Lilia Arellano
Entre más se acerca la fecha de las elecciones federales intermedias, más se recrudece la lucha entre las todavía principales fuerzas políticas, situándose en un primer plano la necesidad del gobierno actual de lograr una mayoría en la Cámara de Diputados que les permita, sin mayores alborotos, lograr les sean aprobadas las iniciativas a una cauda de reformas que terminarán con leyes de protección a los trabajadores, mayor privatización y hasta aprobación para que sea avalada cualquier tipo de intervención extranjera en los asuntos que solo competen al país y que se caracterizan por ser la columna vertebral de su seguridad y del propio gobierno.
No escapan en este esquema los golpes bajos traducidos en grandes escándalos en Entidades en donde el PAN tiene la mira puesta para lograr llegar al poder y, en otras, conservarlo a como dé lugar. Es claro que en esta pugna no aparecen Estados en los cuales no hay petróleo y las actividades económicas se han visto sumamente mermadas o tienen grandes carencias de orden social. Un ejemplo de lo anterior está en Oaxaca, la cual no aparece dentro de las prioridades panistas para alcanzar el mando estatal y sólo se concentran en las aprobaciones para que les sean entregadas patentes como la de la producción de energía eólica.
No sucede igual en Veracruz, en donde han pretendido llegar a la desestabilización, sólo que el que se enoja pierde y Felipe Calderón ha perdido ya varios rounds en esa pelea; el último de ellos lo llevó a lanzar amenazas y advertir “no se metan con nosotros, y lo digo precisamente en este Estado”, ello en referencia al secuestro del funcionario aduanero y como consecuencia de la serie de demandas que el PAN estatal ha levantado en la PGR en contra de Fidel Herrera Beltrán, acciones que se recrudecieron al ser informados que el PRI obtendrá la mayoría de las curules.
Y si esto sucede en donde sólo se llevarán a cabo elecciones federales, en las Entidades en las que también se votará por el cambio en las gubernaturas la situación se ha puesto muy candente. Todo apunta a que en Nuevo León continuará la crisis de seguridad y el desgaste al gobierno de Natividad González Paras y por ende del PRI, el cual aventaja y con muchos puntos a su contrincante del PAN. Las presiones no se han hecho esperar y la última de ellas es la sustitución de la policía por miembros del Ejército Mexicano con el argumento de siempre: la lucha contra el narco.
En tanto que con todo y la guerra sucia, el PRI se mantiene con su candidato Rodrigo Medina de la Cruz, salido de las filas de la secretaría general de gobierno y al que se han unido los partidos: Verde, del Trabajo y los locales PD y CC, con el 49.10 de preferencias, el panista Fernando Elizondo Barragán, senador con licencia, no alcanza más allá del 46 por ciento. Aunque según los blanquiazules todavía no hay nada para nadie, es posible que de seguir, como es la intención, la guerra sucia en contra del PRI, empiece a marcarse una manipulada diferencia.
Aunque habrá que anotar que el PAN tiene más de un cadáver en el clóset en relación con las narcocampañas. Un ejemplo se sitúa en San Pedro Garza García, el municipio ejemplo del país, al registrar la mayor y mejor calidad de vida de sus pobladores. El candidato de ese partido para ocupar la presidencia municipal es Mauricio Fernández, quien ha sido denunciado sobre su pacto con el cártel de los Beltrán Leyva para garantizar el éxito de un supuesto plan de seguridad con el que cuenta su planilla. Se dice que Fernández pactó un control sobre la venta de drogas a cambio de que los delincuentes puedan vivir en ese lugar muy en paz con sus familias. Al parecer no hay quien alcance a este prospecto de alcalde ya que antes de darse a conocer esta información contaba con el 54 por ciento de las preferencias.
Felipe Calderón y su partido quieren la gubernatura de Nuevo León a como dé lugar.
Servicio de cuchara grande
Querétaro ha estado bajo el dominio panista los últimos doce años y no parecen dispuestos a cederlo. Diego Fernández de Cevallos juega un papel preponderante en esa elección, sin embargo el panorama empieza a complicársele al recibir transformado en número el rechazo de los mandatos blanquiazules porque han resultado infinitamente más corruptos e incapaces que los priístas. Manuel González Valle es el candidato blanquiazul con el 45.7 por ciento de preferencia electoral y, pese a que cuenta con todo el apoyo federal y estatal de manera ostentosa, José Eduardo Calzada Rovirosa del PRI casi lo alcanza con el 42. 9 por ciento. Por las carreteras queretanas y por los caminos y puentes “del amor” transitan muchos camiones con cargas que se miden en millones de dólares.
San Luis Potosí tampoco es una plaza que Acción Nacional quiera perder. Alejandro Zapata Perogordo tiene el 42 por ciento de preferencias pese a su figura gris y al mismo tono que ha impreso a los cargos, tanto públicos como de elección o partidistas, que ha desempeñado. Pocos tienen algún recuerdo de su paso por la secretaría general panista, o por el senado, o por la dirección de comunicación social. Fernando Toranzo Fernández, del PRI, cuenta con el 37.6 por ciento y es claro el avance del PRD al registrar Juan Ramiro Robledo Ruiz un 15 por ciento de aceptación.
No es raro que en Sonora se presenten las cosas en dimensiones desconocidas aún en las peores y más cruentas batallas por la gubernatura. El PRI tiene la ventaja, todavía, con la candidatura de Alfonso Elías Serrano con un 52.14 por ciento de respaldo; Guillermo Padrés Elías del PAN cuenta con el 39.35 por ciento. Hasta ahora las renuncias que se han presentado con motivo de la tragedia en una guardería del IMSS en Hermosillo, provienen de priístas miembros del gabinete de Eduardo Bous, en tanto que a los del blanquiazul se les protege, incluso, con el manto presidencial.
Independientemente de la lucha electoral, las acciones que emprende Felipe Calderón en este tema son totalmente erráticas y ofensivas. Por principio, ya su procurador, Eduardo Medina Mora, adelantó por encima del resultado de cualquier tipo de investigación que nadie irá a la cárcel, o sea ningún panista tiene responsabilidad sobre ese hecho que es, a la vista de todos, uno o mejor dicho 45 asesinatos, crímenes cometidos por negligencia, por corrupción, por todo lo que los encargados de diversas áreas durante los últimos 9 años se han encargado de hacer crecer aún más.
No han dudado en publicitar que la directora de la guardería asesina fue felicitada por la dirección general del IMSS, lo cual, dados los hechos, es todo un ejemplo de que en ese Instituto lo que impera es la recomendación, el dinero, todo aquello que esté distante del cumplimiento de la obligación que tienen de prestar ese servicio de manera directa, con supervisión sobre su personal directa, con atención a los menores directa. Calderón considera que con darle a una escasa decena de sobrevivientes tratamientos y servicio médico de por vida, aunado a una recompensa económica, está salvada esa gran fechoría, esos crímenes cuyos asesinos tienen rostro, nombre, cargo y a los que les pagamos su sueldo con nuestros impuestos.
Todo apunta a que sigue muy vivo y más aún súper vigente el compromiso del gobernador de Campeche Hurtado Valdez, de entregarle al Partido Acción Nacional la gubernatura, tal cual son los planes de la familia Mouriño Terrazo y Mouriño Atanez, lo cual no tiene nada de extraño al ser examinados los antecedentes del mandatario estatal quien ha servido a los Carlos y al propio y finado Juan Camilo con mucha lealtad desde que era uno de tantos empleados del grupo GES. Fernando Eutimio Ortega Barnés, el candidato del PRI, les ha ganado a los azules en varias contiendas, sin embargo en ésta se enfrenta al fuego amigo surgido del propio gobierno estatal.
Ortega Barnés, con muchos esfuerzos, ha logrado mantener la delantera con un 40.7 por ciento de preferencias sobre el 38.8 por ciento del panista Mario Ávila Lizárraga, ex delegado de Sedesol y quien tuvo el tiempo suficiente para actuar bajo un padrón que le ha garantizado votos en las zonas en las que el gobierno estatal “curiosamente” dejó de prestar respaldo de todo tipo. Brown Guantuz, el del PRD, al parecer está trabajando para lograr que el priísta no llegue. Campeche es una entidad clave para el PAN por su producción y exportación petrolera.
En la sonda de Campeche, el panismo ya ejerce un dominio total sobre el sindicato a base de terrorismo y la entrega de trabajadores que ha hecho el seudo dirigente Carlos Romero Deschamps. La campaña que le hacen boca a boca al Atanez más viejo, señalando que es el mejor “protector” e inversionista que ha tenido esa Entidad y al que la clase pudiente le rinde toda clase de tributos al mejor estilo de la conquista, también ha rendido frutos.
Hurtado Valdez aparece rodeado de progenitores de panistas jóvenes que ya tienen cargos importantes en el centro y que sobreviven, incluso, a los escándalos. La lucha electoral en esta entidad se traslada también a las alcaldías en donde Carlos Felipe Ortega Rubio de la alianza PRI-PANAL, tiene el 40 por ciento de respaldo frente al 35 por ciento del panista Carlos Ernesto Rosado Ruelas; todo apunta a que Ciudad del Carmen seguirá vestida de azul.
En Colima es en donde se espera alguna reacción panista por parte del gobierno federal ante la ventaja que el tricolor tiene con un 52.55 de aceptación a su abanderado Mario Anguiano Moreno, ex alcalde de la capital. La panista y senadora con licencia Martha Leticia Govea del PAN, tiene, según la última encuesta, solo el 43.93 por ciento de las simpatías del electorado. Aunque también es atractiva esta Entidad por su costa y principalmente por sus muelles de carga y descarga, además de lo que significa su ubicación para el traslado de droga, se encuentra en el último sitio de conquista entre las seis entidades que tendrán cambio en el mandato estatal.
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