Alberto Barranco Chavarría
*Cirugía mayor
*Líneas aéreas en picada
*Banquitos con banquitos
Enredado en su propia trampa: la terquedad de minimizar el tamaño de la catástrofe con frases huecas (“barco de gran calado”, “catarrito”, “blindaje a prueba de misiles”), el gobierno enfrenta hoy la penosa encomienda de convocar a una cirugía mayor al enfermo.
Dorada la píldora con aspirinas, el mal que se inició en mayo del año pasado y que para octubre provocaba espasmos, se generalizó ya a todos los órganos, destruyendo tejidos y glándulas.
La paralización, pues, está tocando a la puerta.
De acuerdo al cálculo de la empresa Consultores Internacionales, a los 300 mil millones de pesos que representan el boquete en los ingresos del gobierno para empatar con los egresos previstos para este año, se suman 620 mil para el próximo.
El hueco, pues, alcanza casi un billón de pesos, en un escenario en que el margen de maniobra se ha estrechado al mínimo ante la imposibilidad de mayor endeudamiento; el rechazo generalizado a nuevos impuestos, y la resistencia del gobierno a reducir su gasto corriente.
Suponiendo que el Congreso aceptara que el peso del déficit se cargara a la cuenta de la deuda externa, estaríamos hablando de que sólo para sacar el año próximo se reclamarían 46 mil millones de dólares, lo que elevaría el monto total a 130 mil millones, signando al gobierno actual como el de mayor endeudamiento en toda la historia.
¿Se acuerda usted de las andanadas de la entonces oposición panista contra los ex presidentes Luis Echeverría y José López Portillo, a quienes se acusaba de haber hipotecado al país? ¿Se acuerda de las críticas contra el gobierno perredista de la capital?
Ahora que, sin haber logrado enderezar el barco frente a la tormenta, el gobierno del presidente Felipe Calderón ya elevó la deuda de 57 a 84 mil millones de dólares, lo que representó en el 2008 una velocidad de 4.38 millones por día, o si lo prefiere 80 mil por hora.
En el 2009, hasta el 30 de marzo, el vértigo fue de 316.5 millones de dólares al día, o 13.8 millones por hora.
¿Y a qué costo y con qué garantías podría recurrir el país a un sindicato de bancos que lo hiciera fuerte, cuando las calificadoras de deuda han colocado en revisión su calidad crediticia?
Ahora que, cancelada la posibilidad de que la oposición en el Congreso le diera luz verde a una generalización de la tasa del Impuesto al Valor Agregado, es decir subir de cero a 10 por ciento el tributo para alimentos y medicinas, las rendijas se estrechan.
De hecho, en la penumbra las baterías de las cúpulas empresariales apuntan a cerrar los llamados “gastos fiscales”, es decir “aquellos tratamientos que significan una disminución de la recaudación y derivan de la aplicación de regímenes de excepción”.
Según ello, las exenciones para actividades como el transporte y la producción de alimentos representan el 7.4 por ciento del Producto Interno Bruto, lo que traducido a pesos representaría 772 mil millones.
El problema es si la súbita carga la aguantaría un andamiaje resquebrajado por la crisis, sin prever más despidos masivos que alimenten la de suyo grave tensión social.
Ahora que para la Coparmex el eje de una reforma fiscal integral sería la ampliación de la base de contribuyentes, es decir incorporar a la economía informal, a la par de la aplicación de una tasa única al ingreso; simplificar el entero de los tributos… e implantar un IVA generalizado, aunque quizá con tasas diferenciadas y de manera gradual.
El peso mayor, sin embargo, se centraría en una reducción drástica del gasto, priorizando sólo aquellas actividades que garanticen rentabilidad social, es decir cernir aquellos programas que no representan beneficios tangibles para la población, en un escenario de 214, a los que se les asignó un presupuesto de 585.4 mil millones de pesos.
Ahora que el eje de la reducción se centraría en el gasto corriente, cuyo monto ha llegado a niveles de asfixia, representando el 64 por ciento de los ingresos públicos.
Naturalmente, en el jaloneo se habla también de reducir al mínimo los 14 mil millones de pesos con que se apoya a los partidos políticos, cuyo objetivo primordial se nutre de campañas sucias, descalificaciones, patadas bajo la mesa y trampas para burlar la legislación electoral.
La paradoja del caso es que, desdeñada por los supuestos expertos la posibilidad de contagio por la crisis en Estados Unidos, ahora resulta que este país podría empezar a salir del hoyo en diciembre próximo… cuando México estará en lo más profundo del suyo.
Se agravó el enfermo por falta de cuidados.
Balance General
Las señales apuntan a que por un año más los trabajadores de tierra y de vuelo de Aeroméxico se quedarán con las ganas de un incremento salarial en el marco de su revisión contractual.
La petición se elevaba a 10 por ciento.
La disyuntiva fue tajante: más salarios igual a más posibilidades de quiebra, por más que la ocupación en los últimos días ha pasado de 24 a 45 por ciento.
En el escenario, la única línea aérea que se salva de la turbulencia es Interjet, tras una fuerte inyección de capital fresco aportado por sus accionistas, encabezados por el ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco.
De hecho, de no fluir los 30 mil millones de pesos en préstamos ofrecidos por el gobierno, las quiebras llegarán en cascada.
Por lo pronto, ya hay acercamiento entre los socios de Mexicana de Aviación y de Aeroméxico, en la mira de una eventual fusión, en la que subsistiría la segunda como marca emblemática del país.
Fusiones a granel
Colocados de espaldas al callejón ante la inminencia de un deterioro mayor en la cartera vencida, las señales hablan de que la compra del 100 por ciento de los fondos de Prudencial por parte de Actinver es apenas la punta de la madeja para una serie de fusiones entre bancos pequeños y casas de bolsa.
De hecho, hasta abril pasado la cartera vencida en créditos al consumo se elevó a 39 mil millones de pesos, equivalentes al 9.05 por ciento de los 393 mil millones que representa la cartera vigente.
A su vez, la cartera vencida en crédito para vivienda se ubicó en 3.25 por ciento, tras la caída en la venta de éstas, que alcanza ya 50 por ciento.
Tercera cadena
El punto fino de la licitación que finalmente lanzó la Comisión Federal de Telecomunicaciones para subastar el espectro radioeléctrico habla de abrir la banda de los 1.7 Gigahertz para permitir la posibilidad de una tercera cadena de televisión abierta a nivel nacional.
La alternativa podría revivir el viejo proyecto de General Electric, vía su filial Telemundo para hacerle la competencia a Televisa y Televisión Azteca.
Ahora que en la pelea podría estar también MVS, con lo que completaría su oferta de televisión satelital Dish México, dado que no cuenta con canales abiertos, salvo el 11 y el 22.
albertobach@yahoo.com.mx; barrancoalberto@prodigy.net.mex
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