viernes, octubre 05, 2007

Utopía. (460). El monopolio de Calderón. 5-X-07.

Utopía
El monopolio de Calderón
Eduardo Ibarra Aguirre
De tomar posesión de la Presidencia de la República la medianoche del 30 de noviembre de 2006, rodeado de militares en un acto en Los Pinos que le mandó diseñar Vicente Fox Quesada ante la incertidumbre de que pudiera consumarse la ceremonia de ley ante el Congreso de la Unión, adonde ingresó por la puerta trasera, copado por el Estado Mayor Presidencial y en unos cuantos minutos, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa pasó a ostentar en Chetumal, Quintana Roo, "el monopolio del poder".
La incontinencia verbal que padeció crónicamente Fox como presidente, condujeron a que los dislates, las contradicciones y las frivolidades fueran tan cotidianas que terminaban ocultando la de por sí precaria sustancia informativa del quehacer gubernamental.
En el estilo y la forma del discurso presidencial es de registrarse uno de los cambios significativos respecto a la grotesca pareja presidencial, la que acabó por conformarse a que cuando menos a la parte masculina la denominen "presidente Fox".
El 2 de octubre --en una colonia popular-- como el 21 de septiembre --en la comida ante los 300 presuntos líderes de México--, quedó más que claro que el abogado y economista se despeina cuando hace a un lado los discursos que le escriben y que cuestan al erario, y al improvisar hace preguntas inocentes: "Cuántas fortunas se han construido sobre la sangre y el dolor de la mitad de los mexicanos".
No tengo la menor duda que todas las fortunas, aquí y en China, tienen ese origen. Sólo que sin el respaldo de los dueños de tales riquezas, el michoacano no hubiera pronunciado el discurso disfrazado de irredento porque no despacharía como titular del Ejecutivo federal.
Justo en el 39 aniversario de la masacre de Tlatelolco, producto del ejercicio monopólico del poder por Gustavo Díaz Ordaz, el abogado que se entusiasma con las cuentas alegres sobre el combate al narcotráfico y el crimen organizado, confunde lo elemental: al Estado como detentador del monopolio de la fuerza y hasta de la violencia legítima, con las abundantes pero acotadas funciones y atribuciones constitucionales que le corresponde desempeñar al presidente.
Más preocupante es la pieza discursiva porque juzga a Sandra Ávila Beltrán y Juan Diego Espinosa como "dos de los delincuentes más peligrosos", sin mediar el agotamiento de las averiguaciones previas que apenas comienzan y las sentencias que seguramente tardarán.
Para el egresado de la Escuela Libre de Derecho que "alguien tenga el monopolio del poder" se justifica para "garantizar la seguridad de la gente", y además interviene a la luz del día –como también lo hizo su antecesor-- en tareas propias del Ministerio Público e invade atribuciones de un poder autónomo respecto del Ejecutivo como es el Judicial.
No es la primera vez que lo hace Calderón. Su vocación como gastroenterólogo se confirmó con Ernestina Ascensión Rosario, la indígena náhualt que murió de "gastritis crónica mal atendida".
Lo novedoso es que ahora Calderón Hinojosa pretende teorizar con el monopolio del poder su peligrosa recurrencia a usurpar funciones ministeriales y judiciales. Y ello es característico de los Estados dictatoriales.
Además, las cuentas alegres en la recuperación de 550 espacios públicos, tantas detenciones en 10 meses que "la verdad ya perdí la cuenta" --mientras habitantes de Chetumal le demostraban los estragos que causa la inflación en sus bolsillos-- no se corresponden con los inocultables hechos, como la negociación secreta con Estados Unidos del Plan México que colocará al país en la ruta de la colombianización al ceder porciones de soberanía, concentrar a las fuerzas armadas en tareas policiacas y combatir al narcotráfico con visiones reduccionistas que omiten las aristas socioeconómicas, educativas y de salud pública que tiene el grave cáncer que amenaza a generaciones completas.
Acuse de recibo
El activista social Emmanuel D'Herrera Arizcorreta denunció ante la Procuraduría General de la República: "1. En mayo del año 2004 fue otorgada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia una licencia de obra para la construcción de una tienda de autoservicio dentro de la zona arqueológica de Teotihuacan. 2. La signataria de dicha licencia renunció poco después. 3. El licenciado Raúl Córdoba García quien sustituyó a la dimisionaria, y que se oponía rotundamente a la licencia otorgada, fue asesinado, apenas cinco días después de que asumiera sus responsabilidades a título de encargado del despacho de la Dirección del Centro INAH del Estado de México. 4. Las obras del supermercado fueron iniciadas a fines de junio de 2004… 6. El licenciado Adolfo Aguilar Zinser (QPD), quien asesoró al suscrito, me informó que cuando formó parte del gabinete del presidente Fox éste había negociado personalmente con unos ciudadanos norteamericanos apellidados Walton, Scott y Stuart el desarrollo protegido de la empresa Wal-Mart (propietaria del supermercado en mención) en México, estando él mismo presente en dicha negociación."
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