Un estudio realizado dos años después de la vigencia de este pacto demuestra que los pueblos de la región no recibieron ningún beneficio y, por el contrario, el recuento de los daños es cuantioso, precisaron participantes en la cita.
"Se ha incrementado el déficit comercial de Centroamérica y República Dominicana con Estados Unidos, es decir, que le compramos más y le vendemos menos", dijo a Prensa Latina el dirigente de la Red de Monitoreo del TLC, Jorge Coronado.
De acuerdo con Coronado, esto significa un claro perjuicio para los productores locales, sobre todo pequeños y medianos campesinos y empresarios, cuyos mercados mermaron y corren el riesgo de desaparecer.
Por otro lado –señaló- no se cumplió la oferta de incrementar la inversión extranjera y en el único caso en el cual ésta resulta positiva, en El Salvador, se debe a la compra de bancos de capital criollo, que pasaron a manos de corporaciones estadounidenses.
Respecto al empleo, Coronado destacó la contracción registrada en la rama textil y puso como ejemplo el caso guatemalteco, donde en un año se perdieron 200 mil puestos de trabajo, según reconoció la misma cúpula empresarial.
Los miembros de la red de monitoreo realizaron un seminario acerca de este tema durante el Foro Social Américas, que tiene como sede la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Coronado dijo a los participantes que la experiencia acumulada a la luz del tratado con Estados Unidos permite alertar a los pueblos sobre el Acuerdo de Asociación negociado entre el istmo y la Unión Europea.
En términos comerciales, aseguró, Centroamérica no significa nada para Europa pues apenas representa el 0,34 por ciento de sus importaciones, por lo que esta iniciativa tiene claros tintes geopolíticos.
"Lo único que les interesa a las transnacionales europeas es competir en el mercado centroamericano en igualdad de condiciones con sus homólogas estadounidenses para su propio lucro y beneficio", denunció el especialista.
Entradas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario