos de San Lázaro y Xicoténcatl (y de sus proyectos de dictámenes) para que la opinión pública manipulable tenga oportunidad de alinearse con los intereses mercantiles y políticos del duopolio televisivo súbitamente rebelde (al estilo RBD) y bravucón (en Televisión Azteca, en su noticiero principal del lunes, al gobierno calderónico le echaron toda la bronca de lo sucedido el sábado del zavaletazo). Así que los operadores de las cámaras televisivas en el Congreso de la Unión (técnicamente llamados diputados y senadores) anunciaron un receso en sus jaloneos menores, para dar tiempo a que los jefes Azc y Azt acaben de incendiar las praderas mediáticas con arrebatadas defensas de Uh Fraude y sus cuarenta lad…, perdón, y los demás consejeros. Tanto jabón invertido en las lavanderías intelectuales de lujo durante todo 2006 y lo que va de este año, no puede irse por la coladera sin generar ganancias a los dueños de la batería de comentaristas, locutores, conductores de programas e intelectuales mercantilmente asociados, que en estos días de gracia harán maroma y media para demostrar al pueblo que no debe permitir que le quiten la gran conquista histórica llamada “autonomía” del IFE.
La asonada mediática tiene, por desgracia, un motivo menos etéreo que la defensa de la “democracia” y sus paladines del IFE. Televisa y Televisión Azteca ven que se les va de las manos el gran negocio de la publicidad partidista electoral en radio y televisión y, por tanto, se han dedicado a sabotear los acuerdos legislativos que impedirían que siguientes comicios fueran gran botín económico para el duopolio. El mecanismo de descarrilamiento es simple: la miscelánea fiscal felipista sería aprobada al parejo de la electoral. Si no hay una, no hay otra, dijo el comisionado de las televisoras en el Poder Legislativo federal, Emilio Gamboa, el diputado XHEG. Y lo electoral no puede avanzar si no contempla la salida de los consejeros del IFE, con Ugalde por delante, porque así conviene al PRI en su beltronista estrategia de 2012 y a las ansias de revancha contra la profesora Gordillo, y porque el PRD así fortalece la tesis de la ilegitimidad calderonista. En tal escenario, los barones de la tv no encontraron mejor manera de atorar las reformas en materia de propaganda partidista electoral que impidiendo la remoción de Uh Fraude y compañía. Elemental, mi querido Emilio (y Ricardo).
Como ejemplo de lo superable que es la cesantía laboral para quienes cooperan con el gobierno cuya elección avalaron a costa de lo que fuera, está el caso de uno de los responsables cibernéticos del IFE en 2006, que trabaja ahora en Los Pinos bajo las órdenes de Maximiliano Cortázar y Juan Camilo Mouriño. Hugo Goñi Cabello era director de la unidad de servicios de informática del Programa de Resultados Preliminares del Instituto Federal Electoral el año pasado y actualmente es director de análisis político de la Coordinación de Comunicación Social de la presidencia calderonista. Según nota de Carolina Gómez Mena en La Jornada, Goñi Cabello dijo el 28 de junio de 2006, en su condición de funcionario del IFE, que no había problema por el uso panista de información del padrón electoral a través de la empresa Hildebrando que dos días antes se había denunciado y demostrado: “hay mecanismos que nos permiten tener confianza y certeza de que el padrón no tiene ninguna alteración y, como ya anunció el IFE, se harán las indagatorias pertinentes”. Otro caso es el del doctor Alejandro Alfonso Poiré Romero, quien dejó en agosto de 2005 la dirección ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del IFE (bajo la presidencia de Luis Carlos Ugalde), para cumplir con tareas académicas en la Universidad de Harvard. Ahora, Poiré es director general de Análisis Político de la oficina de la presidencia que dirige Juan Camilo Mouriño.
Astillas
Gobernación sigue desatendiendo el caso Oaxaca y maltratando las posibilidades de diálogo en materia de respeto a los derechos humanos. A Francisco Ramírez Acuña le interesa más el pleito que trae en Jalisco con su sucesor, Emilio González Márquez, que los problemas nacionales o los focos rojos regionales… En Culiacán, unos cincuenta periodistas protestaron por el asesinato de Óscar Rivera, quien había sido vocero del gobierno de Sinaloa en asuntos de seguridad. Los colegas norteños decidieron manifestarse frente a las instalaciones de la novena zona militar y unos sesenta soldados, según reporte del corresponsal Javier Valdez, los obligaron a moverse del lugar originalmente escogido… Héctor Alejandro Quintanar dice que la incorporación de José María Aznar al Tec de Monterrey le recuerda “el doctorado Honoris Causa que otorgó la Universidad Autónoma de Guadalajara (los Tecos) a los tiranuelos Alfredo Stroessner y Anastasio Somoza, o la vez que Zedillo, mediante Rosario Green, le dio medalla de visitante distinguido a Hugo Bánzer. Dios los hace, ellos se juntan”… Y, mientras el maorí michoacano asegura que gritará en el Zócalo, adonde el PRD del DF ha invitado a doña Rosario Ibarra de Piedra a que dé un Grito con autoridad moral, ¡feliz fin de semana, con López Obrador decidido a asistir este martes a San Lázaro para presionar a los diputados del sol azteca a que impidan el incremento a las gasolinas!
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