sábado, julio 05, 2008

Petróleo y ¡Goebbels de nuevo!

Manú Dornbierer
Satiricosas

La enorme traición que pactó Carlos Salinas con George Bush padre: Entregar el petróleo.

Los dos últimos sábados se aportaron aquí pruebas concluyentes del violento dominio del neoliberalismo en nuestro país. Desde que los gobernantes de México se vendieron -1982 a la fecha- al verdadero gobierno mundial, el del Gran Capital, de las compañías transnacionales nos han estado sometiendo y asaltando y de mil maneras. Y hoy le toca a Felipe Calderón dar un paso definitivo en la enorme traición que pactó Carlos Salinas con George Bush padre: Entregar el petróleo.
Es este 2º aniversario del fraude electoral del 2006 el momento de mayor peligro para el país en los últimos aciagos años en que lo único que creció en México fue la cantidad de pobres, pues sólo le falta a Calderón comprar a 11 legisladores para que el Congreso apruebe su aberrante iniciativa. En su visita a España minimizó el debate en el Senado y hasta pareció burlarse de las decenas de personalidades que fueron a aportar, a entregar a sus conciudadanos lo mejor de sí mismos, de sus conocimientos, de su preocupación por México, de su patriotismo. ¿Quizás porque ya tenía su plan aterrizado, ergo la certeza de la compra-venta legislativa? ¿Porque sabía que los legisladores no se ofenderían ni protestarían por el desprecio del virrey al Poder Legislativo, porque están en la jugada?
El caso es que Calderón puede concretar la traición a México no obstante la espléndida defensa del “petróleo mexicano para los mexicanos”, escenificada en el Senado (e innumerables foros) por decenas de especialistas de todos tipos y de los más variados colores políticos, todos nacionalistas y conocedores de las materias ligadas a nuestra máxima riqueza nacional, que han dejado apabullados, pero peligrosamente furiosos, a los tesoritos de un Calderón dispuesto a todo porque ¿no fue precisamente para que entregara el petróleo para lo que lo puso e impuso el neoliberalismo en pleno?
Como han dejado claro los verdaderos conocedores del petróleo, por gran ejemplo, los admirables ingenieros retirados de PEMEX del grupo Constitución del 17, insospechables de pago alguno legal o ilegal, la propuesta de Calderón es “inadmisible y dictatorial” (Ing. Francisco Garaicochea, presidente del grupo). Pero es aterradora la conocida y sempiterna ambición corruptora de las petroleras mundiales de controlar la totalidad de la energía del planeta, más que evidente en momentos de semejante crisis energética y de precios altísimos del petróleo. Y el PELIGRO aumenta cuando está aliada a la feroz voracidad y la asquerosa capacidad de traición de los políticos nacionales que se saben impunes. Los alientan los ejemplos de los cresos que la cobardía ciudadana de los mexicanos ha propiciado: Salinas, el hombre más rico del mundo, apenas camuflado por la sombra de sus hábiles prestanombres; Zedillo, que descaradamente fue a recibir de Bush los premios al Fobaproa y consecuente regalo de la Banca mexicana a los bancos extranjeros, de la venta de los pocos ferrocarriles que nos quedaban, etc., los fantoches de Fox & wife que se sintieron beneficiarios de los excedentes petroleros, violadores de la Constitución, que entregaron ya el 33% de la energía eléctrica y buena parte del petróleo, hoy protegidos por una muralla de impunidad panista.
Para Calderón concretar la traición a México es “cumplir” con el mandato neoliberal (no de la pequeña parte de mexicanos que votaron por él con o sin ayuda de Gordillo).
Querrá hacerlo muy especialmente, “sea como sea”, “haiga sido como haiga sido”, por la dinámica demostración actual en las plazas del país de los millones de mexicanos que siguen a AMLO y repudian la iniciativa entreguista del espurio; gente que se manifiesta en contra de la “moderna” reprivatización de nuestra máxima riqueza, partidarios de López Obrador, claro, pero no todos; hay también muchos que posiblemente no lo eran y hoy lo siguen porque exigen la consulta popular para evitar el desesperante entreguismo.
Según el analista Eduardo Ibarra Aguirre, director de la revista Forum, la percepción del fraude de hace dos años no obstante el ejercicio del poder espurio, es ésta: “En 2007 los ciudadanos estimaban cierta mejoría en el clima político, pero nuevamente 71 por ciento estima que es peor ahora que hace un año y el porcentaje se acerca al existente en octubre de 2006 y que fue de 75 por cada 100. La geografía de la percepción del fraude electoral se divide de la siguiente manera: en el centro de la República la mitad juzga que sí se produjo hace dos años, en el Sureste el porcentaje es de 40, en el Norte es de 20 por ciento y en el Bajío de 26 de cada 100”.
Desgraciadamente los panistas, con la culpa que traen a cuestas, tampoco olvidan el 2006 y vuelven a las andadas. Creen que hay que linchar a AMLO y que con eso se arregla todo. Pero nadie, ni menos el ridículo IFE que censura la palabra “legítimo”, puede hacerse el loco (menos mal que el Sr. Guerrero, uno de los nuevos consejeros, parece más limpio). Y es que de nuevo es el hombre al que Calderón le robó la elección, ergo su consecuente enemigo, el que congrega. Ni modo, tesoritos, López Obrador es el único personaje en México con semejante poder de convocatoria. Sin embargo hay que subrayar hasta el cansancio que no es el único alzado contra la entrega del petróleo. Eso no lo quieren ver ni menos decir los panyunques que de nuevo
empujan a su gente a “la guerra santa” en la misma forma en que Dick Morris y Antonio Solá, basados en el decálogo (con 11 puntos) de Goebbels, el inteligente ministro de la propaganda nazi, les enseñaron hace dos años, dividiendo al país como no lo estuvo desde la Revolución. Y hoy no se trata de que gane o pierda López Obrador, se trata de no perder EL PETROLEO DE MEXICO.
Publico de vez en cuando el decálogo (la última fue en octubre de 2007) para que los lectores del signo político que sea tengan un antídoto, una herramienta, para combatir el cocowash de la TV (por cierto cumplo hoy 3 meses de no ver nada en Televisa ni TV Azteca y no saben lo bien que me siento y las maravillas que he encontrado en otras fuentes). Ojalá recorten el decálogo y lo tengan a la mano para catalogar en sus 11 puntos el anuncio del gobierno o el comentario de los esbirros calderonistas que estén mirando en ese momento. Se van a divertir, mientras desarrollan su propio sentido crítico y dejan de ser borregos. Es importante hasta para la vida cotidiana denunciar cómo el poder de la propaganda distorsiona la mente de todos. Por ella, por el poder de Goebbels a través del tiempo se ha divido México: muchas parejas se han divorciado, muchos amigos se han distanciado, hijos y padres andan “de la greña”. En lo personal he perdido amigos porque tengo ideas de izquierda, por más que trato de explicarles que no es lepra. Unos quieren a fuerza que odie a Hugo Chávez, o a Evo Morales. Y si no, no aceptan ni ir al cine juntos. Han perdido la chaveta por la inicua propaganda. Recientemente un querido amigo, ex embajador de México, hasta se portó como un patán conmigo y en mi casa porque “otros” le dijeron que lo “moderno” es regalar el petróleo y como no estoy de acuerdo me descalifica; una amiga restaurantera de toda la vida dejó de hablarme por el plantón de López Obrador después del fraude de 2006, porque no estuve de acuerdo en que su hija se refiriera a “ese infeliz”.
Goebbels está de nuevo dividiendo a México, con su inicua propaganda que los panistas abrazan como si fuera su verdadera ideología. Esta es la pauta:

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
6.- Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.
Y por si fuera poco Bush le envía al tesoro mayor, Mouriño, 400 millones de dólares para “la seguridad” y que haga con ellos lo que quiera, dice. Es poco en comparación con lo que el US Congress ¡de mayoría demócrata! manda a Irak (dentro del mismo paquete). Pero Iván el Terrible el 1º de octubre los utilizará como le venga en gana. Para combatir la delincuencia transnacional dijo. O para proteger a las compañías gringas, o para desaparecer gente o para acusar de narco al que no le parezca guapo.
satiricosas@mexico.org

PD. Por internet está circulando un correo de defensores de AMLO, con una ofensiva caricatura del presidente espurio y mi artículo del sábado pasado “Lucran con nuestra agua”. Declaro que no me importa que reproduzcan mis escritos, básicamente colaboraciones YA publicadas en diferentes periódicos del país que me pagan por ellas. Pero NO tengo que ver NADA con la caricatura ni con lo que se agrega alrededor.

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