Agencia Reforma
La mitad de los ciudadanos salvadoreños no le creyó a los spots que advertían que el candidato a la Presidencia del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, era un peligro para El Salvador. No votó en función de los mensajes de radio y televisión ni de los panfletos en los que se aseguraba que la campaña de Funes era pagada por Hugo Chávez o que las inversiones al país desaparecerían si ganaba alguien postulado por ex guerrilleros.A pesar de la dura propaganda negra con la que fue atacado, el candidato presidencial del FMLN ganó la elección en El Salvador el pasado fin de semana. Recibió un millón 352 mil votos, el 51 por ciento de la votación total según cifras oficiales. Con Funes llega por primera vez a la Presidencia el partido emanado de la unión de cinco organizaciones guerrilleras que combatían la dictadura militar de ese país en los setenta.La propaganda negativa en su contra fue orquestada por el partido de derecha que se ha mantenido en el poder por dos décadas, la Alianza Republicana Nacionalista.Arena, como la conocen los salvadoreños, contrató a un especialista en confeccionar mensajes que difunden en el electorado temor por los oponentes, el español Antonio Sola, el mismo que diseñó la campaña negativa de Felipe Calderón en el 2006, y que en 2008 intentó lo mismo en España con Mariano Rajoy, sin resultados, pues el PSOE derrotó al PP.Sola llevó a las pantallas salvadoreñas las frases "Funes: un peligro para El Salvador" y, en referencia al candidato de Arena, Rodrigo Ávila, "el presidente del empleo". Las mismas que utilizó en el 2006 para denostar a Andrés Manuel López Obrador y promover a Felipe Calderón.Los spots que advertían que el amigo favorito del candidato del FMLN era el presidente de Venezuela se convirtieron en los más numerosos. Según el coordinador de campaña de Funes, Roberto Lorenzana, al final de la campaña Chávez apareció más en la propaganda electoral que el candidato de Arena: de 6 mil 296 spots entre el 1o. de febrero y el 1o. de marzo pasado, 2 mil 852 fueron dedicados a Chávez y 2 mil 128 a Ávila.Entrevistada durante una visita a México el pasado 18 de marzo, Blanca Flor Bonilla, coordinadora de relaciones internacionales del FMLN, dio algunas de las claves usadas por la izquierda salvadoreña para anular la ofensiva de Arena y su publicista español."No caímos en la contestación agresiva ni violenta, fuimos contestando de una manera educada y fundamentada, y con propuestas", asegura.La militante del FMLN explica que algunas cadenas de televisión por cable, así como estaciones de radio comunitarias, ayudaron a transmitir información, en forma de spots o comunicados, que contradecían las mentiras que Arena decía del candidato Funes. Esto hizo que la respuesta mediática fuera distinta al caso mexicano porque, a su parecer, López Obrador encontró muy pocos espacios en medios para difundir sus puntos de vista.Sin embargo, la clave de la victoria no estuvo sólo en la respuesta mediática, advierte. Se creó el Movimiento Amig@s por Mauricio, que aglutinó a los ciudadanos que podían votar por Funes y que no necesariamente simpatizaban con el partido.Además, el Frente ya había participado en cuatro elecciones presidenciales -desde 1994- y sus militantes ya habían constatado que no había un padrón electoral confiable y que parte del sistema estaba cooptado por Arena, lo mismo el Tribunal Supremo Electoral que los medios de comunicación. Por eso, los esfuerzos se concentraron en defender el triunfo en las urnas."Nuestra estrategia de triunfo fue la defensa del voto, voto por voto y casilla por casilla. Cubrimos el 100 por ciento de las casillas. Tuvimos jefes internos y también supervisores periféricos, que son los que se encargaron de la logística. Tuvimos 80 mil personas dentro del aparato, en las mesas de votación, vigilando. Entre todas fueron 200 mil. Y revisamos el 100 por ciento de actas. Ésa fue la herramienta más grande, el aparato de la victoria."(En México) La izquierda no tenía representación en todas las mesas en 2006. Yo vine a observar. No tenían el aparato completo. Había mesas sin representantes de la Coalición Por el Bien de Todos. Y, ¿cómo van a defender la victoria si no tenían el acta? ¿Si no tenían quién cuidara el voto?", asegura.El diputado perredista Cuauhtémoc Sandoval, quien fungió como observador en la elección salvadoreña, comparte el análisis de Bonilla: la respuesta mediática del FMLN fue más estructurada, y el partido se preocupó por tener una organización que llegara hasta el último rincón de El Salvador, algo que el PRD desdeñó."Estructura territorial más golpe por golpe más medios alternativos. Ésa fue la clave. Y aquí nos falló. Andrés Manuel fue el primer enemigo de las respuestas a los ataques. Todos le decíamos que lo hiciera, y él siempre contestaba 'No, el pueblo es muy sabio, noble, no va a caer en esas mentiras'. Y eso no pasó", declara.Todavía con el pulgar derecho pintado con tinta indeleble, que evidencia su participación en la jornada electoral del domingo pasado, Bonilla asegura que el futuro del Frente será reforzar una alianza nacional con otras fuerzas políticas, porque los ataques de Arena continuarán. "Seguiremos siendo los comunistas, los populistas", concluye la integrante del Comando Nacional de Campaña del FMLN, el pequeño grupo encargado de planear las ofensivas electorales contra el enemigo.
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