sábado, marzo 01, 2008

A los asalariados todo el peso fiscal


Prólogo Político

Alvaro Cepeda Neri

A los de a pie, a diferencia de los de caballería o sea de los ricos para arriba hasta llegar a la oligarquía, siempre les va como “al perro flaco que se le cargan más las pulgas”. Es el caso de los asalariados y todos aquellos que somos cautivos fiscales, a quienes año con año las fauces hacendarias les clavan sus filosos colmillos para exprimirles los Impuestos Sobre la Renta, mejor conocido por sus iniciales ISR. A los causantes de nómina, peor les va. Es el destino de quienes cumplen con sus obligaciones, además de pagar los aumentos generalizados (con reetiquetaciones desde noviembre pasado, muy de mañana en los grandes almacenes y descaradamente a la luz del día en el resto de los comercios y servicios).

La reportera Jeannette Leyva Reus, nos informó: “a partir de la primera quincena de enero los trabajadores asalariados pagarán más del impuesto sobre la Renta (ISR)... la llamada Reforma Hacendaria por los que Menos Tienen, empobrecerá más a la clase media (agrega este columnista: degradada desde la crisis del 94 y luego 95), que dejará de percibir a partir de esta quincena, dependiendo de su sueldo, de cien a 500 pesos menos al mes, derivado del pago de un mayor ISR... Mientras que los ejecutivos con salarios superiores a 150 mil pesos serán beneficiados sustancialmente, pues el incremento en el pago del ISR es exactamente igual en el caso de un trabajador con sueldo de 35 mil pesos mensuales; ambos pagarán sólo 729 pesos más respecto a 2007”.

En resumen: está en marcha un mayor pago de impuestos “que no se aplica para quienes perciben sueldos superiores a 150 mil pesos mensuales”. A los cautivos y quienes hacen sus declaraciones, la reforma hacendaria les ha puesto una soga alrededor de la garganta, con el letrero célebre de “coopelas o cuello”, que Ye Gon le imputa al todavía secretario del Trabajo Lozano Alarcón. Los que menos ganan pagarán más, por “la incongruencia en las modificaciones para calcular el ISR para las personas físicas”; así, los asalariados con ingreso mensual a partir de cuatro mil 900 pesos, tendrán que pagar el impuesto a la Renta, superior al año pasado.

Los de abajo, los que se soban el lomo, laboran casi diez y doce, son víctimas de los impuestos. Y es que quién les manda ser causantes cautivos o voluntariamente a fuerzas capturados como gravables, frente a una reforma que “lo único que hace es gravar nuevamente al 40 por ciento de los mexicanos que están en la economía formal”. Los trabajadores sufrirán un mayor gravamen y, en consecuencia, recibirán menos ingresos. Y los mejor pagados pagarán menos impuestos. Es el mundo del revés. No está siendo equitativo el pago de impuestos por ISR, con todo y que están exentos quienes ganen menos de cinco salarios mínimos. La reforma fiscal, una vez más, en su edición derechista, “empobrecerá a la clase media”. La detallada información (El Financiero: 9/I/08), nos ilustra sobre la maniobra fiscal que impedirá el consumo a lo que hay que agregar el alza de los precios a partir del “gasolinazo” calderonista.

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