Paramilitares colombianos detallan sus vínculos con empresas estadounidenses
Delahunt (i) y McGovern (d) advirtieron que las investigaciones sobre las nuevas empresas que han ofrecido aportes a los grupos paramilitares serán tratadas de forma confidencial. (Foto: Efe archivo)
El demócrata William Delahunt, en compañía de sus colegas George Miller y Jim McGovern, visitó la cárcel de máxima seguridad de Itaguí (noroccidente colombiano), donde se reunió con vario ex jefes paramiliatres entre ellos, Salvatore Mancuso y Rodrigo Tova Pupo.
Varios ex jefes de grupos paramilitares de Colombia que se encuentran encarcelados detallaron, durante una entrevista con el congresista demócrata, William Delahunt, sus relaciones entre ellos y algunas empresas estadounidenses que operan en ese país.
Tras la reunión, el parlamentario estadounidense expresó su preocupación "por la magnitud de aportes" de empresas de su país a grupos paramilitares de extrema derecha en Colombia.
"No voy a decirles lo que (los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) me dijeron, simplemente déjenme decir que estoy preocupado por la magnitud de la participación de las empresas americanas, de fondos de éstas, recursos que les han dado a las AUC. La información que nos fue dada, la vamos a revisar, tratando de corroborarla", dijo Delahunt.
El congresista demócrata visitó Bogotá junto a sus colegas George Miller y Jim McGovern, para abordar entre otros temas, el canje humanitario entre el Gobiernos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), además del Tratado de Libre Comercio (TLC) que actualmente está en proceso de aprobación entre ambas naciones.
En la cárcel de máxima seguridad de Itaguí, en el departamento de Antioquia (noroccidente), se entrevistó con algunos ex jefes paramilitares, entre ellos, Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo, Héctor Veloza y Rodrigo Tovar Pupo.
"Mi enfoque particular tiene que ver con la relación existente entre las empresas estadounidenses y las AUC. Por ello, durante estos días, he tenido una serie de reuniones con líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)", reveló.
Aunque no ofreció detalles de las conversaciones al asegurar que "pienso mantener esta investigación de manera confidencial", expresó que el caso de la bananera estadounidense Chiquita Brands en Colombia, es sólo "la punta del iceberg" de la financiación de otras empresas de su país a los paramilitares.
"Estamos desarrollando información, alguna ya ha sido verificada, por ejemplo (el caso de) Chiquita que se declaró culpable en una corte federal, pero déjenme sugerir que esa es la punta del iceberg" de este problema.
Aclaró que el problema no se limita al comportamiento de las empresas de EEUU en Colombia "sino en términos de cómo hacen los negocios las empresas americanas en el mundo entero".
En diciembre de 2007, la Fiscalía colombiana llamó a la bananera Chuiquita Brands y a otras tres comercializadoras estadounisenses, a rendir indagatoria por su presunta responsabilidad en el pago de dinero a grupos paramilitares.
Meses antes de producirse esta citación, la justicia de EEUU había impuesto a Chuquita Brands una multa de 25 millones de dólares, luego de que esta aceptara haber pagado 1,7 millones de dólares a paramilitares, entre los años 1997 y 2004, por presuntas razones de seguridad.
Delahunt señaló que los resultados de las investigaciones podrían tardar un año. Sin embargo, destacó que "vale la pena considerar seriamente" que los dineros de las multas que se le impongan a estas empresas, ayuden a reparar a las víctimas de la violencia paramilitar en Colombia.
vc-Afp-Et/ AV
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