El súbito golpe al crímen organizado alarmó a la oposición y muchos dedujeron que se esconde un propósito político. Al parecer el PAN le apuesta a que los electores apoyen al presidente.
Los priistas optaron por matar al mensajero –Miguel de la Madrid– para silenciar el mensaje. Y el PAN permaneció callado.
Los maestros del terrorismo no están en Medio Oriente, sino en Sri Lanka. Y aunque el gobierno de la isla ya eliminó al máximo líder de los Tigres del Tamil, su legado es de alta peligrosidad.
Sólo una amenaza nuclear es capaz de alinear al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a la gran mayoría de la comunidad internacional contra un país.
Es prematuro decir que estamos a punto de salir de la crisis. Las señales apuntan a que habrá un lento proceso de reactivación, y no llegará tan pronto como muchos esperan.
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