jueves, febrero 05, 2009

Fallece El Rey del Tomate


MÉXICO, D.F., 5 de febrero (apro).- El diputado federal del PAN, Andrés Bermúdez Viramontes, murió este jueves, víctima de cáncer en el estómago.
Oriundo de Jerez, Zacatecas, Bermúdez Viramontes, conocido como El Rey del Tomate, tenía 59 años de edad. Incursionó en la política en el año 2000, cuando regresó de Sacramento, California, para cumplir su sueño de ser alcalde de su tierra natal.
El PRD cobijó al novel político y lo hizo candidato. En 2001 obtuvo un triunfo arrollador, pero el PRI, que siempre había gobernado Jerez, impugnó su triunfo con el argumento de que no cumplía con el requisito mínimo de un año para ser elegible.
Molesto con el PRD por no haber "defendido" su triunfo, Bermúdez se afilió al PAN, partido con el cual, tres años después, ganó la alcaldía que tanto anheló.
Desconocer de la política, con una instrucción elemental –no terminó la secundaria-- El Rey del Tomate se definía así mismo como "antipolítico tenaz", y ante su inexperiencia, respondía que a base de "puro esfuerzo" aprendería a gobernar.
Bermúdez emigró a Estados Unidos a los 15 años de edad como indocumentado, en el interior de la cajuela de un automóvil. En Carolina del Norte empezó trabajando como jornalero en la cosecha del tomate; años después, se hizo empresario y logró amasar una fortuna calculada en 20 millones de dólares sembrando tomate y otras verduras.Este jueves, al confirmarse la noticia, el pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio en memoria del legislador panista; al final los perredistas gritaron al unísono: "¡Tiempo!", que recordó a la frase que más lo caracterizó en su paso por San Lázaro.
En su pueblo natal se hizo famoso sus gazapos: Durante el primer año de gobierno, cuando se le avisó que tenía que asistir a un homenaje en honor al poeta Ramón López Velarde, se negó; alegó que a "ese señor" no lo conocía y que nunca había acudido con él a presentarse. En otra ocasión, en la primaria "Margarita Maza de Juárez", un 24 de febrero, día de la Bandera, instó a los niños a defender el lábaro patrio "a punta de chingadazos".
Pero su fama nacional inició con su peculiar manera de hacer campaña: Antes de llegar a alguna población, una avioneta sobrevolaba dicho sitio y sus ayudantes lanzaban dinero a los habitantes de esa comunidad. En sus mítines, regalaba refrigeradores, televisores y lavadoras, entre otros enseres domésticos. La gente se arremolinaba al verlo con su indumentaria ranchera: sombrero de fieltro, pantalón y camisa vaqueros, cinturón piteado y votas, todo de negro.

No hay comentarios.: