Año 8, número 2502
Viernes 23, enero del año 2009
Mientras la esposa de Bill Clinton, la señora Hillary, con una votación de 94 a favor y 2 en contra, fue confirmada por el senado norteamericano para que desempeñe el cargo de Secretaria de Estado. Que es la dependencia que maneja la diplomacia norteamericana; y la que tiene que ver con la CIA, las guerras y los negocios en el extranjero (lo que en México vendría siendo Relaciones Exteriores).
Siendo pertinente acotar, que entre la belicosidad de Condolezza Rice, que fue quien dejó el cargo, y las declaraciones que hizo en su campaña hacia la candidatura que finalmente le ganó el hoy Presidente, doña Hillary no se queda a la zaga en cuanto a peligrosidad. De recordar que quería “desaparecer” a Irán.
Solo un juez suspendió las audiencias en la base de Guantánamo, a pesar de la petición hecha por Obama. Y ahora, en el mejor de los casos, será hasta dentro de 12 meses cuando se podría ordenar su cierre. Sin que el futuro cierre de la prisión tenga relación alguna con la devolución de la base a los cubanos.
Deja ver, quizá demasiado pronto, pero más vale, para no seguir acariciando ilusiones, que terminado el show de la Democracia, por cierto bastante caro, los electos se dan cuenta de la triste realidad de que no pueden hacer nada en contra de los verdaderamente poderosos señores que manejan el dinero y la guerra.
Con estas realidades, ¿valdrá la pena votar en nuestras ya próximas elecciones; cuando de todas maneras los diputados no representan a nadie?
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