Antonio Gershenson
En estas páginas se publicó información contenida en el Programa Operativo Anual de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Se refiere a las empresas privadas que reciben gas natural de la propia CFE y le venden la electricidad generada con ese energético.
En general, la tendencia de la cantidad de energía que les compran aumenta considerablemente cada año, y si usamos la misma fuente, esto no tiene excepciones. Pero los 73 mil 500 gigavatios-hora (GVH) estimados en ese programa por la CFE para 2008, son poco menos que los 81.7 mil que se midieron para 2007, reportados en el informe de operación de ese mismo año. El estimado del programa mencionado para 2009 ya nuevamente aumenta a 82 mil GVH, 11.5 por ciento más que el estimado para 2008.
El precio promedio tiene pequeñas fluctuaciones; si usamos la misma fuente, va un poco al alza. En general, ese precio anda alrededor de 60 centavos por kilovatio-hora (el KVH que vemos en el recibo de la luz, donde viene en mayúsculas). Pero el gas natural con el que se produjo esa electricidad sí tiene aumentos, y fuertes. Usando el precio de referencia del Canal de Houston, de un precio promedio de 6.59 dólares por millar de pies cúbicos, que es el promedio anual de 2007, sube al de 2008 (hasta septiembre), de 9.52 dólares, un aumento de 46 por ciento. Y lo que pasa es que este precio de la energía no incluye el costo del gas natural, que lo pone la CFE, pero ésta sí que gasta ese dinero. Y ese dinero sí que aumentó en este año frente al año pasado. De modo que esa energía la paga la CFE, ya completa, carísima.
No se trata sólo del precio promedio del gas. Durante este año la CFE ha comprado a los llamados “productores externos” mucha más energía en horas de punta, horas de mucho consumo en las cuales la electricidad es más cara. Y es que el mayor sistema hidroeléctrico del país, el del río Grijalva, por los desastres de finales del año pasado, está produciendo a muy baja capacidad. Las inundaciones, la falta de mantenimiento del fondo del río, especialmente en la desembocadura, junto a las presas y en zonas muy azolvadas, han generado desastres e ineficiencia en la generación.
Ya el problema es no inundar tanto, o inundar más para allá, aunque se hayan muerto las vacas por falta de forraje, para que no le toque a Villahermosa. Un sistema de presas, que debería prevenir las inundaciones causadas por las lluvias a través del río en el que está el sistema, hace lo contrario. A las inundaciones naturales suma otras. Al estar azolvado el fondo del río, cabe menos agua y ésta se desborda más fácil. Y cuando hicieron una obra, la hicieron con una gran cantidad de excavadoras… para trabajar en tierra, y entonces tuvieron que esperar a que no lloviera y se pudiera secar el fondo de una parte del río, y todo para un canalito de 50 metros de ancho que ya se está volviendo a azolvar.
Por comprar a los particulares más energía y descuidar el sistema del Grijalva, la energía de punta, que las hidroeléctricas generan de modo económico, ahora la que se deja de generar en este sistema se compra cara a empresas privadas que son, además, extranjeras. Y tenemos que se suman al precio efectivo que pagó la CFE por la electricidad de 2007; por un lado, la compra de más energía de punta, y por otro, un costo mucho mayor del gas natural. Aparentemente siguen siendo alrededor de 60 centavos, en realidad se paga mucho más.
Este mismo sistema es el que la propuesta del gobierno federal hace para las refinerías con el nombre de “maquila”. Estamos viendo los resultados, y aun así nos lo quieren aplicar en mayor escala, con refinerías enteras. Esa propuesta está ya bastante desacreditada, pero no por eso deja de estar a discusión en el Senado. Ya nos hicieron la promesa de electricidad barata, y el precio de la misma sigue subiendo. Ahora nos prometen el cielo a cambio de privatizar las nuevas refinerías, y nadie, después de ejemplos como los que estamos considerando, se los va a creer.
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