Desempleo y Educación
por Fausto Fernández Ponte
El panorama color de rosa que describió Felipe Calderón el 2 de septiembre en Palacio Nacional, dista mucho de la realidad que reportan las cifras oficiales del INEGI en la que sólo los patrocinadores de la usurpación se benefician de la situación prevaleciente.
I
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática nos informa que el desempleo en México ha acusado niveles de espeluzno, pues casi el 4 por ciento del total de la población económicamente activa (PEA) carece de empleo.
También nos informa el INEGI que dos tercios del total de desempleados carece de escolaridad formal más allá de la secundaria o, dicho eufemísticamente, "tiene estudios por debajo del bachillerato", según la jerga del INEGI.
Nos informa, asimismo, que la tasa de desempleo del total de jóvenes que se incorpora cada año al mercado laboral es del 6.3 por ciento. De esos jóvenes, la inmensa mayoría carece de educación superior formal y, por tanto, de alguna profesión.
En igual vena, el INEGI nos informa que la mitad de la PEA --unos 42 millones de personas-- carece de empleo formal o está subempleada o desempleada o tiene algún empleo ocasional --de un día o dos o más-- y no registra, por tanto, ingreso seguro.
¿Qué nos dicen esas estadisticas? Nos dicen, para empezar, que la situación socioeconómica de Mèxico no es como nos la describe el Presidente de Facto, Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón, en su muy reciente primer (des)informe de gobierno.
II
Nos dice lo opuesto a las descripciones sonrosadas de don Felipe: que la forma de organización económica prevaleciente en México desde el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-88) ha resultado socialmente inviable. No funciona para el pueblo.
No obstante esa inviabilidad, el señor Calderón se refirió a los muy supuestos grandes logros en materia de crecimiento de la economía y la creación de miles y miles de nuevos empleos en sólo nueve meses de su gestión como Presidente de Facto.
Lo cierto, sin embargo, es lo opuesto: cada año, unas 300 mil familias de estratos sociales de medianía --las clases medias, pues-- trasponen el umbral de la pobreza, con arreglo a las estadísticas del mismo INEGI. Esas familias se proletarizan.
No se duda de que el señor Calderón nos esté diciendo la verdad, pero es "su" verdad, no la que deviene del registro objetivo de la insoslayable realidad. No se duda, tampoco, que se hayan creado nuevos empleos, pero a la vez han desaparecido muchos más.
Y tampoco se duda que la economía está creciendo, como afirmó don Felipe un par de veces en Palacio Nacional el pasado 2 de septiembre. Pero es verismo abrumadoramente elocuente que la economía no se esta desarrollando. Hay estancamiento.
III
No hay, pues, desarrollo económico, pero tampoco hay desarrollo social y, a nuestro modo de ver, las cosas de México, el desenvolvimiento político deja mucho qué desear, pues se sustenta sobre la filosofía de la simulación democrática.
Y prueba evidente de ello es, obviamente, la espuriedad de don Felipe como titular del Poder Ejecutivo, posición a la que accedió bajo las tristísimas y, por ello, patéticas circunstancias que todos conocemos del fraude electoral.
Don Felipe fue ungido Presidente de Facto por sus patrocinadores --los que se benefician de la prevalecencia de la forma de organización económica actual-- precisamente para mantener el statu quo detectado y descrito por el INEGI.
Esto nos lleva al vínculo dialéctico entre la educación y el desempleo. La relación entre una y otro adviértese desarticulada, si no es que fracturada. La secuela trágica de esa ruptura es que los derechos de los mexicanos se conculcan desde el poder mismo.
Hablamos de dos derechos fundamentales: el derecho a la educación y el derecho al trabajo, garantizados --así es-- por la Constitución. Pero el Poder Ejecutivo, reponsable de hacer valer esos derechos, tiene otras prioridades: preservar el statu quo.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Desarrollo económico: la justa distribución del crecimiento de la productividad. Tiene que ver con la calidad de vida de la comunidad.
Desarrollo político: es parte del desarrollo económico y social. Tiene que ver con el grado de bienestar y seguridad de la sociedad.
Espeluzno: espeluznante.
Estancamiento: fase del ciclo económico capitalista --también llamada depresión-- en la cual hay prácticamente un detenimiento general de las actividades económicas.
Statu quo: estatus. Estado de cosas. Situación actual
por Fausto Fernández Ponte
El panorama color de rosa que describió Felipe Calderón el 2 de septiembre en Palacio Nacional, dista mucho de la realidad que reportan las cifras oficiales del INEGI en la que sólo los patrocinadores de la usurpación se benefician de la situación prevaleciente.
I
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática nos informa que el desempleo en México ha acusado niveles de espeluzno, pues casi el 4 por ciento del total de la población económicamente activa (PEA) carece de empleo.
También nos informa el INEGI que dos tercios del total de desempleados carece de escolaridad formal más allá de la secundaria o, dicho eufemísticamente, "tiene estudios por debajo del bachillerato", según la jerga del INEGI.
Nos informa, asimismo, que la tasa de desempleo del total de jóvenes que se incorpora cada año al mercado laboral es del 6.3 por ciento. De esos jóvenes, la inmensa mayoría carece de educación superior formal y, por tanto, de alguna profesión.
En igual vena, el INEGI nos informa que la mitad de la PEA --unos 42 millones de personas-- carece de empleo formal o está subempleada o desempleada o tiene algún empleo ocasional --de un día o dos o más-- y no registra, por tanto, ingreso seguro.
¿Qué nos dicen esas estadisticas? Nos dicen, para empezar, que la situación socioeconómica de Mèxico no es como nos la describe el Presidente de Facto, Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón, en su muy reciente primer (des)informe de gobierno.
II
Nos dice lo opuesto a las descripciones sonrosadas de don Felipe: que la forma de organización económica prevaleciente en México desde el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-88) ha resultado socialmente inviable. No funciona para el pueblo.
No obstante esa inviabilidad, el señor Calderón se refirió a los muy supuestos grandes logros en materia de crecimiento de la economía y la creación de miles y miles de nuevos empleos en sólo nueve meses de su gestión como Presidente de Facto.
Lo cierto, sin embargo, es lo opuesto: cada año, unas 300 mil familias de estratos sociales de medianía --las clases medias, pues-- trasponen el umbral de la pobreza, con arreglo a las estadísticas del mismo INEGI. Esas familias se proletarizan.
No se duda de que el señor Calderón nos esté diciendo la verdad, pero es "su" verdad, no la que deviene del registro objetivo de la insoslayable realidad. No se duda, tampoco, que se hayan creado nuevos empleos, pero a la vez han desaparecido muchos más.
Y tampoco se duda que la economía está creciendo, como afirmó don Felipe un par de veces en Palacio Nacional el pasado 2 de septiembre. Pero es verismo abrumadoramente elocuente que la economía no se esta desarrollando. Hay estancamiento.
III
No hay, pues, desarrollo económico, pero tampoco hay desarrollo social y, a nuestro modo de ver, las cosas de México, el desenvolvimiento político deja mucho qué desear, pues se sustenta sobre la filosofía de la simulación democrática.
Y prueba evidente de ello es, obviamente, la espuriedad de don Felipe como titular del Poder Ejecutivo, posición a la que accedió bajo las tristísimas y, por ello, patéticas circunstancias que todos conocemos del fraude electoral.
Don Felipe fue ungido Presidente de Facto por sus patrocinadores --los que se benefician de la prevalecencia de la forma de organización económica actual-- precisamente para mantener el statu quo detectado y descrito por el INEGI.
Esto nos lleva al vínculo dialéctico entre la educación y el desempleo. La relación entre una y otro adviértese desarticulada, si no es que fracturada. La secuela trágica de esa ruptura es que los derechos de los mexicanos se conculcan desde el poder mismo.
Hablamos de dos derechos fundamentales: el derecho a la educación y el derecho al trabajo, garantizados --así es-- por la Constitución. Pero el Poder Ejecutivo, reponsable de hacer valer esos derechos, tiene otras prioridades: preservar el statu quo.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Desarrollo económico: la justa distribución del crecimiento de la productividad. Tiene que ver con la calidad de vida de la comunidad.
Desarrollo político: es parte del desarrollo económico y social. Tiene que ver con el grado de bienestar y seguridad de la sociedad.
Espeluzno: espeluznante.
Estancamiento: fase del ciclo económico capitalista --también llamada depresión-- en la cual hay prácticamente un detenimiento general de las actividades económicas.
Statu quo: estatus. Estado de cosas. Situación actual
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