Ricardo Andrade Jardí
Una vez más el usurpador chatarra se equivoca. Efectivamente en Haití la gente muere de hambre y no del virus de la influenza. Pero en México la gente muere también de hambre y, además del virus y somos el único país del mundo, de los supuestos infectados, donde la gente muere por el virus de moda. Son ya 42 las defunciones que oficialmente han dado positivo en el supuesto del virus de la influenza A H1N1. Aunque el 23 de abril las muertes, por influenza o de carácter respiratorio, eran ya más de cien (100), las que sin duda se han incrementado en los días de cuarentena, aunque ya nadie hable de ellas, pues no son positivas del virus porcino.
Y donde el hambre no mata, mata la IMPUNIDAD, la desnutrición de una alimentación chatarra que no es apta para el consumo humano y no olvidemos que algunas de las empresas que más “subcomida” ofertan en el mercado mexicano son justamente las mismas que orquestaron el fraude electoral y que hoy son la base de la alimentación en escuelas públicas y privadas: PESICO y BIMBO, en México, cuando menos, son las empresas de más dudosa calidad. Sabemos que BIMBO vende productos que no son lo que aseguran y ahí está como ejemplo, reconocido por el dueño de la Bimbo, del pan integral, que no es lo que oferta que es pero que igual con absoluta falta de ética la empresa justifica argumentando que la norma mexicana así se lo permite hacer. Es decir que la norma mexicana le permite tratar a sus clientes como basura y como basura son tratados. Y, Greenpace, nos informa que Sabritas (PESICO) México, no les ha dado nunca información en relación a alimentos modificados genéticamente, amén de los aditivos y conservadores que estos productos sigan usando de los que están prohibidos para consumo humano en casi todo el mundo. Pero ese es un análisis que no veremos de nuestras usurpadoras autoridades federales y ni siquiera Marcelo Ebrard llegará tan lejos. Ningún gobernante está dispuesto a perder los apoyos del capital aunque esa pérdida suponga una mejoría considerable en la salud pública del país. En México las gripes están matando a cientos de personas, al tiempo que tenemos un incremento sistemático en los casos de cáncer en niños. Mercurio en la leche materna, desnutrición crónica, diabetes y diabetes infantil, entre muchos otros problemas relacionados con la pobreza como foco de riesgo poco más de 70 millones de mexicanos, triplicamos por mucho las cifras de Haití, y, tal vez, la pobreza de Haití, quién sabe, evite más pronto que la insana industria porcícola transnacional contamine impunemente sus ecosistemas y comunidades al tiempo que enferma a los cerdos con virus mortales, en este caso sólo para los mexicanos.
Para nosotros es tarde, visto está que nuestros desgobiernos protegerán a los macro productores de cerdos, sin exigirles siquiera salubridad y calidad en sus procesos de comercialización.
La salud en México no es más que un discurso demagógico para que el usurpador pueda sentirse “protagonista de la historia”, mientras supone estúpidamente que Haití es un país más pobre que el nuestro.
Habría que definir el concepto de pobreza y tristemente descubriremos los mexicanos que nuestra pobreza espiritual y neoliberal supera por mucho a los países más pobres económicamente hablando del continente... Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, “la maestra”, “Los Chuchos”, los similares, la política en sí son un ejemplo de nuestra más deprimente pobreza social.
Por otro lado la reacción de Haití de rechazar un barco de ayuda alimentaria es producto de la alerta epidemiológica que el desgobierno de Fecal lanzó el día 23 de abril en la que se hablaba de cientos de muertos y miles de infectados, las dudas existen en todos, no sólo en Haití, el caso de China es resultado de las cuarentenas que nosotros, aunque ya las olvidamos, corta memoria que tenemos, les hicimos a los ciudadanos chinos hace unos años cuando lo de la gripe aviar.
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