jueves, febrero 05, 2009

De cómo se las gastan en Los Pinos

Francisco Rodríguez

Pastel, velitas, gorros, serpentinas… ¿cuánto pueden costar los alimentos en una fiesta infantil en la residencia oficial Los Pinos? Para que no calcule o no recuerde el reciente desembolso por ocasión similar al seno de su familia, le doy la cifra que brinda el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI): 74 mil 520 devaluados pesos –el salario mínimo de un mil 360 personas—, de acuerdo al contrato AD-119-07 adjudicado directamente por la Coordinación General de Administración de la Presidencia de la República al Grupo Gastrointestinale (?) el 16 de julio del 2007. Sin mayores datos, se supone que tal desembolso de los contribuyentes fue para el cumpleaños de alguno de los vástagos del matrimonio Calderón Zavala que, desde diciembre del 2006, ocupa el complejo de edificios adjunto al Bosque de Chapultepec. Cabe aclarar que en el contrato no están considerados los payasos.
Gastos inútiles. Los Diez Gastos más Pendejos, intitula su columna el Lic. Mefistófeles Satanás, distribuida profusamente por la Internet desde Facebook y a través del correo electrónico de don Pomponio del Himen Intacto de María, firmas ambas que colaboran en el cotidiano Sendero del Peje. El de cómo se las gastan en Los Pinos es uno de esos diez.
Son diez gastos que indignan en plena crisis, cuando lo que se demanda ya no sólo es austeridad, sobre todo racionalidad en el empleo de los recursos que aportamos los contribuyentes a través de ivas, ietus, ieserres y cuanto impuesto y alcabala nos imputan los “gobernantes”.
Aparece en ese listado una asesoría para que Bancomext cree “un organismo promotor de exportaciones” –y se pregunta don Mefisto si tal no es la función de Bancomext—, por la cual pagan a Héctor Reyes Retana (15/01/2007), quien fuera director de ese banco hasta hace menos de dos años, la cantidad de 2 millones 988 mil 988 pesos con 85 centavos. ¿Corrupción? ¿Pago de marcha? ¿Qué?
Ese mismo Bancomext, ya desaparecido, engrosa la lista con la adquisición de tequila, por 203 mil 484 pesos. Y una fiesta de Halloween que nada más costó 150 mil.
Desaparecida la liga de Internet hacia el IFAI, don Pomponio da cuenta de que el señor Satanás también encontró que la Conapred –comisión que previene la discriminación— desembolsó 100 mil morlacos “para estudiar a las trabajadoras sexuales de La Merced”, el gran mercado público capitalino vigente desde la época prehispánica. No se sabe qué les estudiaron. Tampoco si el asunto fue teórico o de campo.
“¿Para que quiere PEMEX un maniquí de plástico con pelo largo natural?”, se pregunta también el indagador y recopilador de esta nómina. ¿Para “colgarle” el tesorito cual diadema?, inquiero yo. No. De acuerdo al contrato 4200092370 del 20 de noviembre de 2007, es para prácticas de belleza. “Para vivir mejor”, but of course. Nos costó a los paga-impuestos 19 mil 716 pesos. ¡Una ganga!, tomando en cuenta que ni siquiera es de las que se tienen que inflar.
El 1 de agosto de 2008, Banobras pagó 13 mil 600 pesos por “servicios de capacitación del curso interno denominado ‘Sexualidad Infantil en el Preescolar’” que, ¡por fortuna!, no impartió el por entonces ya desaparecido y otra vez de moda Marcial Maciel.
Un show cómico-musical en Lotería Nacional: 86 mil 250 pesos. Una función de circo, contratada por la Secretaría de Hacienda: 315 mil. Y otro colmo: la propia SHCP contrató a Gourmétrica (18/06/2008) para la “elaboración de un taller dinámica de integración de equipos de trabajo Chef por un Día”. Pagó 210 mil pesos. ¡Qué bueno que sólo fue “por un día”!
Gastos inútiles. “Gastos pendejos”, dice con razón don Mefistófeles Satanás. Irritan. Incrementan el rencor social hacia los –discúlpeme el calificativo— “gobernantes”.
Hay que “reorientar el gasto público”, demandó de nueva cuenta el principal opositor a la Administración, Andrés Manuel López Obrador. Hay que hacerlo no austero, sino racional.
¿Para qué se requieren maniquíes “de pelo largo natural” en PEMEX? ¿Por qué el señor Agustín Carstens quiere un chef nuevo cada día? Y las fiestas de los ocupantes de Los Pinos, ¿tienen que ser pagadas por la población? ¿No le alcanza al señor Felipe Calderón lo que mensualmente se embolsa?

Indice Flamígero: En un nutrido mitin frente a la SCHP, Andrés Manuel López Obrador recordó hace un par de días que de 2001 a 2008, el gasto público corriente ha crecido en términos reales 72 por ciento, muy por encima del crecimiento de la economía (20.9 %), y del crecimiento del gasto total (64 %)… “Como ustedes bien saben, una importante cantidad de este gasto corriente se destina a mantener los privilegios de los altos funcionarios públicos de los tres poderes de gobierno. Hay quienes ganan, en términos reales, hasta 600 mil pesos mensuales y tienen servicios médicos privados, fondos de ahorro especial, bonos discrecionales y otras prebendas…”

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