sábado, julio 18, 2009

El Bicentenario de Bolivia ¡sí vale!

Manú Dornbierer
Satiricosas

Al presidente de Bolivia, Evo Morales, con admiración.

El jueves pasado 16 de julio de 2009, el periódico español EL PAIS astutamente publicó el titular: Morales abre el bicentenario de la independencia de Bolivia cargando contra EEUU. (“bicentenario de la independencia” en minúsculas, por supuesto, y sin mencionar a España). Y fue a España a la que se sacudió Bolivia con la Revolución aquel 16 de julio de 1809 tomando la delantera a todas las colonias españolas del siglo XIX. En cuanto a la grotesca crisis en Honduras a la que alude la expresión “cargando contra EEUU” no es sino la prueba de que el imperialismo sigue ahogando a países de Latinoamérica. Y sí, también es cierto que hoy, a 200 años de su independencia de España, Bolivia, otra vez, ha tomado la delantera para recuperar la soberanía sobre sus recursos naturales en manos de compañías transnacionales.
Finalmente calla el diario español una magnífica realidad: Evo Morales Ayma (26-10-1959) es, después del mexicano Benito Juárez, el segundo presidente indio -amerindio como dicen los peninsulares- que haya gobernado su país, en el caso, a nombre de la mayoría indígena boliviana que asciende al 55%, de los mestizos que son el 30% de la población, en tanto que sus opositores blancos sólo conforman el 15% de alrededor de 10 millones de bolivianos.
Sí, con tal situación en Bolivia se puede decir que la justicia despierta en América.
Estoy convencido, dijo Morales en su discurso de la Plaza Villarrroel de La Paz acompañado de varios mandatarios y de Patricia Rodas, la ministra de Relaciones Exteriores del depuesto presidente hondureño Zelaya, que en Honduras va a fracasar ese golpe de Estado”, y a continuación enumeró las decenas de golpes de estado en Latinoamérica de los que Bolivia tiene el récord al haber sufrido nada menos que 56. El presidente Morales afirmó que los pueblos latinoamericanos ahora están en la lucha por una “segunda y definitiva” liberación del imperio.
Y tiene razón. El de Bolivia sí es un Bicentenario que vale la pena celebrar. Bolivia se liberó del yugo colonial español en el siglo XIX y se está liberando en el XXI de los de las transnacionales. Es un país libre de casi 10 millones de habitantes, aunque sobrevivan por ahí entreguistas blancos que, hay que repetir, conforman un 15% de la población y están fúricos porque se les acabó la era de dominación total del país y del más aberrante entreguismo a las potencias.
Por otra parte, no hay que olvidar que Bolivia ha sido un país mártir de sus vecinos. Entre 1879 y 1884 perdió “La guerra del Pacífico” con Chile y su salida al mar y las salinas que representaban su prosperidad, casi la mitad de su territorio. Después, Brasil le quitó 170 mil km2 y ya en el siglo XX, en 1904, perdió la provincia de Acre, productora de caucho. En los años 30 Paraguay hizo lo mismo con la región del Chaco y la derrota militar tumbó la economía.
¿Dónde estaban los blancos que hoy no quieren que Evo Morales pise “sus” territorios del Oeste en esta celebración del Bicentenario de la Independencia (de España)? ¿Y dónde estaban cuando la reina Victoria, la que impuso a las costumbres una era de hipocresía sin par en buena parte del planeta, tachó a Bolivia en el mapa de Suramérica, diciendo “Bolivia no existe”, porque el general Melgarejo, entonces presidente, le hizo beber una batea de chocolate al embajador de Su Majestad por haberle rehusado un vaso de aguardiente de la región? Lo menos que podían hacer era jalarle las orejas a su blanco y mal educado presidente, y protestar por el tache de la emperatriz de la India, entre otros títulos.

MEXICO Y EL BICENTENARIO
A México le toca festejar el bicentenario el año que viene y hay cientos de “preparaciones”. Pero desgraciadamente el momento es pésimo para celebrar y no nada más por la crisis económica internacional y nacional -que no se haga el loco Carstens: desde la entrada del panismo, el año 2 mil, México no muestra crecimiento alguno- sino porque los “miramones” prianistas de las últimas décadas fueron a ofrecerles a las transnacionales españolas pedazos enteros de México en charola de plata. Cancún es una prueba indeleble. Los sucesivos gobiernos neoliberales le regalaron a los hoteleros españoles ese artificial paraíso y cada que un huracán destroza las playas, Cancún le cuesta dinerales al país. Es el gobierno federal “para que los españoles vivan mejor”, el que financia a Cancún. Ud. y yo pagamos esas playas artificiales para que las diversas cadenas hoteleras españolas -y otras- no pierdan.
Los perdedores somos siempre los ciudadanos mexicanos.
El tema del Fobaproa por desgracia no está agotado. Recordemos que gracias a Ernesto Zedillo, primero y a sus sucesores panistas después, los bancos españoles
-entre otros de diversas nacionalidades- ganan en México mucho más intereses sobre nuestro dinero personal y familiar, el suyo y el mío, lector, que en cualquier otro país del mundo, incluyendo desde luego la propia España. Recordemos, además, que para “salvar” a la banca, México, los gobiernos prianistas, terminaron por venderla a la banca extranjera, pero con todo y la deuda que hizo pública Zedillo, en complicidad con la 57 Legislatura que le tocó para convertir a todos los ciudadanos de este país en eternos deudores de los bancos. Si México se sacudió la colonia en el siglo XIX y se liberó de España, hoy so pretexto de globalización, aceptando las invitaciones gubernamentales tan ventajosas para explotar la población mexicana, muchos españoles -no nacidos aquí, no de esos “refugiados” que tanto bien le hicieron a este país- vienen pisando fuerte porque en buena medida sienten a México como una colonia a sus órdenes y tienen haberes al por mayor protegidos por el gobierno federal.

CAMPECHE, UN CASO INCREÍBLE.
Por fortuna la debacle electoral de Calderón impidió que el futuro gobernador de Campeche fuera el MAL, Mario Avila Lizarraga, el protegido si no es que lacayo de la familia Mouriño, cabeza de playa de la nueva colonización española. Calderón, a raíz del asesinato (a entender de muchos entre los que me cuento) del oficioso representante de la petrolera española Repsol, prácticamente regaló el Estado al padre y al hermano de su bienamado Juan Camilo, al que había hecho ilegalmente secretario de Gobernación. Y su socia Elba Ester Gordillo había puesto a disposición de esa candidatura nada menos que los fondos de la Lotería Nacional “para la asitencia pública”. De ahí el escándalo y el cambio de director.
Por si fuera poco, el PRD-Chucherías escogió como candidato al cuñado de Carlos Mouriño Terrazo (hermano de JC) que días antes, cuando ya no se podía introducir un sustituto, renunció a su candidatura perredista en favor del MAL.
El priísta Fernando Ortega Bernés será el sucesor de otro priísta, pero mouriñista por haber trabajado con Carlos Mouriño Atanés… Esperan los campechanos que el nuevo mandatario sea más independiente que el saliente y empiece por reparar los daños ecológicos, entre otros, que provocó el excesivo poder de Juan Camilo. Por su muerte quedaron suspendidas una obras inmensas en Champotón en donde destruyó infinidad de manglares que, como hoy se sabe, son los protectores naturales de las playas. Pero no sólo hay que reparar en Campeche los manglares. Todos los negocios, todos y no es cuento, de alguna forma le pertenecen o le producen a la familia Mouriño, enriquecida con el petróleo desde tiempos de Fox. No pueden entrar a Campeche para proteger los intereses de los Mouriño ni siquiera cadenas como los mercados OXXO por ejemplo. Esto da una idea del poder que tiene la familia de Vigo. Pero la caída en picada de Calderón y su inmediato alineamiento al vencedor PRI seguramente les bajarán las ínfulas. Hay que estar pendientes de Pemex que sigue en las manos sucias del PAN. De ahí viene la fortuna Mouriño y sus más de 40 gasolineras. Desde Zedillo, Fox, los Bribiesca y César Nava, el ahijado que Marta Sahagún, que nombró abogado de Pemex a un muchacho de 25 años entonces para que le abriera las arcas a sus hijos.

HONDURAS, CHANTAJEADA POR LAS PETROLERAS.
Shell y Chevron son las dos más importantes compañías de las que surten toda la de energía de Honduras. Se sabe lo que esto significa. Es evidentemene uno de los negocios bushistas más productivos y es también bastante obvio que las petroleras tejanas están detrás de la crisis actual. Hugo Chávez apoya a los países latinoamericanos con el petróleo venezolano y desde luego se lo propuso al presidente Zelaya. Eso Bush no lo podía ¿puede? permitir. Quizás sea esa la razón por la que Barack Obama no tiene ante lo que sucede hoy en Honduras la misma actitud de clara indignación contra el golpe de estado del tal Micheletti que todos los países y organismos internacionales. A lo mejor teme que regrese el presidente Zelaya y corra a sombrerazos a las petroleras para poder celebrar el Bicentenario con congruencia. No como México, en manos de unos y otros. No de los mexicanos.

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