Barómetro Internacional
Por Jorge Zárate
Concluyó el 8 de mayo en Asunción la 22ª Reunión del Grupo Intergubernamental sobre la Carne y los Productos Lácteos que organizado por las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) se realizó en nuestra capital. La cita, desarrollada en la sala Bicameral del Congreso tuvo especial importancia para el Paraguay, porque por primera vez, la reunión se realiza fuera de la sede de la organización en Roma. Allí también se desarrolló el “Simposio sobre la Mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero resultantes de la producción ganadera” con participación de delegados de los 5 continentes.
En las diversas exposiciones que se desarrollaron en el Simposio, destacó la experta de la FAO, Wendy Mann, que urgió a los países agroganaderos, especialmente a los de Sudamérica, a hacer un fuerte lobby para conseguir compensaciones económicas por la reducción de emisiones en la próxima reunión en Copenhague de los países del Protocolo de Kyoto. “Hoy por hoy el tema no está en las agendas, la agricultura tiene que hacerse oir”, insistió.
Entre las recomendaciones de la reunión se explica que de aplicarse las medidas paliativas de emisiones se tendrán beneficios para todo el medio ambiente que pueden ser capitalizados por los países productores de ganado, entre los que se encuentran los de Mercosur con el hato ganadero más grande del mundo, cercano a las 280 millones de cabezas de ganado, la mayoría de producción extensiva y con pasturas naturales.
En la apertura Modibo Traoré, sub-director general asistente del Departamento de Agricultura y Protección al Consumidor de la FAO sugirió la aplicación de “una gama de intervenciones en el manejo de pasturas que pueden reducir las emisiones y mejorar el secuestro de carbono que incluye la mejora en la calidad de las pasturas, el manejo del fuego, aumentar la cobertura en sistemas silvo-pastoriles y la restauración de tierras degradadas”. Recordó también que las pasturas “pueden almacenar 30 por ciento del stock de carbono y que 70 por ciento de este potencial puede ser logrado en países en desarrollo”.
Traoré recordó que “el cambio climático golpeará más duro a los países más pobres, con una reducción de los rendimientos en la mayoría de las regiones tropicales y subtropicales. Como consecuencia de ello, es crucial que aumente la eficiencia global de la producción agrícola, de los sistemas de distribución y de consumo”.
El alto funcionario de la FAO, oriundo de Mali, continuó explicando que “el mundo está enfrentado a una creciente demanda de alimentos, empujado por una creciente población que se espera llegue a los 9,2 mil millones de personas para el 2050, y por la necesidad de luchar contra el hambre y la malnutrición que continúan afectando a 1.000 millones de personas (2008)”, puntualizó. Por ello las estimaciones señalan que la producción de carne se duplicará de 580 mil millones a 1.043 mil millones de toneladas para el 2050, recordando que los recursos naturales son limitados: “La disponibilidad de tierra arable per capita caerá de 4,3 a 1,5 Há. en el 2050. Se proyecta también que la disponibilidad de agua, elemento esencial para la agricultura, caerá, al igual que la fertilidad del suelo”, precisó.
Pierre Gerber, experto de la FAO en ganadería y ambiente, recordó que la agricultura es responsable de casi un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. Señaló también que todavía no se cuantificó la porción de la que es responsable la ganadería, aunque señaló como necesario trabajar en la máxima reducción de emisiones, para lo que puso el ejemplo de Holanda que en 2 décadas logró reducir grandemente la presencia de nitritos en el agua.
Paraguay
La necesidad de reducir la emisiones de gases de efecto invernadero en la ganadería nacional fue asumida por el viceministro de Ganadería, Armín Hamman: “Tenemos que compatibilizar la producción con el cuidado del medio ambiente en un esfuerzo que tenemos que hacer juntos el sector público y el sector privado”, apuntó. El gas metano que liberan las vacas al digerir los alimentos, la quema de pastizales, el cambio de uso de suelo, son algunos de los aspectos que hacen al tema que prometieron ser tratados por el Ministerio de Agricultura (MAG).
Hamman recordó la importancia económica del sector carnes que durante el año pasado exportó por más de 735 millones de dólares, para destacar también el crecimiento del sector lácteos que ya tiene 700 mil de las 10,5 millones de cabezas de ganado que tiene el hato nacional,
Para recordar
En los considerandos de las conclusiones de la reunión, los representantes de FAO explicaron que: “La ganadería desempeña una función primordial y cada vez mayor en la economía agraria, es una fuente importante de subsistencia para una gran parte de la población pobre del mundo, proporciona alrededor de una tercera parte de la ingesta proteica de la humanidad, y se prevé que para 2050 la demanda de productos pecuarios llegará a duplicarse.
La producción ganadera mundial contribuye, junto con otros sectores, a las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) antropogénicas, incluidas las de metano, óxido nitroso y bióxido de carbono resultantes de la fermentación entérica y del manejo del estiércol, las emisiones indirectas derivadas de la aplicación, almacenaje y deposición de estiércol, el transporte, la utilización de combustible fósil en las explotaciones, el cambio de uso de la tierra para pastoreo, y las emisiones relacionadas con la producción de piensos y pastos.
El potencial técnico para mitigar las emisiones de GEI resultantes de la producción ganadera varía entre los sistemas e incluye, entre otras prácticas: la captura y quema del metano derivado de los sistemas de manejo del estiércol, mejoras en las técnicas de aplicación de estiércol, eficiencia en la fertilización, una fermentación ruminal eficaz, la modificación de las prácticas relativas a los piensos y a la alimentación de los animales, la mejora de la genética animal, el incremento de la eficacia de los piensos, la salud animal y la fertilidad, y un uso más eficiente de la tierra para la producción de ganado y de cultivos forrajeros.
Algunas medidas destinadas a mitigar las emisiones de GEI resultantes de la ganadería traen aparejado ventajas económicas y ambientales colaterales, tales como una disminución de la presión sobre los recursos naturales y de la contaminación hídrica y atmosférica, y una mayor productividad agrícola-.
Los beneficios y costos de las políticas y medidas destinadas a mitigar las emisiones de los GEI del ganado varían ampliamente de un país a otro y entre sistemas de producción, y que las capacidades de los países para elaborar, promulgar y aplicar políticas de mitigación varían considerablemente.
La falta de coordinación de políticas y medidas podría tener repercusiones negativas en la producción, el comercio, y podría socavar la efectividad de las medidas de mitigación”.
jdzarate@hotmail.com
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