miércoles, mayo 27, 2009

En voz alta. EL VIRUS MÁS PELIGROSO


Por Flor Berenguer









México sufre una epidemia que permea en todas las capas sociales, partidos políticos, edades y creencias religiosas.
No me refiero a la influenza que nos costó 0.5% del PIB y más de 300 mil empleos y acabó internacionalmente con la imagen nacional, no, éste es aún más pernicioso y difícil de combatir. Me refiero al virus del rumor que todo lo infecta y todo lo destruye.

Ante la nula credibilidad que tenemos en los gobernantes y partidos políticos hemos hecho de la rumorología una enfermedad crónica que día a día se alimenta de cualquier idea por extravagante o inverosímil que sea.
Así las cosas, seguramente le llegó por allí un e-mail que decía que el brote de influenza había sido producido artificialmente con el fin de darle una ventaja económica a los poderosos del grupo de los 20 y que rifado en incidente, México había sacado el tigre en la rifa a fin de desviar la atención sobre la crisis económica y ayudar al mismo tiempo a ponerse de pie a los paises desarrollados.

Si no es ése, seguro ya recibió otro en que le dicen que el registrar su celular de prepago, de esos de plan amigo, nos va a obligar a pagar impuestos más altos ya que la voraz Hacienda deducirá que si tenemos para comprar fichas telefónicas entonces tenemos recursos para aportar más al fisco.

O si éstas no le han impactado, seguro tiene por allí ése que decía que no debemos pagar la tenencia porque Felipe Calderón nos ofreció como promesa de campaña en el 2006 quitarla, lo que omiten los rumorólogos es que dijo que esto se daría si las condiciones para el 2012 son buenas. Mientras tanto varios incautos van por la vida creyendo que ya libraron este impuesto arbitrario que desde 1966 sólo tendría la misión de pagar ¡por las Olimpiadas de 1968! pero que ahora , al menos en el área metropolitana del DF y Estado de México la requieres para verificar si quieres que tu auto circule, eso sí, sólo 5 días de la semana si no es de modelo muy reciente.

Los rumores en el área económica son los culpables directos de la devaluación galopante que regresó a mostrar su cara más fea, esa devaluación que los panistas cacareaban no se había presentado desde que ellos parten el queso y que sin embargo al aventarse piedras para arriba, estrellaron su casita de cristal, lo cual nos lleva a deducir que tan malo es correr rumores como cantar victoria antes de tiempo.
La rumorología en México es una conducta digna de análisis científico, porque creemos las cosas más alucinantes y fantásticas como el chupacabras, que a los niños los secuestran para sacarles las visceras y se transportan a Estados Unidos como si fuesen pollitos congelados, que el sida se puede adquirir al sentarte sobre una misteriosa aguja en un cine o que los cubrebocas hechos de papel filtro y un resortito, abiertos por todos lados y utilizados abajo de la nariz, casi como segunda papada, tienen características mágicas para detener a un virus como el de la influenza que se contagia por contacto directo, pero al mismo tiempo no comprendemos las cosas más científicas, matemáticas o lógicas, esas las rechazamos, somos alérgicos a los datos duros y seguimos creyendo en cuanto aspirante a diputado nos dice que va a erradicar la delincuencia por decreto, sólo por modificar una ley.

En fin, ese espíritu mágico que nos llevó a cambiarle a los españoles un imperio por espejitos, sigue vivito y coleando, nos lleva a creer que ahora sí vamos a salir de apuros, que Bill Gates nos va a mandar parte de su fortuna si reproducimos un mail en cadena destinado al robo de identidad o pensamos que esa carta, escrita en inglés champurrado enviada por alguien que dice ser ministro de energia o lo que sea en algun país africano y que nos ofrece millones de dólares a cambio de un depósito de buena voluntad y nuestro número de cuenta bancaria, será la clave de la riqueza sin esfuerzo.

Lo mismo en lo social que en lo político, seguimos cayendo como niños de brazos ante cualquiera que circule una versión lo suficientemente trasnochada, baste recordar el escandalito político de la vidente Paca que orientó gracias a sus contactos con el más allá a "encontrar" a Pablo Chapa Bezanilla el esqueleto de Manuel Muñoz Rocha, para que al final fuese un montaje más de esa política mexicana que tan hábilmente explota nuestra ñoñería y credulidad.

Mientras decidamos ser unos niños en la parte social y política, tendremios a cualquier nivel, municipal, gubernamental o nacional, un papá gobierno listo para dormirnos con cuentos de hadas o asustarnos con la cantaleta que ahi viene el lobo. En nosotros reside el poder de despertar, crecer y ver la realidad tal como es, con sus claroscuros, pero con la objetividad para finalmente salir del hoyo en que nos encontramos.

Porque al final esta crisis económica, política, social, de imagen e identidad es factura nuestra por crédulos y negligentes. Como decía Sor Juana "Primero hacemos al coco y luego nos asustamos con él"

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