■ En lo que va del año, 410 personas han sido privadas de su libertad tan sólo en tres estados
Levantones, secuestros sin negociación que generalmente terminan en asesinato
■ Chihuahua, BC y Durango, los estados donde más se da este delito; venganzas, móvil principal
Los levantones son una variante del secuestro cada vez más frecuente en el norte del país y en otras regiones donde las bandas del crimen organizado tienen mayor presencia. A diferencia de quienes son privados de su libertad en demanda de un rescate, los levantados saben que no hay negociación y que seguramente serán torturados, mutilados e incluso asesinados.
En lo que va del año, 410 personas han sido levantadas en Chihuahua, Baja California y Durango, y las cifras muestran una tendencia al alza.
En Chihuahua, los levantones son una de tantas estadísticas negras, sin embargo, se calcula que al menos 40 por ciento de las personas ejecutadas por el crimen organizado, cuyos cadáveres aparecen en fosas clandestinas, encobijadas, calcinadas o en tambos llenos de cemento o ácido, fueron secuestradas de esta forma.
Este año se han cometido en la entidad chihuahuense más de 740 ejecuciones atribuidas al crimen organizado. De esta cifra, por lo menos 300 de las víctimas fueron levantadas y la mayoría de los cadáveres aparecieron con disparos de grueso calibre y huellas de tortura.
Pero los levantones no son una práctica nueva en Chihuahua. La Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos (Afadem), de Ciudad Juárez, calcula que en los 15 años recientes alrededor de 850 personas han sido secuestradas sin demanda de rescate.
Entre las víctimas hay mujeres y hombres, policías activos y retirados, empresarios, abogados, campesinos, 34 ciudadanos estadunidenses y 14 activistas políticos capturados a finales de los años 70.
El presidente de la asociación, Ernesto Ontiveros Godínez, padre del teniente del Ejército Mexicano Víctor Hugo Ontiveros Gómez, desaparecido el 2 de septiembre de 1996, dice que Chihuahua ocupa el segundo lugar nacional en desapariciones, después de Guerrero.
“En Guerrero, el pretexto para desaparecer personas fue la guerrilla de Lucio Cabañas”, y en Ciudad Juárez “se dice que son parte de los cárteles de la droga, pero la forma de actuar es la misma: grupos aparentemente policiacos levantan a la gente y nadie investiga. Esos escuadrones de la muerte actúan con total impunidad”.
El diputado local Víctor Quintana, del Partido de la Revolución Democrática, señaló que los levantones son una de las prácticas “más perversas”, no sólo de la delincuencia organizada, sino también de algunos policías, pues “se prestan a venganzas, a operaciones sucias de cuerpos policiacos. Ante esto no hay una acción clara y eficaz de los gobiernos. Ni siquiera se conceptualiza. Los levantones son más terribles que cualquier otro tipo de secuestro, porque cuando hay una demanda económica las familias al menos saben que las víctimas están vivas”.
El también presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de Chihuahua consideró que debe elaborarse un tipo penal específico para los levantones y diseñar estrategias para combatirlos.
A su vez, el empresario y activista estadunidense Jaime Hervella, fundador de la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas, ejemplifica la confusión que generan los levantones en estados donde los cárteles de la droga se disputan el control.
En 1993, relató, en Ciudad Juárez comenzó a elaborarse una lista de levantados. Para finales de 1998 se habían contabilizado 196. Los activistas dejaron de hacer esta labor debido al miedo de los familiares de las víctimas a ofrecer datos. Además, con frecuencia aparecían cadáveres y no había información oficial para corroborar que se trataba de los desaparecidos.
Sin embargo, gracias a los datos proporcionados por diversos informantes fue posible localizar fosas clandestinas donde se encontraron 46 cuerpos. Éste fue uno de los primeros escándalos mundiales sobre la acción del crimen organizado en México.
El involucramiento de policías inhibe denuncias
Por su parte, la Procuraduría General de Justicia de Baja California informó que este año se han reportado 85 levantones relacionados con ajustes de cuentas e incumplimiento de pagos por “derecho de piso” para actividades delictivas.
Estos levantones generalmente no se denuncian por temor a represalias o por desconfianza, pues existen evidencias sobre la participación de policías estatales, federales y municipales en estos ilícitos, cuyo número crece cotidianamente, principalmente en Tijuana y Mexicali.
Las autoridades estatales registraron 128 casos de privación ilegal de la libertad de enero a julio, de los cuales 43 fueron secuestros. El Congreso de Baja California analiza desde mayo una reforma constitucional, propuesta por legisladores priístas, para aplicar la pena de cadena perpetua a quienes priven de la libertad a menores, mujeres y adultos mayores.
Hora, lugar y compañía equivocados
Casi todos los levantones son cometidos por grupos ligados al crimen organizado, señala el fiscal especial para la Investigación de Personas Desaparecidas en Baja California, Héctor Grijalva, quien aclaró que no todas las víctimas están relacionadas con actividades delictivas. Algunas simplemente estaban en el lugar, la hora y la compañía equivocados.
Creada hace un mes, esta fiscalía ha recibido 119 expedientes de personas desaparecidas, de entre 20 y 28 años de edad. Tijuana es la ciudad con más reportes. En 2001 se formó la Asociación Esperanza contra la Desaparición Forzada de Personas y la Impunidad, que ha documentado mil 500 casos.
Aunque la presión social obligó al gobierno De Baja California a crear una fiscalía especial, falta diseñar mecanismos para que esa organización trabaje con la procuraduría del estado, sostuvo el asesor jurídico del organismo civil, Miguel Angel Leyva García.
Los activistas afirman que desde 2007 se ha registrado, en promedio, al menos una desaparición forzada en esta entidad.
El abogado destacó que además de los levantones del crimen organizado están los “institucionales”, relacionados con la corrupción y la impunidad en las corporaciones policiacas.
Durango supera cifras
La Dirección Estatal de Investigaciones (DEI) de Durango informó que este año se han denunciado 18 levantones, en los que han desaparecido 25 personas, entre ellas tres policías.
El más reciente fue perpetrado entre el 28 y el 30 de julio, cuando dos hombres –uno procedente de Estados Unidos– fueron privados de su libertad al acudir a una fiesta de 15 años.
En 2006 hubo cinco levantados en dos hechos distintos. Tres de las víctimas aparecieron muertas semanas más tarde. Durante 2007 se cometieron 14 levantones, en los que desaparecieron 25 personas, por lo que se da por hecho que la cifra de este año será mayor.
(Rubén Villalpando, Miroslava Breach, Antonio Heras y Saúl Maldonado)
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