Por Luis Sergio Miranda
Un debate light y el voto nulo
Al parecer, como si de una pelea clandestina se tratara, el recién anunciado duelo de vanidades, el esperado choque entre Beatriz de Tlaxcala, Germán, El Mínimo, y Jesús Gris Oxford será un evento sin gran difusión mediática y por lo tanto inexistente… Será en los sótanos de algún ruinoso edificio, ahí donde anidan las ratas, se producen mercancías apócrifas y se hacen componendas, dicen los ninguneados… Será otro acto casi privado a favor de la abstención electoral o, en el mejor de los casos, para animar el voto nulo, garantizan los anarquistas de Juan, El Decapitado… Al respecto, el conjunto de promotores del sufragio efectivo, sufragio anulado, en cualquiera de sus variantes, se puede separar en cuatros o cinco apartados fáciles de distinguir…
En uno, el mayor sin duda, encontramos una cantidad imprecisa de ciudadanos comunes que aseguran, dando muchas pruebas, estar hartos de los políticos y sus nefastas prácticas… Midiendo sus testimonios --tomados al azar por encuestadores a bordo del transporte público, en las filas de las tortillas y desde luego en los estadios de fútbol-- algunos expertos han deducido que dichas personas anularán su voto por oportuna convicción… Lo harán a favor de los cambios profundos que el sistema de partidos mexicanos necesita, insisten los supuestos adentrados en el tema electoral, pero el dato concreto que los estudiosos ignoran es que esos ciudadanos comunes rechazarán el próximo 5 de julio a la clase política y su malvado proceder como siempre lo han hecho… Sufragarán por Tuca Ferretti, el técnico de Pumas o por Luis Miguel, el popular cantante o por algún luchador rudo de la triple AAA… Esto de acuerdo a otro enfoque menos apasionado, según el cual dichos ciudadanos no siguen modas ni son usuarios frecuentes de la Internet ni responden a consignas virtuales… Lo cierto es que así han sufragado por generaciones… Mis abuelos maternos votaban por Cantinflas, mi tía Lola por Tin Tan y yo lo haré por El Piporro que en paz descanse, explicó una ciudadana de ese amplio y anónimo colectivo… Harina de otro costal son las decenas de expertos en análisis político que en la actual coyuntura sorprenden por sus posturas radicales, novedosas y como siempre tan personalísimas… En otro sitio ubicamos a los profesionales de la política, que son, al parecer, los más concientes del peligroso terreno que pisan al enfrentar a sus congéneres en pleno celo político-electoral… En el polo extremo hallamos al puñado de serviciales servidores de los poderes fácticos que por sus actos todos bien conocemos… Son algunos de los intelectuales que Carlos Salinas inventó y, desde luego, maiceó con una pequeña parte de la partida secreta… Son los que Ernesto Zedillo protegió y también subsidió, los mismos que acudieron al Alcázar del Castillo de Chapultepec en aparente solidaridad con los que menos tienen y para quedar bien con quienes más han saqueado el erario… Estos personajes, ahora acaudalados e influyentes empleados del duopolio televisivo, de las grandes cadenas de radio y/o de algunos de los llamados diarios de circulación nacional abanderan la campaña por la anulación del voto y no hay día que no lancen improperios contra la clase política mexicana, cuidándose siempre de no ir contra Felipe, El Pequeño, sus familiares y allegados… Ellos son, valga la acepción del término empleado, los sicarios bajo el mando de quienes perdieron miles de millones de pesos con la reforma electoral de 2007 y van por la revancha… Por ejemplo, el señor Sánchez, un analista de tantos de la televisora especializada en asaltar instalaciones y en linchamientos mediáticos, propone una travesura: Sustraer la boleta electoral para exhibirla como banderita en el auto y en casa… Él enarbola, entre otras, las siguientes demandas que darían piso y perspectiva a la anulación del sufragio: 4) derogación del párrafo del artículo 41 constitucional que prohíbe las campañas negativas; 5) no a la censura --libertad en los medios de comunicación electrónicos y 9) instaurar las candidaturas independientes… En tanto el señor Aguilar, otro analista prestigiado, éste ligado a la otra empresa que sobresale por azuzar y televisar las lapidaciones de sus propios rivales y las de los enemigos de la mafia de Los Pinos, propone votar por consignas que más parecen ocurrencias de una tardía noche primaveral: 1.Terminar con las candidaturas plurinominales, 2. Instaurar la reelección, 3. Establecer candidaturas independientes… Todo eso, dice, para quitarle poder a los partidos y dárselo a los votantes… Estos y otros tipos leales a los intereses de las empresas para las que laboran nunca han criticado los contenidos informativos que sus patrones imponen ni les han sugerido la más mínima apertura a la libre expresión ciudadana… Ellos son las cabezas visibles, aunque no amables, de la cruzada a favor del voto nulo como medida de presión contra los partidos y para sacar ventajas de la próxima legislatura federal… P.D. Tan urgidos de ganar votos andan Felipe, El Pequeño, y Acción Nacional que han usado el caso de la secuestradora Florence Cassez para sumarlos... En fin…
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