domingo, septiembre 28, 2008

Intervención del canciller cubano en la reunión del G-77

INTERVENCIÓN DEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR FELIPE PÉREZ ROQUE, MINISTRO DE
RELACIONES EXTERIORES DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN LA TRIGÉSIMA SEGUNDA
REUNIÓN ANUAL DE MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES DEL GRUPO DE LOS 77

Señor Presidente:

Felicito a nombre del Movimiento de Países No Alineados, al Canciller de Sudán por la elección de su país a la Presidencia del Grupo de los 77 y China en Nueva York durante el año 2009.

La situación económica y social de la mayoría de los 130 países que integran el Grupo de los 77 y China se ha hecho más compleja desde nuestra reunión anterior. El mundo es cada vez más desigual. Miles de millones de personas siguen viviendo en la pobreza, padecen hambre, no
tienen empleo ni acceden a los servicios de salud.

De tal forma lo evaluamos recientemente en la Décimo Quinta Reunión Ministerial del Movimiento de Países No Alineados efectuada en Teherán.

La pobreza es consecuencia de siglos de colonialismo y neocolonialismo y de la vigencia de un orden económico internacional crecientemente injusto y desigual.

La crisis alimentaria, energética y financiera, el cambio climático y el deterioro del medio ambiente, son variables que contribuyen a postergar el cumplimiento de los modestos objetivos trazados en la Cumbre del Milenio los cuales, debemos decirlo claramente, no serán cumplidos.

Veamos sólo algunos ejemplos:

Nos propusimos disminuir a la mitad, para el año 2015, los 1276 millones de seres humanos en pobreza extrema que había en el año 1990. Sin embargo, todavía existen dos mil 600 millones de personas, el 40% de la población mundial, que viven con menos de dos dólares diarios.

Acordamos disminuir a la mitad para el 2015 los 842 millones de hambrientos que había en el mundo en el año 2000. Sin embargo, la cifra de personas desnutridas en el mundo ha crecido a 854 millones de personas. De ellas, el 96% proviene de nuestros países. En adición, la desnutrición y la inseguridad alimentaria mundial se ven especialmente agravadas como consecuencia del alza sin precedente en el precio de los alimentos, originada en el decrecimiento de las reservas mundiales, la especulación irresponsable con los precios de esos productos básicos, las sequías e inundaciones en importantes regiones productoras de alimentos, los altos precios del petróleo y una creciente tendencia a destinar tierras y recursos a producir agrocombustibles.

Proclamamos la aspiración de lograr en el 2015 la enseñanza primaria universal. Tampoco este noble y vital objetivo será cumplido. En el año 2015 todavía habrá 47 millones de niños sin asistir a la escuela primaria, mientras sólo uno de cada 5 niños en la edad de estudiar el nivel secundario estará matriculado.

Nos propusimos para el año 2015 reducir en dos terceras partes la mortalidad en menores de cinco años. Sin embargo, de conformidad con las actuales tendencias, esa meta sólo podría ser alcanzada después del año 2045.

La situación podría empeorar todavía más. No hay absolutamente ninguna razón para hacer una evaluación optimista de lo que está ocurriendo.

Por otro lado, se siguen postergando soluciones realistas y sostenibles a los temas abordados en el Consenso de Monterrey. El financiamiento para el desarrollo continúa siendo una quimera y las negociaciones recientes para la Reunión de Seguimiento, a efectuarse en Doha, así lo demuestran.

Estamos a sólo dos meses de dicha Conferencia. Sin embargo, después de casi siete años, la razón principal por la que lejos de avanzar se retrocede es que los países desarrollados no tienen voluntad política para cumplir con sus compromisos y aportar recursos financieros nuevos y no condicionados para implementar los programas que permitirían cumplir las metas acordadas en materia de desarrollo.

¿Por qué los que ahora se apresuran a buscar 700 mil millones de dólares para salvar de la quiebra a las empresas y bancos que especulan irresponsablemente en los mercados financieros no ponen el mismo interés para conseguir el dinero que permitiría salvar a los casi 30 mil niños pobres que mueren cada día en el mundo?

Hoy se continúa invirtiendo más de un millón de millones de dólares en gastos militares. Con apenas el 15% del monto de los recursos que se utilizan para esos gastos, se podrían alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Nuestros países siguen siendo emisores netos de flujos financieros hacia los países ricos y desarrollados. Somos pobres para que ellos derrochen. Desde el año 2000, las transferencias netas de recursos de los países en desarrollo hacia el mundo industrializado se han más que
triplicado. Sólo el pasado año alcanzaron la cifra record de 650 mil millones de dólares.

Los países desarrollados son dueños del dinero, de la inversión, de los mercados y de las tecnologías. De cada 100 nuevas patentes, 86 son de países desarrollados. La brecha crece, no disminuye.

Los países desarrollados incumplen, ya sin el más mínimo rubor, sus compromisos con la Asistencia Oficial para el Desarrollo.

El sistema de comercio internacional que nos han impuesto impide nuestro desarrollo y nos hace más dependientes. Sólo por concepto de aranceles, los países en desarrollo deben pagar 100 mil millones de dólares cada año para que nuestros productos logren entrar en los
sobreprotegidos mercados de los países ricos. Estos últimos gastan al mismo tiempo 300 mil millones anuales en subsidios a sus productores agrícolas.

Sr. Presidente:

Bajo la amenaza real del acelerado cambio climático global, cuya causa principal radica en los insostenibles patrones de consumo de las naciones industrializadas, perecería improbable que en el 2015 se logre revertir el deterioro mundial de los recursos ambientales.

El principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas mantiene vigencia plena.

Nuestros países, que son los menos responsables de la contaminación, encaran sin embargo el mayor peligro y las dramáticas consecuencias de esta situación. Los recientes huracanes en el Caribe, cada vez más frecuentes y destructivos, así lo demuestran.

Estas son las duras realidades del presente. Para revertirlas, deberíamos proponernos retomar la agenda que hace casi 35 años lanzaron los países subdesarrollados por un nuevo orden económico internacional.

Cuba presentará próximamente una iniciativa dirigida a conmemorar el 35 aniversario de la adopción de la Declaración y el Programa de Acción para el establecimiento del nuevo orden económico internacional, con el fin de propiciar un debate de alto nivel, abierto e inclusivo, sobre los complejos retos económicos y sociales del mundo de hoy y las alternativas para encararlos.

Esperamos que las delegaciones del Grupo de los 77 y China apoyen esta iniciativa.

Uno de los objetivos de la Presidencia cubana del Movimiento de Países No Alineados ha sido trabajar de manera coordinada con la Presidencia del Grupo de los 77 y China, a fin de mantener una agenda común y concertar posiciones.

Reconocemos y agradecemos la contribución de Antigua y Barbuda, en su carácter del Presidente del Grupo de los 77, al avance alcanzado en el trabajo del Comité Conjunto de Coordinación.

Cuba considera imprescindible profundizar cada día la unidad y la solidaridad entre nuestros miembros en la defensa de los intereses que compartimos. Nada nos será regalado. Tendremos lo que seamos capaces de conquistar unidos.

Muchas gracias.

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