Asimetrías
H1N1: Estado de Excepción y Elecciones
Por Fausto Fernández Ponte
“La campaña contra el H1N1 es una estrategiatipo “think tank”, que sólo se usa cuando quieren tener al pueblo enun sopor hipnótico”.
-Ivonne Marín.-
I
La administración de la crisis de salud representada por el brote epidémico atípico del virus de la influenza porcina o H1N1 pare ceacusar todas las características de un Estado de Excepción empleando metodologías de control social mediante el terror.
Señálese que en un Estado de Excepción se permite todo, incluso cancelar procesos constitucionales normales como las elecciones,concentraciones de obreros o campesinos, etcétera, justificado desde la lógica del poder político y sus aparatos burocráticos civil ymilitar de carácter coactivo/coercitivo.
En una excepcionalidad así la violencia del Estado se torna inconstreñiblemente metaconstitucional aunque no moral o ética desde una estricta perspectiva jurídica. La justificación es la suma de causales una epidemia, por ejemplo --como en México--, que dieron origen al establecimiento de dicha excepcionalidad.
De hecho, el Estado de Excepción ya existe por el decreto presidencial que cancela incluso las garantías y derechos individualesy sociales constitucionales, aun aquellos en proceso de promulgación. Ese Estado de Excepción parece ser el destino de una secuencia de sucedidos no distintos a los de un “coup d´État”.
¿”Coup d´État o golpe de Estado? No sería exagerado arribar a esa conclusión. Para los estudiosos de la filosofía, la historia, el derecho y otras ciencias políticas y sociales y de la realidad con métodos científicos --como los del historicismo y el materialismo dialèctico y el histórico-- esa conclusión lógica sería inevitable. Y es que esa situación de excepcionalidad ha sido decretada apresuradamente por fiat del titular de la rama ejecutiva (de vena ideológica conservadora y, ergo, oscurantista que se opone a la enseñanza de filosofía y la historia en el sistema educativo) mediante uso de técnicas de control social. Y una de esas técnicas es la difusión masiva y repetitiva premeditadamente alarmista de mensajes orientados a crear psicosis e histeria y, de esa guisa, temores rayanos en terror para paralizar al a población y las iniciativas ciudadanas para protestar por la crisis y superarla e incluso actividades productivas.
En síntesis, la ecuación tiene secuencia dialéctica propia: una campaña de terror sustentada sobre un peligro brotes atípicos de una potencial epidemia vírica-- cuyo verismo y alcance se exageran, para inducir conductas colectivas predecibles y conformar, así, un prototipo de conformismo y pensamiento único de la sociedad.
II
Trataríase, según piénsase en ciertos cenáculos de la intelectualidad y la academia y entre ciudadanos suspicaces y avisados, que el peligro “excepcional” que corremos presuntamente los mexicanos justificarían incluso posponer o, de plano, cancelar los comicios convocados para realizarse el 5 de julio próximo.
Ello, si cierto demostradamente, despide un tufillo hediondo a“coup d¨État” para que los personeros panistas del poder político del Estado puedan lograr su implícitamente declarado propósito de establecer un Estado Policiaco o Totalitario bajo modalidades legales,como lo confirmarían las iniciativas de ley calderonistas.
Esas iniciativas de ley, como sabríalo el leyente informado,fueron propuestas al Senado de la República por el Presidente deFacto, Felipe Calderón, para legalizar el proceso ocurrente de militarización del país --la cual es flagrantemente inconstitucional so pretexto de combatir al narcotráfico.
Parece diseñada con el propósito de inhibir las interacciones y las iniciativas societales en virtualmente todos los ámbitos del quehacer, incluyendo aquellos de protesta social de la ya político-reivindicatoria y económico-productivo.
La cara leyente Marín, citada en el epígrafe de ésta entrega,reflejaría bien, a nuestro ver, el sentir y el perspicaz parecer de no pocos mexicanos y de otras mujeres y hombres en países acerca del brote atípico del virus de influenza porcina, conocido mejor como H1N1.
Y la colega Flor Berenguer, en un texto de su autoría muy informado, escribe:
“Las posibilidades reales de contraer influenza son mínimas, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud; la alerta para México es (de) tipo 3 (…) no hay evidencias que la enfermedad animal se traslade masivamente sin contacto directo a la población, con muy poca transmisión del virus de persona a persona”.
La cara leyente Yeidckol Polenvsky, Senadora de la República porel PRD, afirma: “Existe temor (de) que el gobierno esté manipulando la magnitud real del brote epidémico con fines electorales y para desviar la atención pública de la crisis económica, el descontento social y de la intención de militarizar al país”.
III
Ciertos leyentes, empero, como Régulo León-Arteta, tienen otro parecer: “Hoy pudieran haberse salvado muchas vidas si desde antes de la revista que realizó (Barack) Obama a su gabinete mexicano se hubiese dado la voz de alarma, ¡ya!”.
El caro leyente Andrés Ruiz Furlong, en su turno, escribe: “Aún comprobada, la “epidemia” , el actual desgobierno no puede eludir su responsabilidad”. Dice que tanto el secretario de despacho de Salud del Presidente de Facto Calderón como el gobernador Enrique Peña Nieto “son muy ojones para ser palomas”.
Pero, ¿qué hay realmente detrás del telón de fondo y los móvilesveros de los operadores de la tramoya? ¿Por qué éste juego al parecer frenético y sospechoso de manipulación oportunista de los personeros panistas del poder político del Estado cuyo efecto es una psicosis colectiva y una histeria social aguda?
Para empezar, ausente o minimizado, si no es que deliberadamente omitido, es el discernimiento objetivo (por lo que toca a los personeros panistas del poder político del Estado) del fenómeno del desarrollo epidémico atípico del virus H1N1, seguido de una reacción exacerbada diseñada con fines de control social.
Esas interrogantes carecen de respuestas objetivas, pero susubjetivismo tiene raigones hondos en la psique colectiva de amplios estratos de la sociedad mexicana, a partir de un hecho que sí ofrece el atributo de la objetividad: la carencia de credibilidad del poder político panista-priísta-perredista en general del Estado.
www.faustofernandezponte.com
Glosario:
Fiat: decreto. Órdenes tajantes e indiscutidas. Decisiones imperiales.
Raigones: raíces.
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