A Hillary Clinton la traicionó el subconsciente

De Praxedis

Que bueno que así sea para que ese conocimiento les sirva a los despistados e ingenuos que todavía creen en la buena voluntad del gobierno norteamericano. Y digo esto porque Hillary acaba de declarar que le habló al usurpador en Honduras urgiéndole que acepte el plan de Oscar Arias de Costa Rica para crear un gobierno de coalición con Zelaya como presidente porque de no ser así le vendrían consecuencias muy serias al tal usurpador Micheletti ya que, por otra parte, ella cree que Zelaya ya debe de haber aprendido la lección de no andarse juntando con malas compañías, como la de Hugo Chávez.

Conclusiones;

1. Hillary piensa que el usurpador no tiene futuro y es mejor obtener algo que nada. 2. Que el objetivo no es Honduras sino Venezuela, donde está el petróleo- para eso son las bases norteamericanas en Colombia-. 3. Que la democracia que pregonan los funcionarios norteamericanos es puro pico. 4. Que a ellos les vale gorro las violaciones a los derechos humanos, los asesinatos y demás abusos cometidos por Micheletti y su mafia de bandidos. 5. También les vale gorro los cientos de miles de hondureños que reclaman la vuelta de su presidente y su simpatía por Hugo Chávez puesto que a diferencia de todos los demás países, ellos todavía mantienen a su embajador y la ayuda militar en Honduras. 6. Que la política de intromisión y de abuso por parte del imperio no ha cambiado a pesar de Obama, diga lo que diga Obama. 7. Que tanto Micheletti de Honduras como Álvaro Uribe de Colombia no son más que peleles del imperio y que se han convertido en un obstáculo para lograr un mínimo de justicia social en América Latina. 8. Que el imperio seguirá apoyando las peores causas y estructuras que tienen postrados en la miseria a millones de latinoamericanos y que la única esperanza es que los pueblos despierten y empiecen a actuar tal como lo está haciendo el pueblo de Honduras y como lo están haciendo en otros países de América, con excepción de Colombia, Perú, y México, países todavía adormilados; adormilados y embrutecidos por los medios de información vendidos