Indice Político
A menudo los grandes son desconocidos o peor, mal conocidos.
-Thomas Carlyle-
ESTOY CONVENCIDO DE que muchos mexicanos nos hemos equivocado con respecto a Luis Téllez Kuenzler. Le hemos restado méritos que en las altas esferas del poder muchos sí le aprecian y valoran.Porque luego de que en prácticamente todas las sobremesas del país y, sobre todo en los medios se hiciera escarnio de su persona, tras haber “renunciado” a la titularidad de la SCT al hacerse públicas grabaciones de algunas de sus conversaciones telefónicas, ahora Téllez “resucita” como estrella del firmamento financiero totonaca.Lo mejor para él es que, tras esa su resurrección, se esconde un asalto más de la nada soterrada pugna que desde siempre mantienen los señores Felipe Calderón y Guillermo Ortiz, y que parece haber ganado –otra vez— el gobernador del Banco de México, quien sólo por esta ocasión habría llevado a Agustín Carstens como second.Calderón, lo sabe usted, se había resistido a desembarazarse del para él tan valioso Luis Téllez. Tanto así que, tras haber aceptado su renuncia “con toda la pena del mundo”, de inmediato lo nombró su asesor personalísimo en temas que tendrían que ver con las posibles salidas a la crisis económica y financiera mundial que ya ha convertido en pomada a estas actividades en nuestro país.Ante ello, Ortiz Martínez debió reaccionar con celo y envidia. ¿Cómo es posible –quizá pensó— que Calderón se quede para sí con una pieza tan valiosa como Luis Téllez? Y tal vez en ese mismo momento empezó a urdir como rescatar, para su personal uso y disfrute, al ex jefe de la oficina de la Presidencia de Ernesto Zedillo?Pieza indispensabilísima en el complicado tablero donde se mezclan los intereses políticos con los empresariales, Téllez fue empujado por Ortiz para ocupar la presidencia de la peculiar Bolsa Mexicana de Valores, una institución del sector privado (jejeje) que, sin embargo, se mueve al compás del ritmo que le marcan las autoridades hacendarias.Fue ahí donde gustoso entró Carstens como second del púgil Ortiz Martínez —a quien pretende suceder en la gobernación de las suculentas arcas del Banco Central—, pues así como Calderón mantiene broncas con el gobernador del Banco de México, así el secretario de Hacienda trae pleito casado con Téllez Kuenzler. Gustoso, sí, porque lo que menos le agradaba a don Agustín era el tener al ex titular de la SCT hablándole al oído al ocupante de Los Pinos, sobre temas que piensa son de su única incumbencia.Y Carstens comenzó a hacer llamadas telefónicas a las 23 casas de bolsa que conforman a la empresa Bolsa de Valores. Sutil como un mosquito a veces, tanto como puede serlo un rinoceronte en otras, el secretario de Hacienda impulsó a Téllez como el candidato oficial a suceder a Guillermo Prieto en la BMV.Obvio es señalar que en las casas de bolsa le hacen caso a don Agustín. Decirle que no, deslizar una duda y ya no una negativa, casi equivale a aceptar el envío de una supervisión. Y como la mayoría de esos negocios esconden en sus baños prohibidos detergentes y blanqueadores vedados…Con ese impulso de Ortiz. Con la nada desinteresada ayuda de Carstens, Téllez se hizo ya de la presidencia de la Bolsa Mexicana de Valores.Trabajará en coordinación y bajo la tutela de Guillermo Ortiz, quien sí aprecia el talento, la experiencia y los conocimientos que tan bien sabe esconder Luis Téllez.Calderón, por su parte, debe lamentar la pérdida de este colaborador de excepción, quien como la mayoría de los mexicanos ya extraña a otros personajes en Los Pinos, no le hace que se hayan robado “la mitad de la cuenta secreta”.Nuevo asalto a favor del gobernador del Banco de México. Ganó al valiosísimo Téllez para sí.Volvió a imponerse a Calderón, quien no nada más dejó de contar con los casi irremplazables servicios de quien fuera su secretario de Comunicaciones. También observó pasivo cómo nada disimuladamente su secretario de Hacienda cambiaba temporalmente de bando.Téllez codiciado. Téllez, ¿manzana de la discordia?
Indice Flamígero: Hace un año, aproximadamente, el consejo de Administración de la Bolsa Mexicana de Valores intentó colocar en la presidencia de ese organismo privado (jejeje) a Francisco Gil Díaz. Las empresas de Carlos Slim se opusieron tajantemente –son las que más acciones mueven en la lonja local—, lo que contrasta con el apoyo que ahora dieron a quien, aparentemente, fue su verdugo en la SCT. Aparentemente, ¿eh?
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