Por: Edna Lorena Fuerte
Producto de la grave crisis económica, durante el pasado mes de septiembre se registró la repatriación de 4 mil 573 connacionales a nuestra ciudad, quiénes había estado desempeñando actividades productivas en Estados Unidos y mandando las remesas producto de ello a nuestro país.
A pesar de que existe el Programa de Repatriación Humanitaria, mediante el cual organismos de la sociedad civil y gubernamentales ofrecen apoyo a los migrantes para que vuelvan a sus lugares de origen en buenas condiciones; Mil 571, una tercera parte rechazó por completo la ayuda ofrecida, y algunos otros sólo tomaron apoyos parciales de estas organizaciones, tales como asistencia médica, albergue, uso de una línea telefónica, etc.
En transporte a sus lugares de origen se apoyó aproximadamente a la mitad de los repatriados, con lo que el resto permanece en nuestra ciudad ya sea con la esperanza de volver a cruzar hacia Estados Unidos, o buscando establecerse temporalmente en esta frontera, incluso 64 personas ya fueron ayudadas para conseguir trabajo en Juárez para permanecer aquí.
Los datos de lo sucedido en este mes pasado son sumamente significativos respecto de lo que ha venido pasando con la crisis económica, que se agravará aun más en los próximos meses cuando los signos de recesión en EU impacten aun más en su economía básica. Este es un aspecto más que debe preocuparnos a los juarenses, pues se trata de un fenómeno de impacto económico y social.
Las personas que llegan a nuestra frontera tratando de volver a EU o de integrarse a la vida económica de Ciudad Juárez no cuentan con ningún anclaje social que les permita sumarse de manera fácil a nuestro entorno, no tienen una familia de la que puedan recibir apoyo, ni una casa en dónde permanecer de manera segura, de modo que las autoridades deben preveer los posibles impactos de esta población flotante.
Estamos ante un panorama económico sin márgenes de acción, la economía de nuestra ciudad ha sido directamente impactada por la crisis estadounidense debido a su dependencia directa, sobre todo a través de la industria maquiladora, que ya ha dejado miles de desempleados. Ahora además tendremos que plantearnos el fuerte problema que implicará recibir a toda esta población flotante de necesidades insatisfechas.
La presión sube peligrosamente sus niveles y no encontramos válvulas de escape que permitan una sana regulación, y frente a esto, nuestro alcalde José Reyes Ferriz nos presenta un Primer Informe de Gobierno "de logros" en un tono tan amable que pareciera le está hablando a otra ciudad y no a la nuestra que se encuentra sumida en una grave crisis de inseguridad y amenazada por la debacle económica.
Qué bueno que haya un programa de estancias infantiles, un programa de transporte escolar y la repartición de uniformes por parte del municipio; y que se hable de proyectos, que son proyectos y no realidades, como el de transporte público semimasivo, el Centro de Convenciones, el Centro de Logística y el Cereso Productivo. Pero no es lo que los juarenses esperamos escuchar.
Los dos grandes temas, la inseguridad pública y la crisis económica no merecieron más que pírricas menciones en el discurso del jefe del Ayuntamiento. Ante la plana mayor de la política estatal y local, en la que destaca el gobernador Reyes Baeza y el presidente de la Cámara de Diputados César Duarte, se prefirió hablar en un "tono positivo" y esperar, como siempre, a que el año que entra sea aun mejor.
La esperanza de escuchar un mensaje de informe realista, sobrio y apegado a la grave situación que vivimos al menos nos hubiera permitido saber que nuestro gobierno es conciente de las preocupaciones ciudadanas. Un gobierno municipal no puede ser una entidad pasiva, el orden de gobierno más cercano a la ciudadanía debe ser receptivo de las problemáticas, empático y propositivo.
No hemos visto nada de esto, ¿dónde queda la participación municipal en estas grandes crisis?, aun cuando los márgenes de acción son mínimos, pues la crisis permea todo y no hay fondos de dónde echar mano, hubiéramos esperado una línea de congruencia en este discurso, una propuesta seria sobre estos dos grande temas que nos diera alguna tranquilidad sobre el futuro inmediato. ¿Dónde está el plan municipal de contingencia ante la crisis económica, dónde las propuestas en seguridad pública, dónde los programas sociales para abatir los efectos de ambas crisis?
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