Crimen de lesa humanidad

Analicemos este artículo de Rebelión por Rafael Rubén Borbón Siqueiros:

44 niñas y niños de entre 0 y 4 años han muerto por el ¿accidente? ocurrido en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora. Mientras la indignación la rabia y la impotencia se apodera de la sociedad hermosillense; el temor, la desesperanza y la obligación se deslizan por las calles de Hermosillo, con olor a humo negro, con olor a miedo; invadiendo automóviles, transporte público y banquetas cuando los padres jóvenes se trasladan a sus trabajos y a dejar a sus hijos en las distintas guarderías en Hermosillo, sean las del IMSS, las del ISSSTE, particulares o de cualquier tipo.

Este ¿accidente? ocurrido el día 5 de Junio, que ya se convierte en una fecha trágica más en la historia del capitalismo, la sociedad no puede más que concientizarlo como un crimen de lesa humanidad.

El modelo neoliberal que se ha impuesto a los pueblos del mundo han tenido consecuencias graves, guerras, dictaduras, incremento de la delincuencia organizada, pero hoy en Hermosillo el modelo neoliberal depredador ha dado en el corazón mismo de la sociedad, LA SEGURIDAD DE SUS NIÑ@S.

Las reformas estructurales que se han venido introduciendo en los distintos países en México ya tienen tres décadas desmantelando lo poco humano que tenía el Estado en México, la seguridad social. Al pueblo de México se le ha negado tener una jubilación digna al privatizarles sus pensiones a través de las AFORES, que han sido fuente de miles de millones de dólares en ganancias para los banqueros sean estos mexicanos, españoles, estadounidenses o de cualquier nacionalidad, se le ha negado un disfrute de sus últimos años de vida al incrementar la edad productiva como requisito para poder jubilarse, se le ha negado una buena calidad de vida cuando en las instituciones hospitalarias cada vez más restringen ciertos servicios y la mayoría de las veces faltan los medicamentos que la población tiene que conseguir por fuera en ocasiones acudiendo a la solidaridad de la sociedad.

La seguridad social se ha venido desmantelando desde los sexenios de Salinas y Zedillo, ( incluso este último ha declarado que sólo las reformas estructurales sacaran a México de la crisis, cuando los neoliberales mexicanos culpan de la crisis interna a la crisis financiera en E.U.). Pero este desmantelamiento ha seguido con los gobiernos de la alternancia. Los gobiernos panistas, siguiéndoles el juego tanto los priistas que nadan como peces en el mar con la política del PAN, como los perredistas que en su afán de no ser considerados violentos y ser políticos responsables han aceptado a regañadientes las reformas que anulan todo tipo de solidaridad social y vulneran los derechos más elementales de la población, pero que a ellos les reditúan ganancias que los hace ascender en la escala social y ya se sienten parte de la clase en el poder como parte de la “clase política”.

Pero si bien es cierto que la muerte de estos niños y niñas y las secuelas físicas y psicológicas que les quedan a los que siguen vivos, ha dado en el corazón de la sociedad Hermosillense y ¿porqué no decirlo? a la sociedad mexicana, también ha dado en el corazón de los políticos y empresarios mexicanos, como un dardo flamígero que los hiere con una flama de muerte, pega directamente al corazón de la corrupción, del tráfico de influencias del desvergonzado manejo político y comercial de los sentimientos más profundos y legítimos de la sociedad.

Hasta aquí todo lo que dice es cierto, es una de las tantas denuncias que se han escrito sobre la situación que prevalece en México. Y como todas éstas son verdaderamente indignantes y hacen que la ira emane de nuestro espíritu.

¿En quien confiar?

La población en México ya no tiene en quien confiar el PRI a pesar de su tan cacareada nueva imagen muestra su rostro horripilante de siempre, represión a opositores, corrupción para favorecer a sus parientes y amigos. El PAN con su careta de lucha contra la corrupción en cuanto llegó al poder se mostró su verdadero rostro de corruptos y antidemocráticos y de tratar de arreglar todo a través de la represión. El PRD con sus video-escándalos y la corrupción que han enseñado en su corta vida de democráticos, no dejan posibilidad de confiarles los destinos del país. Quedan los sindicatos pero ¿cómo la sociedad seguirá confiando en los sindicatos afiliados al PRI que han sido los promotores de la corrupción y la desunión entre los trabajadores mexicanos?, ¿Cómo confiar en los líderes sindicales que lo que han hecho es sólo negociar curules de diputados y senadores a cambio de violar constantemente los derechos más elementales de sus agremiados, e incluso votar en las cámaras leyes que vulneran los derechos más sentidos y legítimos de los trabajadores como es el de la seguridad de los hijos cuando se está en el trabajo?

Lo que señala sobre el PRI y el PAN es también cierto. Sin embargo, en relación con el PRD la certeza es sólo parcial. Si bien es cierto que una parte de este partido ha tenido videoescándalos, desaseos electorales y prácticas semejantes a las de los otros dos partidos, mismas que han sido difundidas hasta la saciedad por los medios de comunicación a veces de forma exagerada, no menciona que en ese partido ha habido y hay personas valiosas cuya trayectoria política ha sido buena. Esto nos muestra que aún en mentalidades inteligentes y críticas permea la influencia mediática. No menciona al movimiento ciudadano que dirige Andrés Manuel López Obrador justamente porque éste no ha sido cubierto por los medios o bien porque el autor no ha escapado a la influencia mediática que lo sataniza. Minimiza que existe una lucha permanente de seguidores de este líder además de la que éste ha librado por todos los rincones del país. Y por tanto, no considera que sí hay en quien confiar.

¿Cómo confiar en las instituciones de justicia si los mismos que las dirigen son los mismos que violentan las leyes?, como confiar en ellos si son los primeros en traficar con las influencias para enriquecerse, e incluso el máximo órgano del Estado mexicano de impartir la justicia, la Suprema Corte tiene magistrados que ganan sueldos exorbitantes que los trabajadores necesitan hasta 20 años para lograr el ingreso de un mes de uno de estos magistrados.

También cierto.

¿La prensa? si los que tienen los medios de difusión masiva se han educado en el chayote, en la adulación al gobernante en turno para que no los eliminen de la nómina, etc.

Dedicar sólo dos renglones a los perjuicios que los medios de difusión masiva han ocasionado a la sociedad cuando esto ha sido la parte central de la situación en la que nos encontramos indica la falta de conciencia que existe en este aspecto.

Al pueblo de México sólo le queda la lucha constante por sus derechos, la autoorganización; en su sindicato, en su barrio, en su escuela, en su centro de trabajo, en su ejido.

Otros dos renglones para la solución después de la cantidad de tinta utilizada en denunciar la tragedia. Mucho se agradecería que se extendiera en este sentido.

No es que no tenga valía la denuncia, pero en general el artículo, como muchos de este tipo que sin duda son necesarios para que la sociedad cobre conciencia de lo que sucede, tiene un efecto psicológico de depresión e impotencia al no estar acompañado de una noción de esperanza y no de una ilusión fallida sino de una esperanza real. No basta denunciar el lodazal en el que estamos inmersos sería también importante mencionar los aciertos, las luchas y a much@ luchador@s que han librado batallas en función del progreso y el bienestar para dejar en el lector una sensación que anime a la lucha y no al suicidio.

¡CASTIGO A LOS CRIMINALES!
¡CASTIGO A LOS PROTECTORES DE LOS CRIMINALES!

Este final ratifica lo dicho, por supuesto que es importante el castigo a los criminales pero más necesario es exaltar aquello que conduce a la emancipación como por ejemplo, "Luchemos por un México con bienestar para todos", o ls consabidas consignas "Patria o muerte, venceremos", "Hacia la victoria, siempre"... Es decir, algo que anime y no que de miedo o deprima porque eso es justamente lo que la derecha y el poderoso quiere. Una sociedad deprimida que no encuentra la salida y que tiene la sensación de un enemigo poderosísimo ante el cual se siente impotente es más fácil de someter. Hay que tener cuidado con eso.