El actual esquema de gestión no garantiza un ingreso mínimo, advierte Afore de HSBC
La baja aportación a las cuentas individuales sería la principal causa de la insuficiencia, opina
Roberto González Amador
El esquema de gestión privada de pensiones, impuesto en México hace una década, no garantiza un ingreso mínimo para atender las necesidades de las personas que pasan a retiro laboral, destacó este jueves uno de los principales participantes del sector.
“Las proyecciones más optimistas indican que, con el sistema actual, un trabajador obtendrá una pensión equivalente a entre 20 y 30 por ciento del salario” que tenía al momento del retiro, comentó Oscar Franco, director de la Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) de HSBC.
El sistema de capitalización individual, en el que cada trabajador aporta a lo largo de su vida laboral en una cuenta gestionada por una Afore, fue puesto en práctica en México en julio de 1997 y comprende únicamente a los afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Una reforma en el mismo sentido, también de capitalización individual, entró en vigor este año para los derechohabientes del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
En una conferencia de prensa, Oscar Franco aseguró que la baja aportación a las cuentas individuales, de 6.5 por ciento del salario del trabajador, es la principal causa de que las pensiones al momento de retiro sean insuficientes. Aseguró que las contribuciones a las Afore deberían ser, al menos, de 12 por ciento del salario, aunque consideró que todo incremento debe ser gradual.
Para que el fondo de retiro pueda ser considerado suficiente para atender las necesidades de una persona, al momento de la jubilación debe garantizar al menos una pensión equivalente a 80 por ciento del salario promedio de los últimos 10 años de cotización, expuso por su parte Jorge Esteve, director general adjunto de HSBC Seguros.
Esta es una situación que no ocurre, ni remotamente, en México, según las cifras ofrecidas.
Jorge Franco mencionó que el salario promedio de cotización al IMSS, entidad a la que están afiliados los trabajadores del sector privado, es de tres a cuatro salarios mínimos, de 151.71 a 202.28 pesos diarios para el caso del Distrito Federal.
“De tres a cuatro salarios mínimos es la cotización al IMSS y el retiro promedio es 30 por ciento” del ingreso, añadió.
De tal manera que el promedio de las pensiones, con el sistema de capitalización individual, oscila entre mil 365.3 pesos al mes para un trabajador que tuvo un sueldo antes del retiro de 4 mil 551 pesos, y de mil 820 pesos al mes para un trabajador que tuvo, antes de jubilarse, una percepción mensual de 6 mil 68 pesos.
“Es preocupante” que hacia el futuro la diferencia entre el último sueldo y la pensión recibida “se estrecha”, observó. “El país debe avanzar en un esfuerzo colectivo para aumentar las aportaciones a los fondos de pensión”, agregó.
Las pensiones, insistió, así como está hoy el sistema, con la tasa de aportación vigente, “son insuficientes para dar al trabajador en retiro un sustento comparable al que tenía cuando estaba en activo”, porque “el sistema institucional vigente en México no va a permitir un ingreso aceptable”.
Franco presentó ayer, junto con especialistas en temas demográficos y de envejecimiento, el tercer estudio patrocinado a escala mundial por HSBC sobre el Futuro del retiro.
El correspondiente a 2007 fue levantado en 21 países, entre ellos México. En las naciones participantes fueron realizadas 24 mil encuestas a personas de zonas urbanas entre 40 y 60 años de edad.
Para el caso de México, la encuesta encontró que 83 por ciento de los entrevistados considera que es responsabilidad de la familia el sustento de los adultos mayores; 13 por ciento cree que el gobierno debe hacerse cargo, y sólo 3 por ciento considera que es el mismo individuo el que debe cuidarse.
“El estudio muestra una realidad que podemos ver en México, en la que la familia sigue siendo un soporte para los adultos retirados debido a que no contamos con una cultura de prevención o planificación para el retiro”, explicó Laura Angélica Bazaldúa, presidenta de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, quien estuvo presente en la conferencia de prensa.
Mientras, Verónica Montes de Oca, secretaria técnica del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, también presente en la conferencia, mencionó que del estudio se desprende que la mayoría de personas en México no está pensando en el retiro.
Según los resultados de la encuesta, 57 por ciento de los adultos piensa seguir trabajando hasta que su salud lo permita, aun cuando haya cumplido con la edad de retirarse. Esto se explica, añadió Montes de Oca, porque las personas necesitan seguir recibiendo ingresos por su trabajo para su manutención.
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