Ricardo Andrade Jardí
Y mientras la paranoia se apodera de nuestra cotidianidad, el México usurpado se prepara para recibir el Estado represivo que los legisladores han ido aprobando a las espaldas del asustado y enajenado pueblo mexicano, la creación de una guardia nacional acorde a la ilegitimidad del ejecutivo federal, la intervención telefónica y cibernética (correos electrónicos) “sospechosos”, extinción de dominio, espionaje, infiltración, en fin, la PANdemia mexicana, es el escudo del sueño fascista mexicano, la derecha incapaz de gobernar, seguirá endeudando al país.
Hoy y en un tiempo récord somos la nación más endeudada del planeta, deuda que por supuesto estamos condenados a pagar los mismos de siempre, mientras los amorales privilegios de las oligarquías siguen bajo protección del fallido Estado y el crimen organizado a las costillas de las instituciones públicas, sigue cobrando su cuota en la lucha por el control y el poder: 23 ejecutados, sin contar a las “víctimas de la influenza”, en las ultimas 24 hrs., pese a la cuarentena decretada por el usurpador, en la que el sujeto que se autoproclama presidente de México, pide a los ciudadanos “mejor quedarse a hacer talacha en sus casas, desocuparse de la realidad” y dejar que los políticos nos preparen el nuevo “estado de las cosas”.
En tanto, el manejo faccioso de la desinformación hace que los mexicanos se vuelvan los apestosos de la historia, los futbolistas mexicanos son vetados para jugar en los torneos regionales y los turistas con nacionalidad mexicana son aislados, al tiempo que se prohíben los vuelos procedentes de México a otros países. Es el resultado de las cifras de mortalidad y contagio aventuradas por el secretario de salud usurpador, en las primeras horas de la declaración de emergencia epidémica, con la que también se liberan grandes cantidades de dólares en prestamos de “emergencia” al desgobierno de México, con lo que se da paso a la más sumisas de las dependencias económicas. En eso consiste en realidad nuestra influenza mexicana, en la estrategia del miedo para someter y distraer a la ciudadanía de lo que en realidad está sucediendo.
El Estado represor se impone sin que lo percibamos y la violenta IMPUNIDAD sigue, aunque la telecracia calle la más elemental de las informaciones, incidir en la formación de subjetividades oprimidas por el miedo, es el objetivo de las sicosis colectivas provocadas desde las “instituciones de la democracia mexicana”.
Pero no es un asunto sólo del desgobierno usurpador, no. El PRI, el PRD y similares, son igual de cómplices, son sus “legisladores” a modo, los que han optado por aprobar, ante el caos y el desconcierto ciudadano, las modificaciones de ley que harán del país un Estado represor contra cualquier forma de protesta social.
El PRI lo lleva en la sangre, es parte de su historia moderna (de los 60 en adelante). El PRD simplemente demuestra la basura electoral que es; por decencia tendríamos que trabajar todos, porque ese partido que se reivindica de izquierda pierda el registro, tal vez así la izquierda electoral resurge para construir una nueva opción, para los que aun creen que la democracia burguesa de la representatividad es un camino hacia la construcción de algo digno.
En fin, la cuarentena, es la confirmación de todo lo que ha sido y será el sexenio de la usurpación fecalista, todo por la puerta de atrás y a las espaldas de la sociedad. Es la revelación de que nuestra clase política es igual sin importar su tendencia o color de “su militancia”. De ideología ni hablar, el miedo será el mecanismo cada vez que se requiera dar un golpe mortal contra toda forma de existencia que no pueda ser sometida a la lógica del consumo y el libre comercio, a las normas de la IMPUNIDAD, que como la humedad y la influenza (que en el México usurpado además es mortal), todo lo corrompen.
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