jueves, marzo 20, 2008

Carta imaginaria de la esposa de uno de los cinco cubanos presos en EEUU a Rodríguez Zapatero

Pascual Serrano
Rebelión

Estimado José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de España:

Ayer pude comprobar en la prensa que usted envió una carta de solidaridad a la esposa de un cubano preso tras ser sometido a juicio en mi país.

En ella, usted le expresa que "puede tener la seguridad de que España hará todo lo posible por la liberación de los presos políticos". Igualmente le muestra su admiración por el trabajo de las denominadas “damas de blanco”, las esposas y madres de varios presos en la isla. Su carta de solidaridad, casualmente, coincide con la de George Bush.

No voy a detallar las razones de ese encarcelamiento, basadas en el código penal cubano que establece, al igual que el español, el delito de trabajar para una potencia enemiga. Pero sí le quiero expresar mi tristeza por no haber recibido de usted nunca ninguna carta de solidaridad hacia la detención de mi esposo ni de sus cuatro compañeros encarcelados desde hace diez años en Estados Unidos.

Nosotras no nos podemos manifestar en el país donde cumplen condena porque, o raramente nos conceden visado o nos extraditarían o encarcelarían solo por manifestarnos en Washington pidiendo su libertad. Dos de nosotras nunca pudieron visitarles en prisión ni viajar a Estados Unidos.

Los cinco cubanos de los que le hablo están condenados a largas penas o cadena perpetua sólo por intentar conocer los planes terroristas que algunas organizaciones de la Florida estaban tramando contra Cuba, tal y como han estado haciendo durante muchos años. No creo que usted piense que esa misión es motivo para pasar el resto de la vida en prisión, tal y como considera su compañero en el envío de cartas de solidaridad, el presidente George Bush.

Tampoco quiero ser egoísta y reclamar sólo su solidaridad hacia mi esposo y sus cuatro compañeros, en la base de Guantánamo hay centenares de presos sin asistencia letrada ni visitas de familiares ni garantías jurídicas. Es una pena que no aprovechase el sobre postal enviado a Cuba para incluir alguna carta a las esposas y madres de esos detenidos.

Tenga en cuenta, que hasta las peticiones de justicia pueden ser injustas cuando se solicitan de forma desigual. Incluso hipócritas si son motivadas por razones que no son las estrictamente humanitarias.

Espero, por tanto, su carta de apoyo como muestra de que las razones que le han movido a escribir a esa esposa cubana son verdaderamente solidarias.

Atentamente.

La esposa de uno de los cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos.

Nota: Con mis excusas a Rosa, Adriana, Olga y Elizabeth por la suplantación

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